Director General QU Dongyu

Reunión ministerial sobre seguridad alimentaria mundial Llamamiento a la acción Sede de las Naciones Unidas (Nueva York) Observaciones del Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

18/05/2022

Reunión ministerial sobre seguridad alimentaria mundial

Llamamiento a la acción

Sede de las Naciones Unidas (Nueva York)

Observaciones del Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu

Traducción del discurso pronunciado en inglés

18 de mayo de 2022

Señor Presidente, estimados delegados:

 

Durante los dos últimos años y medio, la FAO ha brindado apoyo a los Miembros y ha facilitado bienes públicos mundiales, así como asistencia directa en respuesta al empeoramiento de la situación de la seguridad alimentaria mundial debido a la pandemia, los desastres, los conflictos y el cambio climático. Esta labor se ha llevado a cabo mediante una gran variedad de instrumentos analíticos científicos, trabajo normativo, datos y medidas de análisis y de respuesta rápida.

 

1.         Nos reunimos aquí hoy para examinar el llamamiento a la acción para la seguridad alimentaria mundial.

 

2.         La pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha sumido a cientos de millones de personas más en la pobreza y en el hambre.

 

3.         En el informe mundial sobre las crisis alimentarias publicado el 4 de mayo de 2022 se indicaba que 193 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria aguda y necesitaron asistencia urgente en 53 países/territorios en 2021. Según las previsiones, para finales de 2022, unas 329 000 personas sufrirán una inseguridad alimentaria catastrófica (Fase 3 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases [CIF]/Cadre Harmonisé [CH]) en Somalia, Sudán del Sur y el Yemen.

 

4.         También está aumentando la malnutrición, pues millones de niños sufren retraso del crecimiento y emaciación. Cada vez más y más niños y adultos tienen sobrepeso o son obesos. Las dietas saludables están fuera del alcance de más de 3 000 millones de personas.

 

5.         Los presupuestos de los gobiernos y los consumidores se han visto reducidos cada vez más, mientras que los ingresos per cápita de los países han ido mermando, lo que ha supuesto para la economía mundial unas pérdidas acumuladas de más de 12 billones de USD en dos años (2020-21) y ha deshecho los avances en relación con los ODS.

 

6.         En marzo de 2022, el índice de precios de los alimentos de la FAO registró el nivel máximo (160 puntos) desde su creación en 1990, y en abril de 2022 alcanzó los 158,2 puntos de promedio, esto es, un descenso del 0,8 % respecto del aumento de marzo y, de resultas, permanece en un nivel históricamente elevado.

 

7.         Ahora la guerra de Ucrania podría exacerbar aún más los precios mundiales de los alimentos, ya que la Federación de Rusia y Ucrania son los principales actores de los mercados mundiales de cereales, los cuales están sumamente concentrados.

 

8.         Además, la Federación de Rusia es y ha sido uno de los mayores exportadores de fertilizantes del mundo, de manera que podría peligrar la próxima temporada de siembra de aquellos países cuyas importaciones dependen de la Federación de Rusia.

 

9.         Es hora de transformar nuestros sistemas agroalimentarios para aumentar su resiliencia y evitar el nivel de vulnerabilidades al que nos enfrentamos hoy.

 

10.       También es imperioso aumentar nuestra resiliencia al cambio climático y producir más y mejor con efectos menos negativos para el medio ambiente.

 

11.       Por tanto, es necesario que los sistemas agroalimentarios proporcionen seguridad alimentaria a todos, sean económicamente viables e inclusivos.

 

Contribuciones de la FAO al Llamamiento a la acción

 

12.       La FAO está promoviendo la transformación de los sistemas agroalimentarios a fin de que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

 

13.       Esta transformación necesita medidas en varios ámbitos.

 

14.       En primer lugar, debemos ampliar la escala de la asistencia agrícola de emergencia.

 

•          Para impulsar la disponibilidad, además de proporcionar ayuda alimentaria de manera oportuna, debemos prestar una mayor atención a producir alimentos nutritivos localmente. En la actualidad, tan solo el 8 % de toda la financiación para la seguridad alimentaria en emergencias se destina a ayudar a la producción.

 

•          Sabemos que invertir en la agricultura y los medios de vida rurales cumple una función estratégica y resulta entre 7 y 10 veces más eficaz en función del costo que la asistencia tradicional.

 

•          La FAO necesita 1 500 millones de USD para atender a 50 millones de personas en 2022 mediante intervenciones agrícolas urgentes destinadas a combatir el hambre aguda.

  

15.       En segundo lugar, hemos de invertir en los sistemas agroalimentarios, pues el crecimiento del sector agrícola es una forma infalible de reducir la pobreza y el hambre en muchos países de ingresos bajos y medianos.

 

•          Para transformar los sistemas agroalimentarios de modo que proporcionen dietas saludables y nutritivas y produzcan resultados más equitativos, hará falta una inversión financiera considerable, del orden del 8 % del tamaño del mercado agroalimentario, según cálculos.

 

•          También se debería invertir en infraestructuras materiales (carreteras, riego, electrificación y tecnología digital), así como en infraestructuras de las cadenas de valor (instalaciones de almacenamiento y de refrigeración, infraestructuras bancarias y de seguros), que, como es bien sabido, no solo aumentan el acceso a los mercados, sino que también reducen la desigualdad.

 

16.       En tercer lugar, hemos de aplicar la ciencia y la innovación para renovar nuestros sistemas agroalimentarios. Ambas pueden hacer frente a los retos interconectados a los que se enfrenta la agricultura en relación con el cambio climático y la seguridad alimentaria y pueden impulsar la inclusión social.

 

•          Las innovaciones tecnológicas y sociales pueden ayudarnos a aumentar la eficiencia de nuestra forma de producir, especialmente las relativas a las tecnologías agrícolas para el uso eficiente del agua.

 

•          En la agricultura están apareciendo innovaciones de vanguardia, tales como nuevas técnicas de fitomejoramiento para potenciar el rendimiento de los cultivos, rasgos deseados y la resiliencia al clima.

 

•          La agricultura digital es otra innovación social y tecnológica que puede reducir de forma considerable las ineficacias del mercado en el sector agrícola y mejorar el funcionamiento de los mercados agrícolas. Asimismo, puede potenciar la eficacia de los servicios de extensión y hacer que los agricultores sean más resilientes a las plagas y las fluctuaciones meteorológicas.

 

•          Se pueden conseguir innovaciones en materia de disponibilidad de datos, por ejemplo, un uso más eficiente de los fertilizantes, mediante mapas edafológicos y mejores aplicaciones de los fertilizantes.

 

•          Por último, la innovación en materia de sistemas de alerta temprana como el enfoque “Una salud” puede contribuir a mejorar la sostenibilidad de los ecosistemas.

 

17.       En cuarto lugar, debemos reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos:

 

•          En la actualidad, con las grandes cantidades de alimentos que se pierden o desperdician se podría alimentar a unos 1 260 millones de personas al año. Las pérdidas y el desperdicio de alimentos tienen también un enorme efecto negativo para el medio ambiente.

 

•          Las pérdidas y el desperdicio de alimentos agotan nuestros escasos recursos y contribuyen a la crisis climática.

 

•          Si redujéramos las pérdidas y el desperdicio de alimentos en un 50 %, habría suficientes frutas y verduras disponibles en el suministro de alimentos para satisfacer el consumo recomendado de estos alimentos por persona y día (400 gramos).

 

18.       El tiempo apremia y la situación es delicada. Trabajando juntos podemos alcanzar el objetivo de la Agenda 2030 de un mundo sin hambre.

 

19.       La FAO se compromete a ayudar a que los Miembros respondan a este llamamiento a la acción con vuestro apoyo sustantivo.

 

20.       Muchas gracias.