Director General QU Dongyu

Salvaguardar la biodiversidad para fortalecer la seguridad alimentaria, dice el Director General de la FAO

02/03/2021

2 de marzo de 2021, Roma — En el discurso de apertura que pronunció esta mañana en la segunda reunión del Grupo de coordinadores nacionales para la biodiversidad para la alimentación y la agricultura, el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, destacó la labor “histórica” de formular una “respuesta mundial a la crisis de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura”, así como el importante desafío de satisfacer la “creciente demanda mundial de alimentos, piensos, combustible y amistad y, al mismo tiempo, conservar la biodiversidad y reducir la presión sobre los recursos naturales y los ecosistemas”.

La reunión virtual, celebrada bajo los auspicios de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO, contó con la asistencia de 200 participantes de 75 Miembros, 23 organizaciones de las Naciones Unidas y dos organizaciones no gubernamentales. El Grupo se encarga de redactar propuestas sobre políticas para el Marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, un esquema determinante para la gobernanza de los recursos naturales mundiales que se encuentran amenazados. El Plan de acción mundial para la utilización sostenible y la conservación de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura será el marco convenido internacionalmente para orientar los esfuerzos en los planos nacional, regional y mundial con miras a la utilización sostenible y la conservación de toda la biodiversidad pertinente para la alimentación y la agricultura.

El grado en el que estos recursos están amenazados, y la repercusión en la seguridad alimentaria mundial, se presentaron en la publicación de la FAO titulada El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo. En el informe se detalla el aumento de los monocultivos; las alteraciones en la integridad de los ecosistemas terrestres y acuáticos, en particular mediante la erosión del suelo, la salinización y la sobrepesca, y la pérdida de interacciones beneficiosas por el aumento de la separación geográfica de la ganadería y la producción de cultivos.

El Director General señaló que la humanidad había llegado a depender en gran medida de solo el 3 % de las especies vegetales destinadas a la alimentación, esto es, menos de 200 de las 6 000 especies existentes. De estas, apenas nueve especies representan dos tercios del total de la producción alimentaria mundial.

Pero también había noticias positivas, según declaró el Director General, que destacó la expansión en los últimos años de prácticas respetuosas con la biodiversidad y pidió su ampliación a gran escala. El Sr. QU señaló que las prácticas de gestión tradicional in situ ―esto es, aquellas en las que se mantiene un vínculo ancestral con los conocimientos locales e indígenas y en las que los lugares de recolección, producción y elaboración coinciden— eran importantes para mantener la biodiversidad.

Pero como añadió, “también lo son las técnicas innovadoras que producen más con menos, tanto en el sector agrícola —en la producción de cultivos y ganadera, la actividad forestal, la pesca y la acuicultura— como en el ámbito de la medicina”.

La crisis de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha puesto de relieve el estrecho vínculo entre la pérdida de biodiversidad y la salud pública.

El Director General destacó que la FAO se encontraba actualmente en mejores condiciones de abordar el cambio climático y la pérdida de recursos naturales, gracias a la creación oficial de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente, que dirige la aplicación de la Estrategia para la integración de la biodiversidad en los distintos sectores agrícolas de la Organización, en la que se hace hincapié en la función de los pueblos indígenas y las comunidades locales como custodios de la biodiversidad.

El Director General subrayó la gran importancia de transformar los sistemas agroalimentarios para que sean más eficaces, inclusivos, resilientes y sostenibles. “No hay alimentos saludables sin un entorno sano”, añadió, al tiempo que vinculó el fomento de la biodiversidad con su historia personal, desde sus orígenes en el paisaje de frondosos bosques de Hunan, en China meridional, hasta su trayectoria profesional de 30 años como biólogo e investigador de genética vegetal.