Director General QU Dongyu

Premio Mundial de la Alimentación Borlaug Discurso

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

24/10/2023

Premio Mundial de la Alimentación Borlaug

Discurso

del

Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

24 de octubre de 2023

 

Excmo. Sr. Embajador Terry Branstad, Presidente de la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación,

Excmo. Sr. Tom Vilsack, Secretario de Agricultura de los Estados Unidos de América,

Sra. Wendy Wintersteen, Presidenta de la Universidad de Iowa,

Distinguidos invitados,

Estimados jóvenes amigos,

Estimados amigos jóvenes de corazón,

Estimados colegas:

 

Me complace haber sido invitado por mi viejo amigo el Excmo. Sr. Embajador Branstad a dirigirme a ustedes hoy y debatir sobre este asunto esencial para la vida que constituyen la alimentación y la agricultura.

 

Estamos aquí para reafirmar nuestro compromiso de trabajar juntos a fin de llevar las soluciones alimentarias y agrícolas a la escala necesaria con miras a incrementar la calidad, cantidad, disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de los alimentos para todos.

 

Durante mis 40 años de carrera, siempre he otorgado prioridad a los jóvenes como los agentes del cambio más importantes, y la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación es uno de los foros más importantes que alienta a líderes mundiales ambiciosos a encabezar la transformación de los sistemas agroalimentarios.

 

La semana pasada, celebramos en la FAO la tercera edición del Foro Mundial de la Alimentación, un acto híbrido celebrado en la Sede de la FAO con más de 5 000 participantes presenciales y más de 20 000 conectados virtualmente.

 

En solo cinco días hemos albergado más de 200 actos. Alcanzamos 2 700 millones de cuentas (¡un aumento de 300 millones!) en plataformas de redes sociales, y las visualizaciones del sitio web de la FAO se incrementaron en 2,5 millones.

 

El Foro Mundial de la Juventud es uno de los tres pilares del Foro Mundial de la Alimentación porque en la FAO reconocemos que los jóvenes poseen la energía, la pasión y el ingenio necesarios para “aprovechar el cambio”, que es también el tema que celebramos hoy.

 

“Aprovechar el cambio” es un llamamiento a la acción para la evolución.

 

El Sr. Norman Borlaug y la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación nos inspiran y reconocen a todos aquellos que han aprovechado el cambio necesario para lograr un mundo con una mayor seguridad alimentaria, es decir, un mundo sin hambre, pobreza ni malnutrición.

 

El Sr. Borlaug fue un científico, y padre de la Revolución Verde, que revolucionó la producción agrícola con nuevos materiales genéticos que mejoraron sustancialmente la seguridad alimentaria en todo el mundo, salvando a millones de personas de la inanición.

 

Me enorgullece decir que el Sr. Borlaug y yo compartimos orígenes similares, pues ambos somos hijos de agricultores.

 

Ambos pasamos nuestros años de formación trabajando en las explotaciones de nuestros padres. Él nació en una granja de 43 hectáreas en Iowa; yo soy hijo de un arrocero en una pequeña explotación de la provincia de Hunan, en China.

 

Y lo que es más importante, ambos nos dimos cuenta desde muy temprana edad de que la agricultura podía salvar al mundo porque era la clave para alimentarlo y sacar a las personas de la pobreza.

 

Del mismo modo que esto inspiró al Sr. Borlaug, también ha sido mi principio rector a lo largo de mis dilatados estudios y trabajo durante más de 40 años.

 

Tuve el privilegio de coincidir con el Sr. Borlaug en varias ocasiones, en particular a través de su labor con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). De hecho, la última vez que me encontré con él fue en el CIMMYT en 2006, y conservo la fotografía que nos tomamos de ese importante momento para mí.

 

El Sr. Borlaug también tenía una relación especial con los científicos chinos. Descubrí que varios catedráticos de la Academia China de Agronomía fueron alumnos del Sr. Borlaug en Minnesota. Y en 2004 tuve el honor de organizar la traducción al chino de la biografía del Sr. Borlaug.

 

Asimismo, el trabajo del Sr. Borlaug sobre el trigo contribuyó al desarrollo de variedades de arroz japonica e indica semienanas y de alto rendimiento en el Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz y el Instituto Chino de Investigación sobre el Arroz de Hunan.

 

Los principios que fundamentan la brillante labor del Sr. Borlaug en el ámbito de la alimentación y la agricultura fueron los mismos por los que se rigieron los líderes mundiales para establecer la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hace 80 años.

 

La FAO fue establecida el 16 de octubre de 1945 en Quebec (Canadá) por la Comisión Interina, formada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Agricultura y la Alimentación del Presidente Roosevelt, que se celebró dos años antes, entre el 19 de mayo y el 3 de junio de 1943, en Hot Springs, en Virginia (Estados Unidos de América), y se convirtió en la primera organización especializada de las Naciones Unidas.

 

La primera ceremonia del Día Mundial de la Alimentación para conmemorar el establecimiento de la FAO se celebró el 16 de octubre de 1981 en Roma y desde entonces se celebra cada año en todo el mundo.

 

La semana pasada celebramos el acto del Día Mundial de la Alimentación de este año con el importante tema “El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”, con el objetivo de destacar la función esencial que desempeña el agua para la vida en el planeta y el papel del agua como base de nuestros alimentos.

 

Sé que aquí en Iowa, y en Minnesota, al Día Mundial de la Alimentación, es decir, el 16 de octubre, se le denomina el “Día del Premio Mundial de la Alimentación Norman Borlaug”, un nombre que resulta adecuado.

 

Estimados amigos:

 

La FAO es hoy una organización renovada y dinámica, y está bien posicionada para servir mejor a sus Miembros y, por encima de todo, a los agricultores del mundo.

 

Una organización especializada de las Naciones Unidas más ágil, más eficiente y más adecuada a sus fines que brinda conocimientos especializados profesionales y científicos para todas las personas.

 

En consonancia con nuestro Marco estratégico para 2022-2031, hemos establecido una sólida base para fundamentar nuestra labor, en particular a través de nuevas estrategias temáticas sobre la colaboración con el sector privado, la ciencia y la innovación, el cambio climático y la integración de la biodiversidad en los sectores agrícolas.

 

Contamos con una nueva estructura orgánica plana, modular y flexible que garantiza que respondamos de manera eficiente y eficaz a los nuevos desafíos.

 

Se han establecido nuevas oficinas y divisiones para garantizar una mayor atención al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la innovación, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados.

 

Hemos fortalecido nuestra labor en materia de emergencias con una mayor responsabilidad en materia de liderazgo en situaciones de emergencia y un nuevo mandato que incluye la resiliencia.

 

Asimismo, hemos consolidado aún más nuestra labor sobre el cambio climático, la biodiversidad y el entorno en favor de la coordinación intersectorial, incrementando la voz y la capacidad técnica de la FAO para abordar las repercusiones de la crisis climática.

 

Hemos reforzado el Centro de Inversiones de la FAO y lo hemos reposicionado en el panorama de la financiación internacional.

 

Hemos ampliado y fortalecido nuestra asociación estratégica con el Organismo Internacional de Energía Atómica sobre la aplicación de la ciencia y las técnicas nucleares en el ámbito del desarrollo de la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.

 

Actualmente, la nueva y mejorada FAO, bajo el lema “Una ONU”, está desempeñando una labor excelente en la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, con una mayor transparencia, las innovaciones más recientes, una mayor inclusividad y un nuevo modelo operativo.

 

Las aspiraciones generales de las cuatro mejoras (una producción, una nutrición, un medio ambiente y una vida mejores) orientan nuestra labor para apoyar eficazmente a los Miembros en el logro del conjunto de los ODS.

 

Una nueva forma de pensar en la FAO nos ha llevado por un camino diferente. Seguimos aprovechando nuestra pericia colectiva para ayudar a las poblaciones vulnerables y permanecer unidos a fin de lograr un progreso real.

 

Nuestro objetivo es acabar con el hambre, garantizar que se preste apoyo adecuado a los agricultores de todo el mundo y que las zonas rurales sean más atractivas para las nuevas generaciones.

 

Estimados amigos:

 

Para apoyar nuestra labor, desde que asumí el cargo en 2019, he puesto en marcha iniciativas emblemáticas a fin de proporcionar los instrumentos que necesitamos para la aplicación de nuestra labor sobre el terreno.

 

Entre estas iniciativas figuran la Iniciativa Mano de la mano, dirigida a consolidar las fortalezas de distintas fuentes y a determinar y ampliar las intervenciones e inversiones.

 

Asimismo, la Plataforma geoespacial Mano de la mano de la FAO, asociada a dicha iniciativa, ofrece información, indicadores y estadísticas avanzados, que constituyen bienes públicos mundiales a fin de ayudar a los países a determinar su ventaja comparativa.

 

La Plataforma geoespacial recibió un premio a la excelencia en el Foro mundial geoespacial en 2022 y fue reconocida como la mejor plataforma de colaboración para el logro de una agricultura basada en datos.

 

La nueva Iniciativa de las 1 000 aldeas digitales de la FAO apoya la difusión y la mejora del uso de herramientas digitales en zonas rurales, lo que permitirá que los agricultores utilicen las tecnologías digitales para mejorar sus vidas y medios de vida.

 

La Iniciativa Un país, un producto prioritario apoya a los países para que aprovechen el potencial único de sus productos agrícolas especiales a fin de fortalecer su ventaja comparativa.

 

Y la Iniciativa ciudades verdes apoya la transformación urbana y una economía verde con miras a garantizar la seguridad alimentaria de las zonas urbanas.

 

Con la nueva FAO reformada, la movilización de recursos se encuentra en máximos históricos, habiéndose movilizado más de 2 100 millones de USD en contribuciones voluntarias en 2022, lo que constituye un aumento del 61 % respecto de la media quinquenal.

 

Esto es fiel reflejo de la renovada confianza que los Miembros han depositado en la nueva FAO y en nuestra capacidad de rendir aún más que antes, sobre todo frente a desafíos mundiales sin precedentes.

 

Los Miembros saben que pueden contar con la FAO, porque ¡ahora la FAO está en condiciones de predicar con el ejemplo!

 

Estimados amigos:

 

La nueva FAO de vanguardia reconoce la necesidad de llevar a cabo innovaciones revolucionarias que transformen satisfactoriamente los sistemas agroalimentarios mundiales.

 

 y producir más y mejor, con MENOS, a fin de alimentar al mundo y proporcionar acceso a alimentos saludables.

 

Necesitamos realizar avances dirigidos a reducir las desigualdades, alcanzar la paridad de género y ofrecer oportunidades para los jóvenes en el sector agrícola.

 

Uno de estos avances es la iniciativa “Vision for Adapted Crops and Soils” (Visión para cosechas y tierras adaptadas) de los Estados Unidos, que busca apoyar a gobiernos, agricultores, investigadores agrícolas y organizaciones de la sociedad civil de África en la preparación de los sistemas agroalimentarios del continente de cara a los desafíos que plantea la crisis climática.

 

Mediante esta iniciativa se determinarán los cultivos más nutritivos en las subregiones de África, se evaluarán los desafíos previstos y se tratará de impulsar inversiones públicas y privadas para conseguir una adaptación eficaz.

 

Esto es ciencia en acción, y estas son las medidas que apoya la FAO.

 

Estimados amigos:

 

El mundo necesita a la FAO más que nunca para que contribuya aún más a apoyar la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales, a fin de cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y a salvaguardar la seguridad alimentaria mundial.

 

Los conflictos prolongados, las guerras, las recesiones económicas y los efectos de la crisis climática afectan de forma negativa a la economía mundial y contribuyen a un deterioro mayor de la seguridad alimentaria mundial.

 

Estos complejos desafíos, a menudo superpuestos, han hecho aumentar considerablemente los precios de los alimentos, los piensos, las fibras, el combustible y la energía, así como los precios de los productos que hacen un uso intensivo de la energía como, por ejemplo, los fertilizantes.

 

Estas perturbaciones se sumaron a la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).

 

De cara al futuro, es necesario adoptar medidas colectivas para cumplir los objetivos inmediatos y a más largo plazo.

 

Para la FAO, hay cinco medidas clave que deben abordarse si queremos cumplir estos objetivos, y la Organización se ha comprometido a apoyarlas en consonancia con su mandato y como organismo especializado de las Naciones Unidas en alimentación y agricultura.

 

En primer lugar, todos los países deben comprometerse con el buen funcionamiento de los mercados y su transparencia.

 

El comercio sigue siendo fundamental para la seguridad alimentaria mundial y la FAO está comprometida con la transparencia de los mercados y la garantía del mantenimiento de un comercio internacional abierto y fluido.

 

En segundo lugar, los países vulnerables necesitan apoyo para cubrir sus necesidades alimentarias y de fertilizantes.

 

He alentado personalmente a instituciones financieras internacionales y otros importantes foros multilaterales e internacionales a apoyar a los más vulnerables para financiar sus importaciones de alimentos pese al aumento de los costos de importación.

 

En tercer lugar, debemos acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales.

 

Se necesitan inversiones adecuadas ahora, y de manera urgente, para lograr una transformación eficaz de los sistemas agroalimentarios, a fin de que sean más resilientes para afrontar la actual crisis y fomentar la resiliencia ante crisis futuras.

 

Esto también supone fortalecer el suministro de bienes públicos, por ejemplo, mediante la mejora de la disponibilidad de mapas de suelos, servicios de extensión y servicios de asesoramiento; la inversión en investigación, y la mejora de las infraestructuras en zonas rurales, y la FAO está en condiciones de ofrecer los conocimientos especializados necesarios en todas estas esferas y más allá de estas. 

 

En cuarto lugar, debemos involucrar al sector privado, que es un agente fundamental para la transformación que necesitamos, pero que aún sigue sin implicarse lo suficiente y sin aprovecharse al máximo.

 

En este sentido, la FAO ha estrechado la colaboración con el sector privado, en consonancia con su nueva estrategia sobre la participación del sector privado, sobre todo con miras a facilitar la participación de pequeños agricultores en cadenas de valor sostenibles.

 

así como para garantizar un entorno de políticas propicio para las inversiones del sector privado en los sistemas agroalimentarios.

 

En quinto lugar, debemos subsanar las lagunas de conocimientos.

 

Es esencial mejorar nuestra labor en materia de ciencia e innovación y nuestro buen conocimiento de los desafíos a los que nos enfrentamos para poner fin al hambre.

 

Nuestros sistemas agroalimentarios deben transformarse para que puedan producir más con menos, poniendo así al alcance de todos dietas saludables y buenos alimentos.

 

Estimados colegas:

 

La paz es condición indispensable para la seguridad alimentaria.

 

En todo el mundo, los conflictos están revirtiendo la prosperidad. Hay menos seguridad alimentaria, menos seguridad sanitaria, menos ingresos y mayor desigualdad.

 

Debemos garantizar la paz y la prosperidad para las personas y el planeta, y mi mensaje de hoy es claro: la agricultura constituye uno de los factores clave para una paz y seguridad duraderas.

 

La FAO ha intensificado sus esfuerzos por reforzar los sistemas agroalimentarios, salvar vidas y proteger los medios de vida agrícolas de las personas más vulnerables del mundo.

 

Gracias a nuestro análisis puntero y nuestra labor normativa, nuestra orientación sobre políticas a nivel mundial y nacional y nuestra ayuda que salva vidas, la FAO ayuda a las personas, las comunidades y los gobiernos a afrontar la creciente incertidumbre.

 

Aun así, se deben realizar esfuerzos conjuntos adicionales.

 

Debemos fortalecer el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz.

 

Debemos analizar las causas profundas de la inseguridad alimentaria aguda, en particular los conflictos y el cambio climático, y aplicar estas enseñanzas a nuestras acciones.

 

La galardonada de este año con el Premio Mundial de la Alimentación es reconocida por su labor para revitalizar las tierras agrícolas, la seguridad alimentaria, los medios de vida y la resiliencia después de conflictos devastadores, en concreto en el ámbito del desminado.

 

Su trabajo demuestra que la agricultura debe formar parte de la respuesta humanitaria.

 

La FAO mantiene el compromiso de apoyar los sistemas agroalimentarios para garantizar el desarrollo rural y ayudar a las poblaciones vulnerables en todo el mundo.

 

Estimados amigos:

 

Los Estados Unidos de América son un asociado fundamental para la FAO y debemos seguir trabajando juntos, de forma todavía más estrecha y sólida que antes, así como con todos los asociados pertinentes, especialmente el sector privado, a fin de alcanzar la seguridad alimentaria mundial.

 

Espero con entusiasmo seguir contando con el Gobierno y el pueblo de los Estados Unidos de América para:

  • proporcionar la ayuda necesaria para combatir la inseguridad alimentaria a escala mundial; 
  • asignar nuevos recursos para respaldar la producción agrícola en contextos complicados;
  • seguir reconociendo y apoyando el papel de la agricultura en la seguridad alimentaria y la paz.

 

Basándome en mis conocimientos y experiencia profesionales, sé que podemos alimentar al mundo de manera suficiente y sostenible con los instrumentos existentes si todos desempeñamos nuestra función.

 

En 1943, cuando nuestros predecesores convocaron la primera Conferencia sobre la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas en Hot Springs (Virginia), entendieron que la FAO podía y debía desempeñar una función esencial.

 

Escribieron lo siguiente: “La FAO nace de la necesidad de paz, así como de la necesidad de liberarse de la privación. Ambas cosas son interdependientes. La paz es esencial para que puedan hacerse progresos a fin de liberarse de la privación”.

 

Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero hay algo que permanece constante: el mundo necesita alimentos suficientes, de buena calidad y más adecuados para todas las personas.

 

La inversión en nuestros sistemas agroalimentarios es más pertinente que nunca.

 

En la FAO contamos con estrategias visionarias, pero necesitamos más recursos, en especial provenientes de contribuciones voluntarias.

 

Es aquí donde reside el desafío y donde se encuentran las posibilidades, y es aquí donde el sector privado puede desempeñar un papel fundamental. 

 

La movilización de recursos ya no es simplemente algo transaccional para la FAO. Buscamos establecer asociaciones duraderas con donantes, seguir aprovechando alianzas estratégicas y acelerar el establecimiento de asociaciones transformadoras tanto con el sector privado como con el sector público.

 

Estimados amigos:

 

El Sr. Borlaug fue un gran visionario y hace 20 años había anunciado ya que tendríamos que duplicar el suministro mundial de alimentos para 2050.

 

Hoy, más que nunca, sus palabras resultan válidas.

 

Y siguen siendo la base del noble mandato de la FAO.

 

En la FAO nos hemos comprometido a continuar este legado para conseguir un mejor futuro alimentario para todos, especialmente para las generaciones venideras.

 

Y contamos con los jóvenes para llevar adelante ese legado, en favor de las personas, el planeta y la prosperidad.

 

Gracias.