Declaración de apertura del 38º período de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

Excmo. Sr. Presidente, Excmo. Sr. Primer Ministro,

Estimados/as colegas: buenas tardes,

As-salam-alaikum.

Feliz Ramadán, Ramadán Karim,

Me complace enormemente estar aquí, en Georgetown, para inaugurar el 38º período de sesiones de la Conferencia Ministerial Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

En primer lugar, deseo dar las gracias al pueblo y al Gobierno de Guyana por su cordial acogida y por ser anfitriones de esta importante conferencia para la región que se celebra por primera vez en este hermoso país, punto de encuentro entre América Latina y la Comunidad del Caribe (CARICOM).

Mi agradecimiento especial al Excmo. Sr. Zulfikar Mustafá, Ministro de Agricultura de Guyana y Presidente de la Conferencia Regional, que ha garantizado la máxima calidad en la organización de los preparativos, y con quien espero trabajar durante el próximo bienio para apoyar la puesta en marcha de las prioridades regionales que los Miembros de esta región determinarán en los próximos días.

Creo firmemente que esta Conferencia Regional será una plataforma importante para que los Miembros intercambien ideas y compartan conocimientos sobre soluciones innovadoras y mejores prácticas específicas de la región.

Este Centro de Convenciones ofrece un espacio armonioso para debatir y determinar soluciones y planes de acción de cara al futuro.

Si aprovechamos el impulso y el compromiso político proporcionados por esta reunión de alto nivel, podemos acelerar y fortalecer nuestros esfuerzos colectivos hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios en la región y en otros lugares.

Esta es la tercera Conferencia Ministerial Regional de la FAO que se celebra este año en el mundo, y me alienta el alto nivel de compromiso y colaboración demostrado por todos los Miembros de la FAO en las distintas regiones: recientemente hemos celebrado las conferencias regionales para la región de Asia y el Pacífico, y la región del Cercano Oriente y África del Norte.

La reafirmación y el fortalecimiento de nuestras asociaciones a escala nacional, regional y mundial ponen de relieve la fructífera colaboración por la que hemos trabajado de forma incansable.

En consonancia con el Marco estratégico de la FAO para 2022-2031, aprobado por los Miembros de la FAO, en esta Conferencia Regional nos centraremos en cuatro prioridades regionales.

Estas prioridades están interrelacionadas y se guían por la aspiración de las cuatro mejoras.

Me complace ver un despliegue tan colorido de las cuatro mejoras a nuestro alrededor: demuestra realmente la implicación activa y las asociaciones en esta región y refleja el trabajo conjunto de los ministros de Agricultura, los gobiernos, las personas y los asociados.

Las cuatro mejoras garantizan que nadie se quede atrás:

• uno: una mejor producción, mediante una producción eficiente, inclusiva y sostenible;
• dos: una mejor nutrición, abordando el hambre y la malnutrición y trabajando para lograr la seguridad alimentaria;
• tres: un mejor medio ambiente, a través de la gestión sostenible de los recursos naturales y la adaptación al cambio climático;
• cuatro: una vida mejor, mediante iniciativas de emergencia y rehabilitación en los puntos críticos, la reducción de las desigualdades y la pobreza, y el fortalecimiento de la resiliencia y la seguridad social.

Realmente admiro al Gobierno de Guyana, y en especial a su Presidente, que siempre ha abogado por la seguridad alimentaria en esta región y fuera de ella. Ha estado predicando con el ejemplo a través de estrategias y planes de acción destinados a hacer que este país y esta región sean mejores que antes.

El Marco estratégico de la FAO está respaldado por una serie de iniciativas emblemáticas, todas las cuales se están aplicando activamente en América Latina y el Caribe y se centran en gran medida en la ciencia, la innovación, la tecnología y la digitalización.

A través de la Iniciativa Mano de la mano de la FAO colaboramos con 14 países de esta región, elaborando planes de inversión por un total de cerca de 772 millones de USD, mediante la movilización de recursos a través de bancos de desarrollo y el sector privado, entre otros, así como inversiones públicas en zonas prioritarias determinadas gracias al enfoque territorial de esta iniciativa.

La Iniciativa Mano de la mano también ha puesto en marcha dos iniciativas regionales, a saber:

• La iniciativa regional para el Corredor Seco, que se puso en marcha en el Foro de Inversión de la Iniciativa Mano de la mano en 2022 y se ha ampliado a 13 países de la región, con la que se apoya a los gobiernos al más alto nivel en estrecha cooperación con los asociados subregionales.
• La iniciativa regional Mano de la mano para la Amazonia:  puesta en marcha en 2023, con ella se busca determinar posibles zonas de intervención apoyadas en una nueva economía que promueva la inclusión, la bioeconomía y un clima justo, ofreciendo oportunidades para hacer que los sistemas agroalimentarios sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.

Además, mediante la Iniciativa de las 1 000 aldeas digitales de la FAO, de carácter emblemático, se apoya a 52 proyectos de agroturismo en 14 países de esta región para incrementar la capacidad digital de las comunidades rurales y mejorar sus condiciones de vida.

Y en el marco de la iniciativa Un país, un producto prioritario de la FAO se promueven 11 productos agrícolas especiales en 14 países de la región a fin de mejorar la seguridad alimentaria, apoyar el desarrollo sostenible y aumentar la competitividad de los productos agrícolas en esta región.

Además, la Plataforma técnica regional sobre la agricultura familiar es una prioridad clave para la Organización que tiene como objetivo promover la transformación de los sistemas agroalimentarios en el mundo.

A través de contenidos virtuales e interactivos, promueve el intercambio de experiencias y conocimientos entre gobiernos, organizaciones de agricultores familiares, el mundo académico y el sector privado.

Su primera edición conectó con éxito a participantes de más de 40 países.

Estimados/as colegas:

América Latina y el Caribe, al igual que muchas otras regiones, se enfrenta a numerosos retos, como la desaceleración económica, la crisis climática y los conflictos.

A pesar de ser un importante exportador de alimentos, la dependencia de la región del comercio de productos básicos hace que los sistemas agroalimentarios sean vulnerables a las fluctuaciones económicas y políticas.

Al mismo tiempo, la persistencia de los altos precios de los alimentos sigue planteando desafíos en lo que respecta a la seguridad alimentaria y la nutrición a escala local.

Además, la región es vulnerable a los efectos de la crisis climática, que afecta especialmente al Caribe, con desastres relacionados con el clima que golpean cada vez más a las comunidades locales.

La FAO colabora estrechamente con los gobiernos de la región para potenciar la preparación y las respuestas oportunas a fin de hacer frente a los efectos de la crisis climática y crear resiliencia.

Nuestro enfoque abarca estrategias integrales destinadas a promover el desarrollo rural inclusivo y la gestión sostenible de los recursos naturales, integrando para ello los conocimientos tradicionales con innovaciones científicas y tecnológicas de vanguardia para abordar estas complejas cuestiones.

La FAO ha dado prioridad a aumentar la resiliencia entre las poblaciones más vulnerables, entre ellas las mujeres, los jóvenes y los Pueblos Indígenas.

También hemos reforzado nuestro trabajo con los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), en particular mediante la composición de un equipo de expertos dirigido por el Sr. Máximo Torero, Economista Jefe de la FAO (originario del Perú, por lo que puede dialogar con ustedes tanto en español como en inglés), que se centrará en los PEID para proporcionarles el apoyo necesario en función de sus necesidades y prioridades individuales.

Estimados/as colegas:

En todas las regiones, los más pobres soportan una carga desproporcionada y padecen pérdidas de ingresos que duplican la media.

En respuesta a estos retos, debemos transformar urgentemente nuestros sistemas agroalimentarios para garantizar que nadie se quede atrás.

Es fundamental recopilar, analizar y difundir oportunamente datos e información sobre los mercados, la seguridad alimentaria y la nutrición para mejorar la adopción de decisiones.

Al apoyar a los Miembros en la realización de un seguimiento de las decisiones y medidas en materia de políticas, la FAO pretende mitigar los efectos negativos de las crisis de precios en el costo de los alimentos y prevenir las perturbaciones en las cadenas de suministro.

Desde el Grupo de los Veinte (G-20) en 2011, la FAO ha acogido la Secretaría del Sistema de información sobre el mercado agrícola y continuamos trabajando estrechamente con las presidencias del G-20, entre las que ahora se incluye el Gobierno del Brasil, con un agradecimiento especial al sólido liderazgo de su Presidente, el Sr. Lula. Les proporcionaremos apoyo técnico para la iniciativa “Lucha contra el hambre y la malnutrición” y seguiremos brindando apoyo en los próximos años.

A través de estos esfuerzos, la FAO sigue desempeñando un papel crucial en el avance hacia el logro de la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en la región y en el resto del mundo.

Para lograr un efecto a gran escala, necesitamos fomentar asociaciones aún más sólidas para coordinar las acciones y las inversiones destinadas a metas concretas.

He tomado nota de la información facilitada por el Gobierno de Guyana sobre sus esfuerzos para aumentar las inversiones en los sistemas agroalimentarios. Se trata de una buena señal y una firme iniciativa política, y la FAO está dispuesta a ofrecer apoyo técnico, en colaboración con otras instituciones financieras internacionales.

La experiencia concreta y fructífera en América Latina y el Caribe ha demostrado que la transformación de los sistemas agroalimentarios requiere esfuerzos multisectoriales concertados.

Debemos recordar que la sostenibilidad es una meta, y necesitamos tender puentes, trazar un camino claro y desarrollar los instrumentos necesarios para alcanzar nuestro objetivo.

Para ello, también debemos mejorar la eficiencia, la eficacia y la coherencia de las reformas a fin de potenciar la cooperación, la inversión, la innovación y la tecnología, tanto dentro como fuera de la región.

En esta Conferencia Ministerial, espero contar con su asociación y su implicación activa para seguir avanzando. Hago hincapié en el fortalecimiento de las oficinas de la FAO en los países de esta región, así como de las oficinas subregionales y la Oficina Regional, para garantizar que aceleramos el proceso de consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantizar el desarrollo sostenible.

En el ámbito multilateral, el G-20, bajo la Presidencia del Brasil en 2024, está proporcionando una oportunidad única para debatir cuestiones de interés común a alto nivel y abogar por la erradicación del hambre y la reducción de las desigualdades a través de un importante foro multilateral mundial.

Por ejemplo, el Grupo de tareas del G-20 para la Alianza mundial contra el hambre y la pobreza, propuesto por la Presidencia brasileña y apoyado firmemente por la FAO, tiene como objetivo aunar recursos y conocimientos para la aplicación de políticas públicas de eficacia demostrada y tecnologías pertinentes para reducir el hambre y la pobreza en todo el mundo.

La FAO colabora de forma muy estrecha con la Presidencia brasileña del G-20 para defender esta destacada iniciativa.

También me gustaría recalcar la importancia de la propuesta del nuevo Plan para la seguridad alimentaria, nutrición y erradicación del hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños para abordar los retos actuales de los sistemas agroalimentarios mediante la integración regional.

Queridos/as amigos/as:

América Latina y el Caribe está bien posicionada para contribuir notablemente al progreso mundial, a pesar de los numerosos desafíos existentes.

Esta región, con su riqueza de recursos naturales y su baja densidad de población, representa el 14 % de la producción alimentaria mundial, el 45 % del comercio internacional neto de productos agroalimentarios y, con el 12 % de la población mundial, posee el 47 % de las reservas mundiales de agua potable.

La región también es conocida por su biodiversidad, ya que alberga una notable concentración de especies endémicas y autóctonas.

Tienen un gran potencial para acelerar el progreso y hacer aún más con menos.

La FAO se compromete a apoyarles en este camino, aportando para ello datos con base científica, proporcionando soluciones inclusivas innovadoras y acelerando la aplicación de medidas.

Esta Conferencia Regional les ofrece la oportunidad de determinar y establecer metas tangibles para acelerar el progreso nacional y regional hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios mediante las cuatro mejoras.

Les deseo que mantengan debates fructíferos con resultados productivos durante esta Conferencia Ministerial Regional que se celebra aquí, en los bellos paisajes de Guyana, un territorio muy especial que comparte características únicas tanto del Caribe como de América del Sur.

El significado original de Guyana es el de un país con abundancia de agua, por lo que ustedes deben asegurarse de utilizarla en aras del beneficio y la prosperidad del país y de su gente.

¡Trabajemos juntos!

Gracias.