Director General QU Dongyu

Reunión conjunta del Comité del Programa en su 137.º período de sesiones y el Comité de Finanzas en su 198.º período de sesiones Declaración de apertura

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

06/11/2023

Reunión conjunta del Comité del Programa en su 137.º período de sesiones y el Comité de Finanzas en su 198.º período de sesiones

Declaración de apertura

del

Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

 

6 de noviembre de 2023

 

Presidenta del Comité del Programa,

Presidente del Comité de Finanzas,

miembros del Comité del Programa y el Comité de Finanzas,

estimados y estimadas colegas:

 

Buenos días.

 

Me gustaría comenzar expresando mi profundo pesar por la pérdida de vidas en los conflictos que están teniendo lugar en Oriente Medio, Sudán y Ucrania, así como en otras crisis prolongadas en todo el mundo.

 

La paz es indispensable para la seguridad alimentaria, y el derecho a la alimentación es un derecho humano fundamental.

 

La FAO sigue prestando asistencia a las personas más vulnerables en todo el mundo a fin de cubrir sus necesidades en materia de seguridad alimentaria, en consonancia con el mandato de la Organización.

 

Nos encontramos en un momento decisivo ante la escalada de desafíos mundiales, como la disponibilidad, accesibilidad y asequibilidad de los alimentos; la crisis climática; la pérdida de biodiversidad; las recesiones económicas; el agravamiento de la pobreza, y otros desafíos superpuestos.

 

Existe un mayor consenso internacional en torno a la idea de que transformar los sistemas agroalimentarios para incrementar su eficiencia, resiliencia, inclusividad y sostenibilidad es esencial para un diseño integral a fin de cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

 

En el informe El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA) de este año se recogen las repercusiones reales, tanto positivas como negativas, de los sistemas agroalimentarios mundiales para la toma de decisiones fundamentadas con miras a apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como la visión de la FAO de transformar los sistemas agroalimentarios para conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

 

De igual modo, este año hemos presentado un nuevo informe principal titulado Repercusiones de las catástrofes en la agricultura y la seguridad alimentaria 2023, en el que se ofrece una visión general oportuna y exhaustiva de la forma en que los desastres están afectando a la agricultura y la seguridad alimentaria en todo el mundo.

 

La FAO sigue siendo líder mundial y punto de referencia para la provisión de información oportuna y profesional sobre los sistemas agroalimentarios mundiales.

 

Algunos ejemplos son el Índice mensual de precios de los alimentos de la FAO, la nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales y el Market Monitor (boletín sobre el seguimiento del mercado) del Sistema de Información sobre el Mercado Agrícola (SIMA), entre otros.

 

El Índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en octubre de 2023 en un promedio de 120,6 puntos, es decir, 0,7 puntos (un 0,5 %) menos que en septiembre, continuando así la tendencia a la baja desde junio y ubicándose 14,8 puntos (un 10,9 %) por debajo de su valor de hace un año.

 

Esto demuestra que la disponibilidad de alimentos está mejorando, pero hay un total de 46 países en todo el mundo que sigue necesitando asistencia alimentaria externa, según el último informe de la FAO Perspectivas de cosechas y situación alimentaria.

 

Estos informes se complementan con notas de orientación sobre políticas y notas informativas de la FAO y el informe sobre los puntos críticos con respecto al hambre en relación con los efectos de los conflictos en curso y otros desafíos para la seguridad alimentaria mundial, que proporcionan una alerta temprana y facilitan la adopción de medidas preventivas en beneficio de las poblaciones más vulnerables.

 

Estimados y estimadas colegas:

 

Desde la Conferencia Ministerial de la FAO, celebrada en julio, la Organización ha albergado varios actos internacionales importantes y ha participado en diversas reuniones multilaterales, a medida que sigue desempeñando una función a escala mundial en el correspondiente programa internacional.

 

El 10 de julio, en mi intervención en una asamblea de alto nivel de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York durante el Foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible de 2023, en torno al tema “Superar las crisis, impulsar la transformación para el logro de los ODS y no dejar a nadie atrás”, expuse seis medidas necesarias para transformar los sistemas agroalimentarios antes de la celebración en septiembre de la Cumbre de los ODS de 2023.

 

El Momento para hacer balance de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios dos años después de su celebración, bajo el liderazgo del Secretario General de las Naciones Unidas y el Gobierno de Italia, junto con 24 Jefes de Estado y más de 120 participantes ministeriales que asistieron en la Sede de la FAO a finales de julio, dio impulso a la aplicación de vías nacionales para la transformación de los sistemas alimentarios y reunió a todos los asociados para informar sobre los progresos realizados y comprometerse a afrontar los obstáculos mediante la adopción de medidas más audaces.

 

Del 29 de julio al 2 de agosto, hice una visita conjunta a Sudán del Sur, junto con el Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA). La visita puso de relieve nuestra labor conjunta y solidaridad para apoyar a Sudán del Sur a pasar de un enfoque humanitario a centrar la atención en el desarrollo. Firmamos asimismo un nuevo memorando de entendimiento mucho más sólido para orientar nuestra importante labor conjunta.

 

La primera semana de septiembre, viajé a Samarcanda para participar en la Conferencia Internacional sobre Seguridad Alimentaria, organizada por el Gobierno de Uzbekistán con el apoyo técnico de la FAO. Asistieron más de 20 delegados ministeriales de África, Asia, Europa y otros lugares.

 

También participé en el primer Foro sobre Inversión Agroalimentaria de Uzbekistán, donde líderes mundiales analizaron medidas concretas a fin de crear un entorno propicio para desbloquear inversiones públicas y privadas y adaptar las subvenciones agrícolas con objeto de movilizar los cuatro billones de USD necesarios para la transformación de los sistemas agroalimentarios antes de 2030.

 

Después de Samarcanda, y antes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, me desplacé al Brasil, donde mantuve varios debates intensos con los ministros pertinentes y firmé una carta de intenciones con el Gobierno brasileño para establecer un Centro de Cooperación Trilateral Sur-Sur en el país.

 

Desde el Brasil viajé a Cuba, donde asistí a la Cumbre del Grupo de los 77 y China, presidida por el Presidente de Cuba, con la participación de más de 60 Jefes de Estado y el Secretario General de las Naciones Unidas, en el marco del debate general “Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación” para la transformación de los sistemas agroalimentarios.

 

A finales de septiembre, la FAO albergó dos conferencias mundiales históricas y una pequeña exposición como buena muestra de la coherencia del cambio de modelo operativo. La primera Conferencia Mundial de la FAO sobre la Transformación Sostenible de la Ganadería, que dará lugar a la creación de la Plataforma digital para la transformación sostenible de la ganadería y seguirá apoyando a los Miembros a través de la Iniciativa de la FAO para la transformación sostenible del sector ganadero.

 

Y, en esa misma semana, albergamos la primera Conferencia Mundial sobre la Mecanización Agrícola Sostenible, con una impresionante exposición que mostró el importante papel que desempeña la mecanización en la transformación de los sistemas agroalimentarios, y el documento final de llamamiento a la acción, que orientará de forma concreta las medidas futuras como producto de conocimiento mundial.

 

En octubre, la FAO organizó el Simposio Mundial sobre los Suelos y el Agua, junto con el segundo Diálogo de Roma sobre el agua. Las reuniones ofrecieron una plataforma mundial para intercambiar conocimientos, prácticas y soluciones que subrayaron la necesidad de invertir en una gobernanza eficaz e inclusiva, datos y tecnologías para una gestión integrada del suelo y el agua, especialmente tras la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua celebrada a finales de marzo.

 

La FAO seguirá también apoyando a sus Miembros para que elaboren planes nacionales de gestión de los recursos hídricos, y se están realizando avances en la aplicación de la Iniciativa para la transformación azul. Además, la FAO continúa apoyando la integración del sector de los alimentos acuáticos en los procesos nacionales, así como en el ámbito multilateral.

 

Estimados y estimadas colegas:

 

En el Foro Mundial de la Alimentación de este año se puso de relieve un nuevo nivel de gran repercusión:  la importancia que entraña la participación activa de la juventud en los procesos mundiales; el papel vital de las asociaciones, la colaboración y la solidaridad; la importancia de reunir a todos los asociados de todo el espectro para adoptar medidas concretas, y la necesidad de aprovechar el poder de la ciencia y la innovación y las inversiones, en aras de la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales.

 

Durante el Foro de la inversión de la Iniciativa Mano de la mano, uno de los tres segmentos del foro junto con el Foro Mundial de la Juventud y el Foro de la ciencia y la innovación, se anunció un total de 111 inversiones prioritarias, concebidas para beneficiar a más de 149 millones de beneficiarios, y se mostraron oportunidades de inversión agroalimentaria por un valor en torno a los 16 000 millones de USD.

 

Además, se presentaron las dos iniciativas regionales para el Sahel y el Corredor Seco, que suponían una inversión total de 2 480 millones de USD y 311 millones de USD, respectivamente.

 

Haciendo especial hincapié en el tema “La transformación de los sistemas agroalimentarios acelera la acción por el clima”, reunimos a más de 6 000 participantes presentes en la FAO y conseguimos más de 65 000 visitas en línea durante la destacada semana, y se llegó a más de 2 700 millones de cuentas en redes sociales en todo el mundo.

 

Fue un movimiento verdaderamente mundial, con asistentes procedentes de 186 Miembros.

 

El Foro Mundial de la Juventud puso de relieve el papel crucial de los jóvenes en los procesos de toma de decisiones mundiales, con especial hincapié en la inclusividad y la acción por el clima.

 

En el Foro se pudo observar la pasión, el afán y el compromiso de la generación más joven con miras a construir un futuro mejor, como quedó patente en los actos dedicados a la acción por el clima, el liderazgo y la cultura.

 

Cientos de jóvenes de todo el mundo se reunieron a lo largo de la semana, lo cual les permitió definir las prioridades mundiales y regionales de los jóvenes en la Asamblea de la Juventud.

 

A esta última asistió también una sólida delegación de jóvenes agricultores que analizaron los desafíos y las soluciones a los problemas que afrontan nuestros sistemas agroalimentarios, particularmente para los jóvenes agricultores familiares.

 

Además, en el Foro se concedieron subvenciones y premios por valor de 200 000 USD a jóvenes innovadores, se elaboraron 12 secciones nacionales del Foro Mundial de la Alimentación y se contó con la participación de más de 1 000 niños en edad escolar en actividades educativas sobre los sistemas agroalimentarios.

 

Al mismo tiempo que el Foro Mundial de la Alimentación, albergamos también el Foro Mundial de Jóvenes Indígenas de las Naciones Unidas, con periodicidad bienal, y se reconoció el papel fundamental de los Pueblos Indígenas y los pequeños agricultores en los sistemas agroalimentarios.

 

El Foro reunió a más de 200 jóvenes Indígenas que asistieron de manera presencial y centenares más que participaron en línea, en representación de las siete regiones socioculturales del mundo, 98 grupos de Pueblos Indígenas y 51 países.

 

En el Foro de la ciencia y la innovación se exploraron soluciones innovadoras para impulsar la acción por el clima y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. Entre otros temas, se habló de diseño de tecnologías climáticas, prácticas innovadoras y conocimientos tradicionales accesibles y asequibles, y se debatió sobre las investigaciones más punteras sin dejar de incidir en resiliencia, pérdidas y daños y gestión de suelos y recursos hídricos.

 

Inmediatamente después del Foro Mundial de la Alimentación, viajé a los Estados Unidos de América, donde pronuncié un discurso de apertura en el acto del Premio Mundial de la Alimentación Dr. Norman Borlaug 2023.

 

Durante la visita, también me reuní con los rectores de la Universidad del Estado de Misisipi y la Universidad de Ciencia y Tecnología del Estado de Iowa a fin de fortalecer la colaboración en materia de alimentación y agricultura a través de la ciencia, la tecnología y la innovación.

 

Estimados y estimadas colegas:

 

La FAO prosigue sus esfuerzos para apoyar a los Miembros en la aplicación efectiva de la Estrategia de la FAO sobre el cambio climático, y su Plan de acción para 2022-25, en sinergia con la Estrategia de la FAO para la ciencia y la innovación y su correspondiente plan de acción, así como las demás estrategias temáticas.

 

La FAO seguirá desempeñando una función de facilitación, en consonancia con los acuerdos y prioridades nacionales, con vistas a crear sinergias. A este respecto, las oficinas de la FAO en los países resultan esenciales para la aplicación sobre el terreno, y a través de ministerios y asociados nacionales.

 

En las Naciones Unidas y a escala mundial, debemos trabajar a través de foros como el G-7, el G-20 y las Conferencias de las Partes (COP), entre muchos otros, para garantizar sinergias a escala internacional, reforzadas mediante una voluntad política colectiva, a fin de garantizar que las estrategias se materialicen en resultados concretos para los agricultores y los consumidores.

 

La FAO ha realizado progresos significativos en relación con el incremento de la financiación para el clima en favor de la transformación de los sistemas agroalimentarios.

 

Prueba de ello es la reciente renovación de la acreditación de la FAO por parte de la Junta del Fondo Verde para el Clima (FVC).

 

Esta acreditación renovada reafirma la atención de la FAO a avanzar en la acción por el clima a través de la transformación de los sistemas agroalimentarios y a apoyar a los países para hacer frente a los desafíos que plantea el cambio climático.  

 

Este año, la cartera de la FAO y el FVC se ha incrementado en 145 millones de USD.

 

Asimismo, desde la puesta en marcha del octavo ciclo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM 8), la FAO ha garantizado 183 millones de USD en subvenciones y 1 280 millones de USD en financiación conjunta, aprobados en junio de 2023.

 

Un segundo paquete de 54 proyectos que alcanzan los 350 millones de USD con una financiación conjunta de 2 500 millones de USD se envió a la Secretaría del FMAM para su posible aprobación por el Consejo del FMAM en su reunión de febrero de 2024.

 

La FAO ha estado trabajando en la preparación para la COP 28 en los Emiratos Árabes Unidos, proporcionando, entre otras cosas, apoyo técnico a las presidencias salientes y entrantes a fin de facilitar la continuación de las iniciativas y compromisos relacionados con la Agenda de los Sistemas Agroalimentarios, así como a través de importantes actividades de difusión de soluciones basadas en los sistemas agroalimentarios para el cambio climático, la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

 

En la COP 28, esperamos ver, en particular, la puesta en marcha de la Labor conjunta de Sharm El Sheikh sobre la aplicación de la acción por el clima en la agricultura y la seguridad alimentaria.

 

Y para que las negociaciones continúen más allá de la COP 28, en relación con esta labor conjunta vital, la FAO apoyó y albergó el primer Diálogo informal de expertos entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre de este año.

 

El diálogo resultó clave para facilitar la comprensión mutua y la creación de confianza entre expertos en negociación agrícola provenientes de países de todo el mundo, con el fin de sentar las bases del próximo paso decisivo para definir un plan de trabajo concreto y unos resultados claros de cara a su presentación en la COP 28. Tuve la oportunidad de hablar con estos negociadores dinámicos y comprometidos.

 

Asimismo, prevemos un resultado tangible que impulsará la financiación relacionada con las pérdidas y daños, y la FAO también publicará su primer informe sobre lo que significan las pérdidas y los daños para los sistemas agroalimentarios a fin de orientar la financiación. El Diálogo de expertos con negociadores en materia de agricultura climática se organizó en la FAO entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre.

 

Esperamos que el primer balance mundial muestre que solo las transformaciones de los sistemas, en particular los sistemas agroalimentarios, pueden reconducir la situación para cumplir el Acuerdo de París. En consonancia con la Estrategia de la FAO sobre el cambio climático, la FAO empleará con eficacia su capacidad técnica para convertir las declaraciones e iniciativas de la COP pertinentes en planes e inversiones con miras a lograr soluciones a la crisis climática basadas en los sistemas agroalimentarios.

 

La FAO pondrá en marcha el plan para lograr el ODS 2, y el objetivo de 1,5 °C, cuya finalidad principal consiste en alcanzar el ODS 2 (poner fin al hambre), respetando al mismo tiempo el medio ambiente, y atraer financiación para el clima destinada a la mitigación, la adaptación y la resiliencia, así como la adopción de las medidas necesarias para apoyar el logro del objetivo de 1,5 °C (para 2050) sobre la base del compromiso de los países, el consenso alcanzado por estos y la transición de cada país.

 

La iniciativa “Visión para cosechas y tierras adaptadas, puesta en marcha por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América en asociación con la FAO y la Unión Africana en enero de 2023, tiene por objeto impulsar la productividad agrícola y la nutrición desarrollando variedades de cultivos diversas y resistentes al clima, así como creando suelos sanos.

 

Esta iniciativa puede abordar múltiples prioridades mundiales y nacionales, en particular la aplicación de la Estrategia de la FAO sobre el cambio climático y la labor de la FAO en materia de seguridad alimentaria y nutrición, reflejando así los esfuerzos realizados en las cuatro mejoras establecidas en el Marco estratégico de la FAO para 2022-2031.

 

La participación directa de la FAO en esta iniciativa también ofrece a los Miembros una forma de fortalecer la transformación de los sistemas agroalimentarios para lograr varios ODS.

 

La Iniciativa Mano de la mano, una de las principales iniciativas de la FAO, sigue creciendo, y cuenta ya con 67 Estados Miembros adheridos.

 

Me complace informarles de que, hasta la fecha, disponemos de más de 1 340 millones de USD en compromisos, y se están llevando a cabo negociaciones bilaterales con apoyo técnico de la FAO a fin de incrementar todavía más esta cantidad.

 

La Iniciativa Mano de la mano permite invertir ampliamente en el desarrollo del capital humano; en este contexto,  más de 1 600 personas ya han recibido formación para adquirir competencias nuevas e innovadoras, en particular en relación con la Plataforma geoespacial.

 

La transformación de los sistemas agroalimentarios es un desafío polifacético que abarca no solo la agricultura, sino también el medio ambiente, las infraestructuras, el comercio, la investigación y el desarrollo, el género, la educación y la salud, entre otros ámbitos.

 

Para abordar este desafío de manera eficaz, se requieren asociaciones en favor del desarrollo sostenible. La FAO, como parte del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, ha desempeñado un papel decisivo aprovechando el nuevo posicionamiento de dicho sistema para hacer hincapié en la transformación de los sistemas agroalimentarios mediante asociaciones innovadoras.

 

Me complace informarles sobre los progresos positivos logrados mediante la aplicación de la iniciativa Un país, un producto prioritario (UPUP), con resultados tangibles claramente visibles en más de 80 países de las cinco regiones de la FAO, que han presentado más de 50 productos agrícolas especiales.

 

La financiación total ha alcanzado los 6,5 millones de USD, con la cual se está apoyando la participación de más de 40 países en todas las regiones. El Gobierno chino se ha comprometido a proporcionar 5 millones de USD adicionales, que constituirán un apoyo importante para los países beneficiarios.

 

La UPUP también promoverá las sinergias con los programas y las iniciativas de la FAO, especialmente la Iniciativa Mano de la mano, la Iniciativa de las 1 000 aldeas digitales y la Cooperación Sur-Sur y triangular.

 

Tras tres años, la acción mundial de lucha contra el gusano cogollero del maíz ha mostrado resultados concretos a escala mundial, regional y nacional, así como en las explotaciones. La acción mundial ha reducido satisfactoriamente las pérdidas de cultivos entre un 5 % y un 10 %, al tiempo que ha abordado el riesgo de ulterior propagación e infestación.

 

La integración del nexo acción humanitaria-desarrollo-paz en la labor de la FAO sigue constituyendo una prioridad, y esta semana ustedes examinarán las recomendaciones derivadas de la evaluación de la función y labor de la FAO sobre este nexo, lo cual confirma la importancia que tiene este enfoque en la labor de la FAO y cómo la Organización sigue basándose en los progresos realizados en varios países y sectores.

 

Estimados y estimadas colegas:

 

El Programa de trabajo y presupuesto para 2024-25, junto con los ajustes al mismo que se presentan en la reunión conjunta esta semana, continúa mi visión de crear una FAO dinámica y moderna para lograr un mundo mejor, con una atención orientada a la acción en consonancia con las competencias fundamentales de la FAO y un modelo operativo mejorado.

 

El objetivo del Programa de trabajo y presupuesto para 2024-25 consiste en aprovechar plenamente el potencial de la FAO, avanzar en la transformación impulsada por la innovación y fortalecer la capacidad de la Organización y su competencia para servir a sus Miembros.

 

De cara al próximo bienio:

 

Por lo que se refiere a la crisis climática, la respuesta de la FAO comprenderá la aplicación de soluciones integradas de restauración de tierras y gestión de los recursos hídricos, así como la priorización de sistemas agroforestales resilientes y con capacidad de adaptación.

 

En consonancia con la transición a un modelo operativo orientado al futuro que promueve la ciencia, la tecnología y la innovación, la FAO seguirá reforzando la elaboración y aplicación de instrumentos normativos y de establecimiento de normas para la transformación de los sistemas agroalimentarios.

 

A través de los ámbitos de repercusión de valor añadido en cada una de las cuatro mejoras, la FAO velará por la aceleración de resultados y la promoción de la colaboración multidisciplinaria en toda la Organización, prestando especial atención a las oficinas nacionales, subregionales y regionales para la aplicación en los planos mundial, regional, nacional y local.

 

El establecimiento de una nueva Oficina de la Juventud y la Mujer continuará fortaleciendo la capacidad y la coordinación de la FAO para servir mejor a sus Miembros a través de la defensa de los jóvenes y las mujeres. La Oficina contribuirá a la coordinación tanto interna, para apoyar la visibilidad de las mujeres y los jóvenes, como externa, mediante la recopilación de ideas y enfoques innovadores de los jóvenes y las mujeres, a fin de apoyar la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales en el ámbito del mandato de la FAO.

 

La Oficina para la Innovación seguirá reforzándose mediante el establecimiento de más unidades de tecnología de vanguardia y el traslado del equipo de las escuelas de campo para agricultores, uno de los mecanismos más exitosos de la FAO para fomentar la innovación en los planos local y comunitario.

 

Con respecto a la cooperación Sur-Sur y triangular, la FAO se centrará en el fortalecimiento y la ampliación de las asociaciones y alianzas estratégicas a través del incremento de la colaboración con una gran variedad de asociados.

 

En el bienio 2024-25 seguiremos fortaleciendo las asociaciones, incluido el establecimiento de centros de conocimiento regionales en asociación con los centros de excelencia pertinentes. 

 

A tenor del llamamiento a la acción realizado en el acto ministerial de alto nivel celebrado en junio de 2023, la FAO aumentará su apoyo a los pequeños Estados insulares en desarrollo, los países menos adelantados y los países en desarrollo sin litoral, creando capacidad de adaptación y dando respuesta colectiva a las necesidades específicas de grupos vulnerables en esos países mediante la movilización de recursos, y albergando una red de colaboración mundial para acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios.

 

Asimismo, realzaremos la importancia que la Organización concede a la ética y los principios, fortaleciendo la Oficina de Ética a fin de respaldar la elaboración de nuevas políticas y actividades de sensibilización.

 

El ciclo de programación del trabajo y presupuesto de la FAO se inicia con las conferencias regionales en el primer año del bienio. Las conferencias regionales de 2024 reflejarán un nuevo modelo operativo orientado al futuro, asumiendo la responsabilidad de los planes de acción, integrando todas las iniciativas sobre el terreno de forma integral y promoviendo la ciencia, la tecnología y la innovación y las inversiones.

 

Para acelerar y ampliar los resultados tangibles y responsables sobre el terreno, organizaré, por primera vez en la historia de la FAO, la PRIMERA CONFERENCIA DE TRABAJO MUNDIAL DE LOS REPRESENTANTES DE LA FAO del 12 al 14 de diciembre en Roma, a fin de elaborar un plan de acción concreto con miras a reforzar la gestión interna, una red coherente, capacidades sistemáticas y enfoques orientados a los resultados para la aplicación eficaz de los programas, iniciativas y estrategias temáticas de la FAO.

 

Durante el próximo bienio seguiremos centrándonos en velar por que las estructuras de las oficinas nacionales, regionales y subregionales de la FAO sean adecuadas para los fines previstos, a fin de garantizar la mejora de la ejecución a nivel nacional y la repercusión de la labor de la FAO de cara a ayudar a los países a alcanzar los ODS y lograr las cuatro mejoras en el plano nacional y en las comunidades locales, en sinergia con las iniciativas principales de la FAO, con especial atención a la digitalización de los sistemas agroalimentarios y el desarrollo rural.

 

Por último, fortaleceremos la programación y el apoyo programático, la gestión y la supervisión y los servicios de apoyo en el marco de “una sola FAO”.

 

La FAO también seguirá beneficiándose de las orientaciones y recomendaciones de los órganos profesionales de evaluación y supervisión para mejorar su gestión interna y propiciar un funcionamiento armónico y eficaz, y el fortalecimiento de los instrumentos y procesos para llevar a cabo una gestión, control y mitigación proactivos de los riesgos.

 

Esperamos con interés los resultados de las consultas con la Dependencia Común de Inspección, las consultas con la Red de Evaluación del Desempeño de Organizaciones Multilaterales y las recomendaciones de los auditores externos y el Comité Consultivo de Supervisión.

 

De cara a 2025, el Programa de trabajo y presupuesto para 2024-25 y los Ajustes propuestos pretenden mejorar aún más la visibilidad y las repercusiones de la FAO a escala mundial a medida que se acerca el 80.º aniversario de la Organización en la familia de las Naciones Unidas.

 

La FAO se fundó el 16 de octubre de 1945 en Quebec (Canadá), tras dos años de la Comisión Interina (establecida por la Conferencia de Hot Springs, en Virginia, que convocó el presidente Roosevelt del 19 de mayo al 3 de junio de 1943), y se convirtió en el primer organismo especializado de las Naciones Unidas.  

 

En 1945, la Constitución de la FAO estableció la visión de la Organización: “un mundo libre del hambre y de la malnutrición en el que la alimentación y la agricultura contribuyan a mejorar los niveles de vida de todos sus habitantes, especialmente los más pobres”.

 

Para garantizar que sigamos avanzando hacia el cumplimiento del mandato de la FAO, sin olvidar los orígenes de nuestros sistemas agroalimentarios y las culturas tradicionales, seguiremos conmemorando el 80.º aniversario de la Organización con la creación de un museo y una red mundiales de la alimentación y la agricultura.

 

He promovido las cuatro mejoras en los últimos cuatro años a fin de liderar la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales. Desde que comencé mi segundo mandato como Director General de la FAO, he destacado que también es necesario liderar el cambio interno de la FAO centrándose en las “cuatro erres”: la RECUPERACIÓN de la pandemia y las instalaciones averiadas; la REFORMA de nuestros sistemas y nuestra gestión de manera que se ajusten a los fines previstos y al mandato; la RECONSTRUCCIÓN de la red y la amplia capacidad de la FAO, y el RENACIMIENTO de la Organización en aras de un futuro mejor.

 

El Programa de trabajo y presupuesto para 2024-25 y los Ajustes propuestos respaldan las cinco dimensiones clave para los próximos cuatro años que establecí en mi manifiesto para mi segundo mandato:

  • primero, fortalecer aún más la movilización de recursos y ampliar tanto las asociaciones tradicionales como las nuevas;
  • segundo, aprovechar plenamente el potencial de la FAO y avanzar en la innovación impulsada por la transformación;
  • tercero, el Foro Mundial de la Alimentación ayudará a promover planes de inversión específicos de los países que forman parte de la Iniciativa Mano de la mano para prestar apoyo a los países menos desarrollados;
  • cuarto, fortalecer la capacidad de la FAO y su competencia para servir a sus Miembros;
  • quinto, mejorar el desarrollo de los recursos humanos y atraer talentos de todos los rincones del mundo.

 

Sigo creyendo que la alimentación y la agricultura son fundamentales para el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y de todos los ODS, y que la agricultura proporciona la solución más inclusiva para erradicar la pobreza y el hambre y para reducir las desigualdades en aras de un mundo mejor.

 

Aprendamos juntos, trabajemos juntos y contribuyamos juntos por la humanidad y la felicidad.

 

Gracias.