Director General QU Dongyu

En su conferencia pronunciada en la Sede de la FAO, el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas insta a adoptar una estrategia de “más por menos” para erradicar el hambre

© FAO/Cristiano  Minichiello

El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, (izquierda) y el Embajador Dennis Francis, Presidente del 78.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, (derecha) se saludan en la Sede de la FAO en Roma.

©FAO/Cristiano Minichiello

30/07/2024

Roma - El Embajador Dennis Francis, Presidente del 78.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, destacó hoy el papel decisivo que desempeñan la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otros organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma para abordar las crisis alimentarias —actualmente uno de los problemas mundiales más acuciantes— y promovió una estrategia de “más por menos” para hacer frente a los tiempos difíciles.

El Embajador Dennis Francis realizó una visita oficial a Roma por invitación del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, y pronunció una conferencia sobre la aceleración de los progresos hacia el Hambre cero para las generaciones actuales y futuras en la Sede de la FAO.

En sus palabras de bienvenida al Embajador Francis, el Director General de la FAO señaló: “La visita de hoy del Embajador Francis es un momento importante en nuestro viaje colectivo hacia un desarrollo sostenible y un mundo sin hambre. Nos brinda la oportunidad de hacer balance de dónde estamos en nuestro camino y cuál es la mejor manera de avanzar”.

El Presidente de la Asamblea General comenzó su conferencia señalando que el mundo se está enfrentando a “una crisis alimentaria de proporciones monumentales” impulsada por los conflictos, las guerras y la intensificación de la crisis climática, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para responder a estos desafíos mundiales con atención, urgencia y determinación, y señaló que otorgaba gran prioridad a la seguridad alimentaria en su presidencia. Citó estadísticas sombrías, como el hecho de que el hambre y las enfermedades relacionadas se cobran la vida de 9 millones de personas cada año.

“Estas no son solo cifras e incidentes espontáneos, ya que cada estadística representa vidas, familias y comunidades que soportan grandes dificultades. El hecho de que esta situación continúe es una mancha moral en nuestra conciencia colectiva”, afirmó.

Producir más con menos

Para alcanzar el objetivo mundial de erradicar el hambre, el Presidente de la Asamblea General instó a adoptar una estrategia de “más por menos”.

En primer lugar, la estrategia implica producir de manera más sostenible, utilizando menos recursos. Puede lograrse mediante una gobernanza sólida y la innovación tecnológica. Según el Sr. Francis, los países ya están adoptando prácticas sostenibles, como el análisis de los suelos, el riego inteligente y la inteligencia artificial en el sector agrícola.

A tal fin, elogió a la FAO por su papel en la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos a través de la ciencia y la innovación, lo que podría alimentar a otros 1 260 millones de personas cada año, y por su Iniciativa Mano de la mano, que presta apoyo a las regiones vulnerables mediante análisis y modelos geoespaciales avanzados. El Presidente de la Asamblea General instó a los Estados Miembros y todas las partes interesadas a otorgar prioridad a la gobernanza de la tierra y el agua y a compartir las mejores prácticas a fin de garantizar que los recursos se extraigan de forma sostenible.

En segundo lugar, puso de relieve la necesidad de suministrar alimentos a todos sin dejar a nadie atrás, señaló que el 70 % de las personas que padecen hambre viven en las zonas rurales e indicó que las mujeres que producen más del 50 % de nuestros alimentos constituyen el 70 % de las personas aquejadas por el hambre. El Sr. Francis instó a los Estados Miembros a promulgar y aplicar políticas con objeto de garantizar el acceso a los alimentos para todos y, al mismo tiempo, abordar las disparidades relacionadas con el género y las vulnerabilidades de los más desfavorecidos en nuestras sociedades y comunidades.

En tercer lugar, debemos invertir más y asegurar que haya menos obstáculos, dijo. Tras señalar que la financiación humanitaria había registrado una disminución desalentadora —la primera desde 2010-11— con un déficit de más de 35 000 millones de USD, y el hecho de que solo el 3 % de la financiación para el desarrollo en regiones de crisis se destinaba a los sectores alimentarios, el Sr. Francis subrayó la necesidad de impulsar la financiación a fin de salvar vidas, erradicar la pobreza, abordar la desigualdad y transformar los sistemas agroalimentarios.

En cuarto lugar, el Presidente de la Asamblea General mencionó la necesidad de emprender medidas transformadoras con menos efectos adversos.

“Debemos elegir sosteniblemente para romper el círculo vicioso en el que nuestras prácticas agrícolas agravan la crisis climática, lo que, a su vez, afecta negativamente a nuestra agricultura”, afirmó, haciendo hincapié en que la agricultura representa una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, mientras que las catástrofes de origen climático devastan la producción de alimentos.

El Sr. Francis subrayó que los costos ocultos de nuestros sistemas agroalimentarios superan los 10 billones de USD anuales y pidió a los Estados Miembros que tuvieran en cuenta estos costos en la formulación de políticas y mejoraran la resiliencia de la granja a la mesa, en particular el cultivo, la elaboración, el transporte y la eliminación de los alimentos. Es de suma importancia alentar a las personas a actuar con responsabilidad y vivir de modo sostenible, reduciendo las huellas de carbono, protegiendo la biodiversidad y reduciendo al mínimo el desperdicio, añadió.

El Presidente de la Asamblea General concluyó con una nota de optimismo, afirmando que si bien el camino por recorrer es difícil, “con la voluntad política necesaria y gracias a nuestros esfuerzos estratégicos conjuntos, todavía podemos —y debemos— lograr el Hambre cero para 2030”.

El Embajador Francis corroboró las observaciones del Director General de la FAO, quien señaló que, a pesar del panorama desolador, había signos alentadores con respecto a los progresos alcanzados en América del Sur y en subregiones de Asia meridional. “Estos son los progresos que pueden reproducirse en otras regiones del mundo, con las políticas propicias adecuadas y asegurando el acceso a una financiación adecuada, innovadora y asequible”, afirmó el Director General, subrayando la necesidad fundamental de adoptar medidas transformadoras.

En el informe de este año sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) se señala que, en 2023, 733 millones de personas padecieron hambre en todo el mundo.