Director General QU Dongyu

Presentación del informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) 2023 - “Urbanización, transformación de los sistemas agroalimentarios y dietas saludables a lo largo del continuo rural-urbano” - Declaración

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

12/07/2023

Presentación del informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) 2023

“Urbanización, transformación de los sistemas agroalimentarios y dietas saludables a lo largo del continuo rural-urbano”

Declaración

del

Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

12 de julio de 2023

 

Xie Xie(谢谢)- ¡Gracias!

Excelencias,

Señoras y señores,

Distinguidos participantes en línea de diferentes lugares de todo el mundo:

 

1.       Buenos días desde Nueva York.

 

2.       Es para mí un gran placer presentar la edición de 2023 de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI), junto con mis colegas de los organismos asociados y el Excmo. Sr. Presidente del Consejo Económico y Social, el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el Secretario General Adjunto del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas.

 

3.       Según estimaciones conservadoras, 735 millones de personas se vieron afectadas por el hambre en 2022, pero este número podría ascender a 783 millones con arreglo a distintas hipótesis.

 

4.       El hambre mundial se mantuvo estable entre 2021 y 2022, pero ha aumentado en comparación con 2019 y antes de la pandemia, que fue la primera vez que vine aquí junto con el anterior Director General de la FAO para presentar la edición de 2019 del SOFI.

 

5.       En la actualidad esto significa que, en comparación con 2019, había 122 millones de personas más que se enfrentaban al hambre en el mundo, debido a la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), las recesiones económicas, los fenómenos climáticos extremos y los conflictos, incluida la guerra en Ucrania.

 

6.       La inseguridad alimentaria moderada o grave, que había aumentado drásticamente de 2019 a 2020 como resultado de la pandemia, permaneció invariada en 2022.

 

7.       Unos 2 400 millones de personas, aproximadamente el 30 % de la población mundial, se encontraban afectadas por la inseguridad alimentaria moderada o grave en 2022.

 

8.       Más de 3 100 millones de personas en el mundo, aproximadamente el 42 %, no podían permitirse una dieta saludable en 2021.

 

9.       Esto representa un incremento general de 134 millones de personas en comparación con 2019.

 

10.    Y millones de niños menores de cinco años siguen padeciendo malnutrición.

 

11.    Las medidas de recuperación de los efectos de la pandemia aportaron algunos cambios positivos para 2022, como la reducción de la brecha de género del 3,8 % al 2,4 %.

 

12.    Pero ello no es suficiente.

 

13.    Señoras y señores:

 

14.    Hemos observado progresos en Asia y América Latina como resultado de las medidas y decisiones de políticas específicas adoptadas por los gobiernos en respuesta a múltiples crisis.

 

15.    Esto confirma que la adopción de medidas apropiadas, como la solidaridad internacional y los programas de protección social específicos en respuesta a la pandemia y otras crisis, son eficaces y pueden dar lugar a resultados positivos.

 

16.    Sin embargo, la recuperación ha sido desigual en todo el mundo.

 

17.    África ha sido la región más afectada, en la que una de cada cinco personas se ha enfrentado al hambre, más del doble de la media mundial.

 

18.    Si bien en Asia y América Latina se registraron mejoras el año pasado, la situación en África, el Oriente Medio y el Caribe se ha deteriorado.

 

19.    Las poblaciones y los países vulnerables siguen quedando rezagados. Estas regiones siguen necesitando nuestro apoyo, atención especial e inversiones específicas.

 

20.    Para demostrar nuestra colaboración, el año pasado organicé un acto ministerial de alto nivel en la FAO para los pequeños Estados insulares en desarrollo, los países menos adelantados y los países en desarrollo sin litoral, que dio lugar a un llamamiento a la acción para aprovechar el potencial de estos países con miras a transformar los sistemas agroalimentarios.

 

21.    En septiembre, en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se celebrará aquí en Nueva York, examinaremos la forma de acelerar la aplicación de medidas para alcanzar los ODS de aquí a 2030.

 

22.    Ya sabemos, a raíz de las previsiones del SOFI, que casi 600 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030 y que la situación observada en 2022 demuestra que estamos más lejos, no más cerca, de lograr el ODS 2,

 

23.    a menos que tomemos medidas drásticas y hagamos cambios fundamentales en la manera de abordar nuestros sistemas agroalimentarios.

 

24.    Hacemos frente a un rápido aumento de la urbanización, y se prevé que siete de cada 10 personas vivirán en ciudades para 2050.

 

25.    La urbanización ya ha avanzado rápidamente en Asia y América Latina, y los cambios en la demanda y el suministro de alimentos a lo largo del continuo rural-urbano también se están acelerando en África.

 

26.    Ya no tenemos una división clara entre las zonas urbanas y las zonas rurales.

 

27.    Esta interconectividad implica un cambio más grande en las sociedades y en los sistemas agroalimentarios, que plantea retos y oportunidades.

 

28.    Sin el enfoque adecuado, podríamos correr el riesgo de que aumente la malnutrición, ya que las poblaciones rurales adoptarían hábitos urbanos con una mayor disponibilidad de alimentos precocinados más baratos y comida rápida.

 

29.    Corremos el riesgo de excluir a los pequeños agricultores de la cadena de valor o de perder tierra debido a la urbanización.

 

30.    Estos son algunos de los desafíos, pero, lo que es más importante, también habrá oportunidades.

 

31.    Oportunidades de ampliar las actividades generadoras de ingresos en el empleo no agrícola, en especial para las mujeres y los jóvenes.

 

32.    Durante los últimos 30 años, ha tenido lugar un proceso de urbanización y digitalización de mayor rapidez; actualmente se observa una industrialización más rápida en el continente de África, en Asia meridional y también en América Latina.

 

33.    Asimismo, hay cuatro factores determinantes de la economía mundial, los sistemas agroalimentarios y el desarrollo rural: la urbanización, la industrialización, la digitalización y la descarbonización.

 

34.    Estos factores modificarán el escenario mundial, no solo en lo que respecta a la economía, sino también desde el punto de vista social y ambiental, especialmente en las zonas rurales

 

35.    Las oportunidades están ahí, pero tenemos que elaborar políticas propicias para brindar un mejor acceso a los insumos y servicios agrícolas, entre otros beneficios.

 

36.    En primer lugar, debemos entender los cambios que se están produciendo en los distintos sistemas agroalimentarios desde una perspectiva rural-urbana: desde la producción, la elaboración, la distribución y la compra de alimentos hasta el comportamiento de los consumidores.

 

37.    Y lo que es más importante, tenemos que introducir un estilo de vida verde que nos ayude con la descarbonización y nos conduzca a la armonía entre los seres humanos, la naturaleza y el medio ambiente.

 

38.    Aprovechar la ciencia, la innovación y la tecnología es fundamental y permitirá aumentar la eficiencia.

 

39.    Unos vínculos más estrechos entre los sectores de los sistemas agroalimentarios crearán oportunidades de generar situaciones beneficiosas para todas las partes, un mayor desarrollo económico, la mejora de la seguridad alimentaria y el acceso a dietas saludables y asequibles para todos.

 

40.    Señoras y señores:

 

41.    Estamos viviendo una “nueva normalidad”, en la que nos enfrentaremos a crisis impredecibles, incertidumbres meteorológicas y económicas y múltiples riesgos solapados, por lo que debemos estar preparados y contar con los medios necesarios para hacer frente a situaciones imprevistas.

 

42.    Hemos aprendido que es fundamental que los países trabajen juntos para superar con éxito crisis múltiples y simultáneas.

 

43.    Observamos esto durante la pandemia tanto en el sector sanitario como el agroalimentario, así como en situaciones de conflicto y emergencia, y durante la guerra en Ucrania, para garantizar el acceso y disponibilidad de alimentos e insumos.

 

44.    Podemos lograr la seguridad alimentaria y la nutrición para todos y proporcionar acceso a dietas saludables en el contexto de esta nueva normalidad.

 

45.    Pero debemos comenzar a adoptar medidas de políticas y estructuras de gobernanza adecuadas que apoyen la transformación que necesitamos.

 

46.    Las soluciones y medidas deberían localizarse y adaptarse al contexto.

 

47.    Deberíamos transformar nuestros sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles a través de las vías nacionales.

 

48.    Me complace que la FAO, junto con el Gobierno de Italia, organice en las próximas semanas el Momento para hacer balance de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios dos años después de su celebración, durante el cual se reunirán los jefes de Estado y de Gobierno y los ministros a fin de compartir sus mejores prácticas, experiencias y vías nacionales, para que podamos colaborar y aprender juntos.

 

49.    Debemos incrementar, reorientar y dirigir nuestras inversiones hacia las necesidades de nuestra nueva realidad.

 

50.    Necesitamos un acceso a la ciencia, la innovación y la tecnología más amplio y equitativo.

 

51.    La ciencia, la innovación y la tecnología son elementos realmente determinantes.

 

52.    En la actualidad, las personas piden más inversiones, algo fundamental, pero la ciencia y la innovación constituyen una verdadera revolución, no solo desde el punto de vista de los aspectos tecnológicos, sino también por lo que respecta al modelo operativo y la gestión, entre otras cosas.

 

53.    Y tenemos que invertir en nuestro capital humano y fomentarlo.

 

54.    Estimados colegas:

 

55.    El año pasado pedí a los países que comenzaran a replantearse cómo podían reasignar el presupuesto público a fin de mejorar la seguridad alimentaria y aumentar la disponibilidad y asequibilidad de las dietas saludables.

 

56.    Este año insto a los países a que reconozcan la nueva normalidad y cambien sus estrategias para centrarse en el fomento de la resiliencia, tanto para la prevención como para incrementar la capacidad de hacer frente a las perturbaciones, a través de inversiones de calidad en la transformación de los sistemas agroalimentarios.

 

57.    Dado que las perturbaciones meteorológicas son cada vez más frecuentes, movilizar la acción por el clima para fortalecer los sistemas agroalimentarios es más urgente que nunca.

 

58.    Tal como se deliberó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua organizada por el Secretario General a principios de este año, actualmente se observan los mayores problemas hídricos debido al cambio climático por dos lados: las inundaciones y las sequías.

 

59.    Hacer frente a los desafíos relacionados con el agua debería ser un elemento central de nuestra visión para el futuro, con mejores políticas que garanticen la gestión integrada y sostenible de los recursos hídricos.

 

60.    La FAO, junto con nuestros organismos asociados, se ha comprometido a ayudar a sus Miembros a transformar sus sistemas agroalimentarios con miras a abordar los desafíos en materia de seguridad alimentaria y nutrición a que se enfrentan.

 

61.    Para lograr una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

 

62.    ¡Prediquemos con el ejemplo y logremos más!

 

63.    Gracias.