Director General QU Dongyu

Primer Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

29/09/2020

Declaración pronunciada por el Sr. Qu Dongyu

Director General de la FAO

Primer Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos

Acto virtual, 29 de septiembre de 2020

Traducción de la intervención preparada en inglés

 

 

Señoras y señores:

1. Me complace estar con ustedes hoy, 29 de septiembre de 2020, en la primera celebración inaugural del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, proclamado mediante resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Deseo manifestar mi agradecimiento a Argentina, Andorra y San Marino, además de los Miembros de la FAO, dirigentes y colegas, por sus encomiables esfuerzos y su iniciativa para hacerlo realidad.

2. La celebración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos brinda la oportunidad de reflexionar y hacer balance de las medidas que se deben adoptar con urgencia para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, con vistas a mejorar la sostenibilidad y la eficiencia de nuestros sistemas agroalimentarios y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su conjunto, y pone de relieve la necesidad de hacerlo.

3. Los alimentos representan una inversión importante de nuestros limitados recursos naturales, en particular, agua, suelos y energía, así como mano de obra y tiempo.

4. La pérdida y el desperdicio de alimentos afectan a la disponibilidad actual y futura de estos recursos que están sometidos a una demanda excesiva y representan el gran desafío de nuestro tiempo. Se estima que actualmente 690 millones de personas en nuestro planeta padecen hambre y que tres mil millones no pueden permitirse una alimentación saludable. La urgencia de la situación se ha intensificado a raíz de la aparición de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), que sigue amenazando la seguridad alimentaria y nutricional de millones de personas en todo el mundo.

5. Recordemos las sabias palabras del Papa Francisco, que dijo: “Desechar alimentos significa desechar a las personas” y consideró que la pérdida y el desperdicio de alimentos es un “drama social que no se puede tolerar por más tiempo”. Desperdiciar alimentos conlleva desperdiciar recursos naturales escasos, incrementar las repercusiones del cambio climático y perder la oportunidad de alimentar a una población creciente en el futuro.

6. Para no dejar dudas desde el punto de vista científico, la pérdida de alimentos abarca todas las etapas de la cadena de suministro de alimentos hasta el momento en que hay interacción con el consumidor final; es decir, no incluye la venta al por menor, los proveedores de servicios alimentarios y los consumidores.

7. El desperdicio de alimentos es el resultado de las decisiones de compra de los consumidores o de las decisiones de los minoristas y proveedores de servicios alimentarios que inciden en el comportamiento del consumidor.

8. Para entender la magnitud del fenómeno: la pérdida de alimentos supone el 14 % de los alimentos producidos que son comestibles, pero no se destinan a otros usos (por ejemplo, piensos). El valor de dichas pérdidas asciende a más de 400 000 millones de USD.

9. Por lo que hace a las emisiones de gases de efecto invernadero, los alimentos que se pierden están asociados con el equivalente a 1,5 gigatoneladas de dióxido de carbono, aproximadamente.

10. Desde el punto de vista nutricional, ello representa más de 1 000 billones de miligramos de fósforo y más de 350 billones de miligramos de magnesio.

11. No es fácil cambiar las prácticas vigentes de pérdida y desperdicio de alimentos. Es por ello que el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos es tan importante para la FAO, para los actores clave y para todos los seres humanos.

12. No se puede adoptar un enfoque único. Tenemos que involucrar a los actores y trabajar de forma coherente.

13. Los agricultores han de ser conscientes que para lograrlo será necesario aumentar las inversiones. Los consumidores y la sociedad deberían repartirse los costos.

14. Para formular enfoques que logren reducir de forma significativa la pérdida y el desperdicio de alimentos, los gobiernos, las empresas y las personas deberán coordinar sus esfuerzos.

15. Los gobiernos proporcionan políticas de incentivos para los agricultores, el sector privado, las instituciones académicas y las organizaciones no gubernamentales (ONG) a fin de que adopten medidas concretas en el ámbito de las inversiones, la educación, el fomento de la tecnología, los métodos innovadores y el movimiento social, dirigidas a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.

16. Debemos establecer asociaciones entre los sectores público y privado, por un lado, y el mundo académico, las organizaciones internacionales, nuestros agricultores y las ONG, por otro, simplemente porque nuestro planeta es una pequeña nave en el universo.

17. Hemos de estar abiertos a nuevas ideas y nuevas formas de trabajar. Se requieren nuevos modelos empresariales en los que participe en sector privado para poder poner las infraestructuras rurales y las tecnologías al alcance de los pequeños productores. La innovación en el tratamiento postcosecha, los sistemas agrícolas y alimentarios digitales y la reforma de los canales comerciales ofrece enormes posibilidades de hacer frente a los desafíos de la pérdida y el desperdicio de alimentos. Acabamos de establecer una asociación con IBM, Microsoft y el Vaticano para fomentar la inteligencia artificial en todos estos ámbitos.

18. Es muy importante que los Miembros y las regiones intercambien experiencias y mejores prácticas mediante la cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y triangular prevista por la Iniciativa Mano de la mano.

19. En China, existe un proverbio que reza “Cada grano de arroz supone mil gotas de sudor”.

20. Vamos a aprovechar esta oportunidad de informar a consumidores, productores y comerciantes; personas y familias; jóvenes y ancianos; hombres y mujeres; responsables de la toma de decisiones y encargados de la ejecución para que actúen ahora y no esperen a que sea demasiado tarde.

21. Debemos empezar por las familias: educar a nuestros hijos para que respeten y valoren los alimentos.

22. Una mejor concienciación de las sociedades de todo el mundo creará nuevos hábitos de consumo saludables y sostenibles que implicarán la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos para proteger el planeta y producir alimentos inocuos, nutritivos y saludables de forma eficiente.

23. La pérdida y el desperdicio de alimentos debe ser responsabilidad de todos.

24. La FAO está decidida a trabajar con todos ustedes para mejorar la producción, la nutrición, el medio ambiente y los medios de vida y lograr un mundo mejor.

Muchas gracias.