Director General QU Dongyu

Reunión con el personal de las categorías D-1 y superiores

del Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO

30/07/2020

Reunión con el personal directivo superior

Transcripción de las observaciones preliminares del Director General

Reunión virtual, 30 de julio de 2020, 12.30-14.11

 

 

En primer lugar, muchas gracias, Sra. María Helena Semedo, por transmitirme su aliento; yo les aliento a todos ustedes.

Creo que, hasta ahora, el 95 % del personal de las categorías D-1 y superiores sigue estando en la pantalla desde mi primer día, el 1 de agosto de 2019. Todos los logros son sus logros. Todas las dificultades que hemos enfrentado, las hemos enfrentado juntos. Todas las reformas y los recientes nuevos ajustes al Programa de trabajo y presupuesto (PTP) son nuestro compromiso, consenso y plan de acción colectivos para el futuro.

Lo primero que quiero decir es feliz día de Eid al-Adha a quienes lo celebren. Y no solo los musulmanes, sino otras personas también. Sé que en China tenemos 12 nacionalidades que celebran esta festividad. El año pasado, se celebró el 11 de agosto de 2019. Este año, algunos comienzan a celebrar hoy, el 30 de julio, el 31 de julio de 2020. En los Estados Unidos de América, es feriado nacional mañana viernes. Entonces, muchas felicidades, feliz día de Eid al-Adha

Esta es la tercera reunión con el personal de las categorías D-1 y superiores desde que tomé posesión de mi cargo. La primera se celebró el año pasado, en septiembre, y este año la primera fue el 29 de enero de 2020, antes de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID‑19). Aún recuerdo dos cosas: este año es un año de eficiencia para la FAO. También, he establecido dos grupos: uno encargado de la gestión de crisis y cuestiones de emergencia y el otro, de los macrodatos.

Creo que la historia nos cuenta la verdad. La historia nos cuenta el movimiento y también los logros; ustedes me han acompañado para cambiar la FAO.

Recordarán que las dos decisiones que, como ya he dicho, tomé en esa última reunión eran de vital importancia, como se aprecia ahora si miramos hacia atrás: encomendar al Sr. Laurent Thomas las emergencias. Desde luego, con el apoyo de la Sra. Semedo y otros. También, encomendar al Sr. Máximo Torero Cullen los macrodatos. Realmente aprecio la CSI, esto es, la línea de trabajo de los Servicios Informáticos, parte de los Servicios Internos. Como saben, los últimos cinco meses han sido un verdadero desafío. A veces, las crisis nos ofrecen también una oportunidad.

Desde nuestra última reunión, el mundo a nuestro alrededor ha cambiado de forma rápida y profunda. Hoy en día, no solo es muy distinta la realidad que nos circunda, sino también nuestra vida profesional. Creo que la mayor parte de los ahorros de la FAO han procedido de los gastos de viaje. Creo que este año tal vez podremos ahorrar por lo menos el 50 % de los gastos de viaje, pero hacemos más en las emergencias y otros aspectos. La situación nos ha forzado a cambiar el modelo operativo y la forma en que trabajamos; si bien lo primero era proteger el bienestar y la seguridad de nuestros empleados, mantuvimos nuestro compromiso prioritario de prestar asistencia y así beneficiar a quienes servimos, comenzando por los que están más atrás.

Durante los meses de la emergencia de la COVID-19, la transformación digital de la Organización se ha producido mucho más rápidamente de lo previsto. El Sr. Yaya Adisa Olaniran, mi querido hermano de Nigeria, ha dicho que quizá ha impulsado a muchos Estados Miembros a lograr transformaciones más rápidas de las que tenían previsto lograr en más de 20 años. Como saben, es un cambio social muy profundo. No solo en la forma de trabajar, de teletrabajar, de actuar, el desarrollo económico y la gobernanza de la sociedad. Hemos dado grandes pasos hacia la digitalización de la Organización.

Durante este período, en circunstancias sin precedentes, hemos reconocido el alto grado de participación y compromiso de los empleados de la FAO en todo el mundo. Y aquí desearía señalar a la atención de mis colegas que, en la FAO, trabajamos alrededor de 13 000 empleados. Aprecio que todos ustedes hayan respetado las normas y las recomendaciones de la FAO, la OMS y el país anfitrión. Gracias a eso, muy pocas personas se infectaron. La familia de la FAO, la gran familia, que incluye a los miembros de su familia inmediata, goza de seguridad y salud. Y permítanme decirles que es algo que realmente valoro desde el corazón. Aun cuando enfrentamos estas dificultades y estos tiempos difíciles.

Nuestra gobernanza también se adaptó rápidamente a la nueva forma digital de trabajar. Aún recuerdo cuando, hace varios meses, comenzábamos a cambiar el modelo operativo del Consejo y del Comité del Programa y el Comité de Finanzas. Muchos amigos aún esperaban poder mantener una reunión presencial. Con mis colegas, el Sr. Thomas y el Sr. Godfrey Magwenzi y otros, dijimos firmemente que “no”. Aun cuando la situación nos hubiera permitido hacerlo, aprovechamos esta oportunidad para probar un nuevo modelo operativo. Ahora, mirando hacia atrás, creo que tomamos una decisión sabia y correcta. Si podemos mantener con éxito una reunión del Consejo, también podremos abordar muy bien cualquier otra reunión. Aún recuerdo que, junto con la Sra. Semedo, mantuvimos una reunión muy fructífera entre la FAO y los ministros de agricultura de la Unión Africana (UA). Hace unos días, mantuvimos una reunión conjunta de tres [grupos de] ministros [de la UA].

El 16 de abril, por primera vez en el sistema de las Naciones Unidas, tuvimos interpretación simultánea a los idiomas oficiales de las Naciones Unidas. Sé que aún hay algunas organizaciones hermanas de las Naciones Unidas que no han podido hacerlo. Creo que también debería agradecer a nuestros Servicios Informáticos. Se han adaptado de manera rápida y eficiente.

A principios de este año, declaré 2020 el año de la eficiencia para la FAO, y hemos aumentado la calidad y la eficiencia de nuestro desempeño.

Paralelamente a la COVID‑19, la FAO atravesó la fase inicial natural que acompaña el establecimiento de una nueva administración. Esta fase ya ha terminado y con la reciente aprobación por el Consejo de los cambios para la transformación que he propuesto, estamos instaurando una FAO renovada.

Seamos claros, hemos introducido la reforma y la reorganización más importantes desde la fundación de la FAO.

Tal vez alguno de nuestros colegas no lo sepan, pero precisamente ayer terminamos la reunión del Comité Consultivo de Supervisión y del grupo, el grupo de supervisión. Realmente valoran lo que haremos en la reforma y señalaron que hemos adoptado medidas de reforma audaces y valientes.

Como pueden ver, la mayoría del personal superior y los empleados prestan su apoyo porque tomamos en cuenta sus preocupaciones personales en la mayor medida posible. Justo hoy he firmado el documento “How to deal with the disbanding of Strategic Programme 1 (SP1) to Strategic Programme 5 (SP5) and the Office of Support to Decentralized Offices (OSD)” (Forma de abordar el desmantelamiento del Programa estratégico 1 al Programa estratégico 5 y de la Oficina de Apoyo a las Oficinas Descentralizadas).

Creo que antes del confinamiento mantuve una conversación personal con todo el personal superior pertinente. Como dije, queremos reformar la FAO, pero no queremos atacarlos a ustedes. Tenemos que proteger sus intereses personales tanto como podamos, si son suficientemente buenos. Creo que cumplí mi promesa. También es una forma de lograr una reforma con un “aterrizaje suave”. Desde luego, queremos cambiar la FAO. Una reforma que dé lugar a una estructura cohesionada y plana, un sistema de gestión con mayor delegación de facultades y un entorno que fomente la creatividad y la iniciativa. Se trata de una nueva FAO ágil.

Pero recuerden: cuando hablo de la nueva FAO, no me refiero a que la Organización tenga un propósito o mandato nuevos. Por el contrario, la nueva FAO sigue anclada más que nunca al mandato originariamente conferido por nuestros Miembros fundadores en los Textos fundamentales. Este es el motivo por el que insistí, tantas veces, en que todos los empleados y Miembros leyeran y comprendieran los Textos fundamentales. Lo que ha cambiado es la forma de trabajar y la forma de acercarnos aún más a nuestro terreno en los Estados Miembros. Una Organización digital que se aleja del viejo pensamiento geopolítico limitado, abierta a la colaboración y dispuesta a contribuir.

Como ya han visto, se ha eliminado un nivel administrativo, lo que ha permitido hacer más plano el organigrama y que los directores se sitúen más cerca del equipo directivo y tengan más capacidad de acción y responsabilidad. Hemos abatido los compartimentos establecidos en distintos niveles orgánicos, incluidos los que existían entre los directores generales adjuntos (DDG).

Con estos cambios, nuestra Organización estará en mejores condiciones de ayudar a los Miembros a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030, en poco menos de 10 años a partir de ahora. Los ODS son el horizonte que no deberíamos perder de vista.

La reforma ha ido acompañada de la introducción de la Iniciativa Mano de la mano. Un cambio estratégico y fundamental del paradigma relativo al apoyo que prestamos a los Miembros y a la forma en que concebimos las asociaciones para obtener resultados. Ahora debemos mostrar los resultados.

Ya conocen mi lema: concreto, tangible, participativo, transparente y cohesivo. Hemos mejorado la transparencia y la participación. Ahora deberíamos ser más tangibles y debemos movernos con mayor rapidez.

Vivimos en una realidad cada día más complicada y competitiva. Debemos mostrar nuestro valor añadido para convencer a nuestros Miembros y donantes de que invertir en la FAO es hacer una buena inversión en desarrollo sostenible. Debemos demostrar que estamos cambiando nuestro modelo operativo, para conseguir más con menos dinero. Como lo estamos mostrando con la Iniciativa Mano de la mano.

Sé que, al comienzo, muchos de los Miembros se preguntaban cuánto dinero se había aportado para la Iniciativa Mano de la mano. Como dije, comenzamos por cambiar el modelo operativo y luego tendremos cada vez más aportaciones.

El hambre y la pobreza están aumentando y el tiempo es esencial para invertir estas tendencias. La clave reside en nuestra capacidad de poner en práctica nuestras ideas, buscando soluciones innovadoras a problemas viejos y nuevos, tal vez con menos fondos.

Para hacerlo, necesitamos el control de calidad de todos los empleados de la FAO de todos los niveles y en todos los lugares.

Las personas a las que servimos nos juzgarán por nuestra capacidad de aportar respuestas concretas a los desafíos. Tenemos que ser pragmáticos: no solo poniendo de relieve los problemas, sino también ofreciendo soluciones y servicios a los Miembros.

Estimados colegas:

Si se llevan un único mensaje de la reunión de hoy, que sea el siguiente.

Hemos concebido una nueva organización del trabajo que se basa en que el personal de las categorías D‑1 y D‑2 sea responsable de sus esferas de trabajo, esté empoderado y rinda cuentas de sus acciones.

La nueva estructura les brinda la oportunidad de demostrar sus virtudes técnicas y profesionales. Asimismo, les proporciona un espacio, especialmente a los D‑1 y D‑2, para que estén en estrecha comunicación con el equipo directivo superior a través de una única dirección de correo electrónico y no con su supervisor directo exclusivamente. Incluso el Sr. Julio Berdegué; puede enviarme copia a mí desde luego, puede enviarle copia al Sr. Godfrey Magwenzi, puede presentar informes al Sr. Thomas o al Sr. Torero, porque el Sr. Torero es la línea B para América Latina.

Deseo mantener un contacto más estrecho con nuestras oficinas regionales y en los países y también desde las categorías D‑1 y D‑2; acortamos la distancia y evitamos dos pasos. Una vez que se comuniquen con el Sr. Magwenzi, él puede redistribuir a los miembros del equipo directivo superior pertinentes. Somos siete personas en total, contándome a mí. La dirección y el funcionamiento de la FAO están realmente a cargo del equipo directivo superior, no solo de los funcionarios superiores individualmente, sean los DDG, los jefes, yo mismo o el Director de Gabinete.

Quiero que esto quede muy claro. Ustedes son responsables, pero al mismo tiempo deben respetar el nuevo modelo operativo, dejar de guiarse por la compartimentación anterior y presentar informes solo a un supervisor directo. Deben presentar informes a dos, por lo menos, mejor tres, porque el Sr. Magwenzi es el Director de nuestro equipo directivo superior. Es el Director de Gabinete.

Este enfoque resultará difícil al principio, ya que tendrán que adaptarse y adecuar sus métodos de trabajo. Si se muestran abiertos y transparentes, el mundo se abrirá a ustedes. Muy pronto traerá consigo más ventajas, decisiones y oportunidades. Esta es la única manera de poder trabajar internamente de forma multisectorial, multidisciplinaria y modular, a la vez que defendemos y fomentamos este enfoque holístico externamente.

Estén preparados para responsabilizarse de sus decisiones y reconocer las contribuciones de los empleados a los que supervisan. También los aliento a ustedes a que no sean la única persona a quien se informa. También deberían pedirles a sus colegas que compartan información con ustedes, no importa si son representantes regionales, representantes en los países, directores de división o directores de enlace.

Creo que eso es ser abierto y transparente, no solo con los Estados Miembros y con otros asociados, sino también dentro de nuestro personal superior. Ustedes ocupan puestos de categoría D‑1 y superiores.

Espero que hagan todo lo que esté en sus manos para reducir la burocracia en sus unidades y oficinas. Ya deberían estar pensando cómo podrían contribuir sus unidades de forma individual al logro de una FAO más ágil. Han de trascender la compartimentación habitual y, desde las instancias superiores, predicar con el ejemplo, mostrando que sus propias actividades están dirigidas a lograr un beneficio general para la FAO y que no están concebidas para centrarse en sus propias unidades o prioridades personales.

Formen parte de la nueva economía colaborativa de la FAO: compartan sus conocimientos, datos e información. A partir de ahora, las actividades están siempre orientadas a los resultados, con objetivos de movilización de recursos, indicadores del rendimiento de los proyectos y calendarios con hitos sucesivos para el cumplimiento de plazos concretos.

Su liderazgo será fundamental a fin de implementar con éxito los cambios necesarios para ajustarse a las nuevas prioridades y la estructura reformada. Esto incluye un cambio en nuestra cultura institucional; es necesario que se familiaricen con el trabajo de otros colegas en la FAO y fuera de ella.

Tomen como ejemplo la movilización de recursos. Es responsabilidad de todos buscar oportunidades de asociaciones y movilización de recursos, pero naturalmente tienen que seguir las tres líneas para gestionar el riesgo, técnica, financiera, jurídica. Sin embargo, esto no significa que se deban movilizar recursos para programas individuales o de divisiones ni establecer asociaciones en torno a un ámbito de trabajo reducido. Todos deberíamos trabajar para lograr metas y resultados parecidos con un planteamiento integral y una visión en mente.

La coordinación, la colaboración y el intercambio de información serán fundamentales. Por ejemplo, todos deberíamos familiarizarnos con la nueva respuesta integral a la COVID‑19 y el plan coordinado para abordar los retos planteados por la crisis. Actualmente, esta información es pública y representativa de toda la Organización. Creo que hace una semana, la Sra. Beth Bechdol, el Sr. Máximo Torero y yo ya tuvimos un importante acto de promoción junto con la División de Movilización de Recursos.

Todo el personal directivo debería estar informado y orientar sus esfuerzos hacia la promoción y el apoyo de este enfoque.

Piensen, hablen y escuchen de forma estratégica. Determinen las prioridades sobre la base de sus conocimientos y del cuadro general.

Sus competencias en materia de gestión de recursos humanos también serán necesarias. Porque los buenos resultados de la FAO en estos últimos meses, incluida su alta productividad, han sido, en muchos sentidos, resultado de un planteamiento con arreglo al cual nuestros empleados son el activo principal de la Organización.

Hemos reconocido los desafíos personales que muchos han tenido que afrontar en estos días y les hemos mostrado nuestro respeto por haber dado el máximo. Es importante que sigamos aplicando este planteamiento de gestión, basado en la confianza y en la responsabilidad de cada persona. Traten a sus equipos con respeto y humildad; prediquen con el ejemplo.

Como pueden ver, las tareas que nos aguardan son grandes y las expectativas son altas, pero confiamos plenamente en sus capacidades y creo que estarán a la altura de los desafíos que este nuevo nivel de responsabilidad entraña.

Esta profunda transformación nos afecta a todos. Ahora me veo pasando de liderar un grupo de reflexión a guiar un grupo de acción, de Diseñador Jefe a Ingeniero Jefe, como dije en esa última reunión.

Por eso empujé; algunos colegas ya sienten mi empuje, desde el nivel D‑2 o incluso el nivel de los DDG, porque siempre estoy haciendo lo que predico y no solo predicando. Una vez aprobado el diseño de la reforma, hora es el momento de trabajar juntos para implementarla de la manera más eficiente y adecuada posible.

He designado un equipo de dirección que confío que me prestará apoyo: mi grupo directivo superior. Mis tres directores adjuntos, el Economista Jefe, el Científico Jefe, que será seleccionado pronto, y el Director de Gabinete. Si se comunican con uno de ellos o con todos ellos, me mantendrán plenamente informado. Los seis forman un equipo unido que actúa en nombre del Director General y espero que todos ustedes les apoyen individualmente y como equipo. Les ruego que les informen y compartan con ellos sus pensamientos y recomendaciones; función A, función B y Director de Gabinete al mismo tiempo; lo repito, al mismo tiempo.

No jueguen con el calendario en sus comunicaciones. Informarle a uno un día o tres días antes y a otro tres días después; ese no debe ser su estilo de trabajo, es una suerte de lealtad hacia su DDG, su superior, su supervisor. Lo he dicho y repetido porque hoy en día, en el mundo digital, es mucho más fácil hacer un seguimiento de sus acciones.

A los subdirectores generales (ADG) se les han encomendado tareas de alto nivel que revisten importancia estratégica para la Organización, lo cual ya ha sido aprobado por el Consejo. Ya le he pedido al Sr. René Castro‑Salazar que establezca una cooperación especial y específica con el Fondo Verde para el Clima (FVC), mientras que la Sra. Semedo quizá considerará el panorama más amplio, a efectos de la coordinación. Como pueden ver, todos los ADG deben centrar la atención en varias cosas importantes si desean lograr resultados tangibles. Ya les pedí antes del Consejo, cuando mantuvimos un debate preliminar, y ahora ya es una decisión del Consejo; es hora de que demuestren lo que pueden hacer. No se trata de una autorización personal que les otorgo.

Confío en que contarán con el pleno apoyo de todos para cumplir su misión en mi nombre, tanto en las regiones como en la Sede. Las funciones revisadas de los ADG en la Sede también serán importantes para derribar los compartimentos y mejorar la eficiencia. Por lo tanto, los ADG de nivel regional ahora como ven pueden coordinar plenamente todas sus regiones. Antes, en algunas regiones había oficinas, una oficina de enlace y otra oficina; no estaban plenamente cubiertos. Sin embargo ahora, salvo en quizá tres oficinas de enlace, la mayoría de ustedes son completamente responsables ante todas las oficinas en los países y las oficinas de enlace.

Su experiencia diplomática, política y técnica es un valioso recurso si se aprovecha al máximo; me refiero a los ADG de la Sede.

Sé que en la FAO, como he dicho siempre y ayer ante el Comité Consultivo de Supervisión, necesitamos dinero, el programa, las normas, pero lo más importante que necesitamos es talento, diferentes tipos de talento en diferentes niveles. Con el talento, si usan su sabiduría y experiencia, se puede cambiar la Organización.

Estimados colegas:

En los próximos meses, formularemos el nuevo Marco estratégico de la FAO, así como el Plan a plazo medio y el Programa de trabajo y presupuesto para 2022-23. Es nuestra ocasión de repensar los desafíos de los futuros sistemas agroalimentarios y las prioridades de trabajo de la FAO en los años venideros. Tenemos la aspiración de lograr una mayor integración del trabajo de todas las oficinas de la FAO, que se incorpore a la labor de todas las líneas, oficinas y centros, abatiendo los compartimentos, ya sean temáticos o geográficos, para trabajar al fin como una FAO.

Estamos aplicando la reforma a un ritmo vertiginoso. En las próximas semanas, espero que todos los equipos de la Sede funcionen a pleno rendimiento, ya sea desde la oficina o mediante el teletrabajo.

Debemos renovar nuestra atención y nuestros esfuerzos para respaldar con eficacia a nuestros colegas en las regiones, donde la situación a menudo sigue siendo muy difícil.

Como una FAO deberíamos apoyarles al máximo de nuestras fuerzas.

La prioridad inmediata será lograr un diálogo técnico y político eficaz con nuestros Miembros con ocasión del ciclo de conferencias regionales, que comenzará la primera semana de septiembre. En la mayoría de los casos, serán reuniones virtuales. Esa es la nueva normalidad.

Quizá también podamos profundizar el diálogo, porque con una reunión presencial, de cinco o tres días de duración, se dispone de un tiempo limitado. Sin embargo, ahora pueden iniciar el diálogo con cualquiera de los Miembros más intensivamente en forma virtual, o mediante el teletrabajo.

Estimados colegas:

En mi manifiesto, escribí que somos lo que pensamos, y una nueva forma de pensar nos guiará hacia un viaje diferente. Nuestro viaje comenzó hace 364 días. Hoy, la senda que se extiende ante nosotros debería estar clara para todos ustedes. Una senda que nos conducirá a un futuro mejor, mediante una mejor producción, una mejor nutrición y un mejor medio ambiente, de modo que podamos tener una vida mejor, no solo los agricultores sino también la sociedad y los consumidores, desde luego.

Cuento con ustedes para contribuir a la transformación histórica de la FAO y recorrer esta senda juntos. El futuro está en sus manos. Construyamos con nuestras manos una FAO dinámica para lograr un mundo mejor. Valoro su contribución, cooperación y comprensión.

Como saben y como siempre he dicho públicamente, la FAO es antigua y pobre y debemos reconstruirla para que sea dinámica, vigorosa y eficiente. Por supuesto, todos pueden contribuir si desempeñan sus funciones a la perfección.

Muchas gracias; le cedo la palabra, Sra. Semedo.