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5. DESARROLLO DE CULTIVO DE GRACILARIAS EN LA PENISULA DE ARAYA (VENEZUELA)

Por:
Enzo Racca
Ricardo Hurtado, Cris Dawes,
Clemente Balladares y Jorge Rubio
Geles del Caribe CA. Gelca
Urb. Industrial Punta del Este, Edif. Cerveza Nacional
Cumaná — Venezuela

5.1. Resumen

Geles del Caribe CA. ha estado desde el año 1989, en el desarrollo de un proyecto de cultivo de macroalgas, de la especie Gracilaria lemaneiformis, en la costa Norte de la Península de Araya, utilizando técnicas de cultivos sobre módulos de cuerdas de polipropileno, suspendidos sobre estructuras flotantes de 0.6 ha. Los rendimientos mensuales obtenidos son muy buenos, llegando a alcanzar producciones anuales del orden de las 50 tm por hectárea. El alga cultivada ha estado progresivamente estabilizando ciertas características que la diferencian de la silvestre, siendo la más importante, la fuerza de gel, la cual registra valores sostenidos superiores a los 1,000 g/cm2.

Especial importancia y dedicación se le está prestando a los recursos humanos disponibles en la zona, con el objeto de incorporarlos a la novedosa actividad de la maricultura, la cual representa una extraordinaria alternativa para la solución de su grave situación socioeconómica. Actualmente Gelca prepara estrategias para iniciar procesos de escalamiento en el desarrollo de granjas con la participación de la población de la Península de Araya.

5.2. Introducción

La Península de Araya es una región semidesértica localizada en el Oriente de Venezuela, entre los 63°35' y 64°24' de longitud Oeste y los 10°25' y 10°45' de latitud Norte, con una población censada de 25,000 habitantes (Figura 5.1.). A lo largo de los 60 km de la costa Norte de la Península se localizan una serie de pueblos y villas de pescadores con grandes áreas aledañas e ideales para el cultivo de Gracilaria. Los riesgos ante el mal tiempo típico en el Mar Caribe son mínimos, por cuanto esta Península se encuentra prácticamente protegida por la barrera que conforman las islas de Coche, Margarita y Cubagua con El Morro de Chacopata.

Geles del Caribe C.A. “Gelca”, es una de las Empresas Polar, que lidera la investigación y el desarrollo de las potencialidades de los recursos ficológicos en Venezuela. En los tres últimos años, Gelca ha alcanzado un nivel de conocimientos y experiencias suficientes para iniciar un proceso de desarrollo de cultivo de las Gracilarias a mayor escala con la incorporación masiva de la población ribereña de la Península.

5.3. Desarrollo tecnológico del cultivo

5.3.1 Ecología del área de cultivo

En la costa Norte se encuentran los mejores sitios de la Península para el cultivo de las Gracilarias. La dinámica de sus condiciones ambientales asociadas con la productividad de los cultivos se encuentra estrechamente relacionada con el régimen de los vientos predominantes y las surgencias locales que estos causan. Estudios conducidos por varios autores (Fukuoca, 1965; Okuda, 1982), correlacionan indistintamente los valores de nutrientes, temperatura, producción biológica con las surgencias y el régimen de los vientos Alisios.

5.3.2 La especie de cultivo

La clasificación con la cual contamos de nuestra alga cultivada es la de Gracilaria lemaneiformis. Esta especie habita en forma natural, formando pequeños bancos en aguas con poca profundidad (0.50–2.0 m). La explotación y el fomento de estos bancos resultan prácticamente anticomerciales, por lo cual han sido destinados como fuente de semilla para iniciar el desarrollo de líneas de cultivo y para fines científicos.

La línea que actualmente cultivamos proviene de los bancos naturales la cual a lo largo de 3 años de manejo y por sucesivas resiembras ha logrado estabilizar características tecnológicas de cultivo importantes como la alta fuerza del gel, mejor rendimiento de agar, altos niveles de crecimiento y rendimiento en cultivo y la capacidad de sobrevivencia durante las condiciones críticas que suelen ocurrir durante la estación baja.

Figura 5.1. Localización geográfica de la Península de Araya en Venezuela y de los cultivos de Gracilarias en la costa norte

Figura 5.1.

5.3.3 Tecnología del cultivo de Gracilaria

Varios sistemas de cultivos inicialmente fueron probados antes de llegar al que actualmente empleamos. El cultivo de las algas se realiza sobre una estructura de 0.6 ha, armada con cuerdas de polipropileno, suspendidas con flotadores (tubos de plástico de 10 l botellas PET de 2 l) y ancladas al fondo marino con muertos de cemento de 100 kg. Las algas se siembran en celdas de 36 m2 (Figura 5.2.). Para la implantación del alga en las cuerdas se emplea un artefacto compuesto por ganchos1 el cual permite a una persona sembrar 400 metros de cuerda con un promedio de 4,000 implantes en una faena de seis horas (Figura 5.3). La densidad de siembra “stock inicial” ha sido ajustada de 35 a 40 kg por celda y el tiempo de cosecha en 21 días, con el propósito de alcanzar un justo equilibrio entre el crecimiento del alga y su rendimiento por hectárea. El problema típico del desprendimiento de las alga por el estiramiento de la cuerda de polipropileno fue corregido con una segunda cuerda de rafia anudada a esta, en forma de bucles, la cual amortigua las tensiones que ejerce el movimiento del mar sobre la estructura de cultivo. Esta modalidad de cultivo sobre grandes estructuras flotantes ha demostrado ser bastante confiable ante las inclemencias del tiempo cuando son ancladas a profundidades mayores de los dos metros y en las zonas protegidas con menor profundidad. No se han detectado problemas de herbivorismo y epifitismo que afecten significativamente la productividad y calidad de las algas.

1 Diseñado por E. Racca.

Figura 5.2. Estructura de cultivo

Figura 5.2.

Figura 5.3. Equipo sembrador

Figura 5.3.

5.3.4 Crecimiento y estacionalidad

Actualmente se están realizando estudios para determinar la relación entre las condiciones meteorológicas y físico-químicas de las aguas y el crecimiento de las algas. Las variaciones del crecimiento son medidas en términos relativos: “Rendimiento Neto por Hectárea Mensual” (RNHM) y “Tasa de Crecimiento Específico Diario” (TCED).

En base a los datos hasta ahora acumulados cabe señalar una tendencia que demuestra una estacionalidad en el crecimiento. Los meses de marzo a agosto son de elevado crecimiento mientras que septiembre y octubre son de bajo rendimiento coincidiendo con la estación de lluvias y la disminución de los vientos locales (Figura 5.4.); en esta época las condiciones ambientales pueden tomarse muy críticas para las algas, cuando sobrevienen largos periodos de mar calma y la extrema de la corriente del agua, alcanzando niveles de estancamiento con elevación de la temperatura del agua. Tanto el crecimiento como la supervivencia de las algas se ven severamente disminuidos y comprometidos.

Figura 5.4. Variación estacional del rendimiento neto por hectárea mensual (RNHM) y de la tasa de crecimiento especifico diario (TCED)2, para un stock inicial de 1 kg de alga por m2, con 21 días de crecimiento, año 1993; los valores expresan el promedio de 12 celdas (unidades de cultivo de 36 m2).

Figura 5.4.

5.3.5 Condiciones ambientales

Para el entendimiento del comportamiento de las algas en cultivo y su relación con su hábitat, los datos de las condiciones físico-químicas del agua en zonas someras (0.80–1.50 m) y profundas (1.50–4.00 m) vienen siendo acumulados desde el tercer trimestre del año 1992 hasta marzo 1993. Entre otros se efectuaron mediciones de la temperatura del agua, la salinidad, el oxígeno disuelto y los nutrientes (nitratos y fosfatos).

En dicho período se registraron las siguientes variaciones: temperatura del agua de 27 a 23°C (Figura 5.5); salinidad de 32 a 36, oxígeno disuelto de 3.5 a 8 ppm; fosfatos de 0.00 a 0.30 mg/l y nitratos de 0.50 a 4.00 mg/l.

En ninguno de los parámetros se detectó una diferencia significativa entre las zonas profundas y someras. Tampoco se pudo comprobar una relación directa entre los mismos y la estacionalidad del crecimiento. Sin duda alguna es necesario continuar con estos estudios e incluir otras mediciones (iluminación, corrientes, registros de lluvia) que nos permitan hacer deducciones más contundentes.

No = biomasa inicial; Nt = biomasaal tiempo t; t = número de días

Figura 5.5. Registros de la temperatura del agua en °C (agosto de 1992 a octubre de 1993)

Figura 5.5.

5.4. PRODUCTOS Y SUS CARACTERÍSTICAS

5.4.1 Rendimiento de agar

Las algas cosechadas, son secadas directamente al sol por un tiempo no mayor de 24 horas incluyendo la noche, alcanzando así una humedad promedio de 15%. Los registros del contenido de agar en el alga seca pura tienden a mantenerse bastante estables a lo largo del año, acusando variaciones cuando sobrevienen condiciones críticas. Observamos que la temperatura alta y el estancamiento de las aguas tienden aparentemente a disminuir el contenido de agar. El contenido de impurezas insolubles depositadas en el alga seca, principalmente lodo, está relacionado con la turbidez del agua e influye en el rendimiento comercial del alga (Figura 5.6.).

Cabe destacar que el rendimiento de agar del alga cultivada, de un promedio de 30%, está muy por encima del rendimiento correspondiente al alga silvestre que apenas llega a un promedio de 15%

Figura 5.6. Variación del rendimiento de agar en el alga seca silvestre y cultivada con 15% de humedad, en % peso de agar/peso de alga (noviembre de 1992 a octubre de 1993; n = 4 muestras/semana)

Figura 5.6.

5.4.2 Fuerza de gel

La fuerza de gel, medido según el método NIKKAN, el agar obtenido del alga con tratamiento alcalino, registra a lo largo del año (Figura 5.7.), valores relativamente estables y en promedio por encima de los 1,000 g/cm2 y un rango de variación sobre el promedio de 250 g/cm2.

Figura 5.7. Registro del promedio mensual de la fuerza de gel de las algas cultivadas en g/cm2 (enero de 1992 a octubre de 1993; n = 4 muestras por semana)

Figura 5.7.

5.4.3 Temperaturas de gelificación y fusión

Estos parámetros de temperatura sirven para tipificar el agar y, en nuestro caso, el obtenido de la Gracilariopsis lemaneiformis es de 37°C para la gelificación y de 87°C para la fusión.

5.5. IMPACTO SOCIOECONÓMICO

5.5.1 Situación socioeconómica de la población

La Península de Araya es una de las regiones con mayor pobreza crítica que tiene Venezuela, por su aridez no es posible sustentar una actividad agrícola suficiente para el autoconsumo, tan solo se practica la cría del ganado caprino y en muy baja escala. La explotación de las Salinas de Araya y la Pesca Artesanal han sido tradicionalmente, desde la Colonia, las principales fuentes de trabajo de la población arayense. Los volúmenes de pesca han venido en los últimos años en un franco descenso por causa de prácticas inadecuadas de pesca, empleadas tanto por los pescadores ribereños artesanales como los industriales. Actualmente, la pesca solo tiene carácter de subsistencia y la población tiende a estar cada vez más en peores condiciones. Una buena parte de la población depende de la economía de la vecina ciudad de Cumaná y de otras ciudades más distantes, con lo cual se genera un grave éxodo de la población joven de la península. Muchos planes se han proyectado para redimir esta población, los cuales no han sido factibles o imposibles de realizar. Actualmente, por la grave situación económica del país, la población de Araya tiene cada vez menos esperanzas de lo que pudiera alcanzar el Estado.

5.5.2 Oportunidades de desarrollo

Araya tiene naturales posibilidades para superar su difícil situación. Existe un caudal de información en trabajos realizados por el Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente, Fundación La Salle y La Dirección de Pesca del Ministerio de Agricultura y Cría, que señalan la gran riqueza pesquera que tenían los mares de la región Oriental y de las extraordinarias condiciones ecológicas que sostenían esta riqueza, por lo cual en aquellos buenos tiempos se justificó la dirección de grandes esfuerzos e inversiones para el aprovechamiento de estos valiosos recursos. Actualmente, por un inadecuado manejo de pesquería, se ha convertido en una actividad económicamente menguada. Sin embargo, aún persisten las condiciones ecológicas marinas que en aquellos momentos sostuvieron tal actividad, subyacen aún y se encuentran disponibles para su reconversión. Gelca, a través de la Maricultura, ha logrado reactivar las bondades que guardan estos mares, al lograr exitosamente el cultivo de macroalgas; con el progreso de esta actividad observamos como poblaciones de peces, moluscos y crustáceos se establecen y progresan aprovechando el mejoramiento de las condiciones ambientales generadas por las algas. Intentamos llamar la atención sobre estas observaciones por cuanto, tanto la población de la Península de Araya como las islas vecinas tienen en la Maricultura la valiosa oportunidad esperada.

5.5.3 Desarrollo de granjas para cultivo de Gracilarias en Araya

Gelca, en estos tres años de estudio, comprobó la factibilidad del cultivo de Gracilarias en esta región en escala comercial. Serias dificultades fueron sorteadas antes de alcanzar los resultados obtenidos. El problema más serio confrontado en este proceso estuvo relacionado con la integración de la población con cultura puramente pesquera a esta novedosa actividad, la cual se inicia con violentas actitudes de rechazo hasta alcanzar un alto nivel de curiosidad, interés y adaptación a esta nueva cultura. No obstante este nuevo esquema debe consolidarse y se necesita tiempo para ello, sabemos que hay mucho por hacer en materia de recursos humanos y comprendemos que lo más importante en este camino es educar.

Para estudiar los mecanismos de integración del Hombre a esta nueva cultura, Gelca conformó cinco granjas experimentales de 0.6 ha con pobladores de los pueblos del Guamache, Guerito y el Rincón, entre hombres, mujeres y niños, preferiblemente relacionados familiarmente entre sí. Aun cuando hemos alcanzado un buen resultado con las granjas desde el punto de vista técnico, este proceso será objeto de trabajos sociales con el propósito de canalizar adecuadamente el impacto cultural que ocurrirá en esta población.

La costa Norte de la Península de Araya, desde El Morro de Chacopata hasta Punta Arenas, conforma el territorio ecológico natural de las Gracilarias. Se estima que en una primera etapa de cinco años es posible establecer en las áreas de menor conflicto de intereses, unas cincuenta hectáreas de cultivo, equivalente a noventa granjas. Cada granja ocupa directamente a siete personas e indirectamente a dos, las cuales se ocupan de la instalación y mantenimiento.

Los ingresos esperados para cada persona ocupada en las granjas se estiman en un mínimo de US$ 1,000 por año. El precio actual de venta FOB de las algas es de US$ 630 la tonelada. Con el mejoramiento esperado del precio en el mercado internacional de las gracilarias, este ingreso podrá verse significativamente aumentado. Es importante reseñar el efecto multiplicador que desarrolla la economía de las granjas en la región peninsular.

5.5.4 Inversión para el establecimiento de una granja

La inversión necesaria para la fundación de una granja, con una superficie inicial de 0.6 ha está estimada en el orden de los diez mil dólares americanos (Tabla 5.1.). Estimamos que el cuerpo de la estructura pueda durar mínimo dos años, las instalaciones fijas cinco años y el bote con el motor cuatro años.

La estructura de costos de Gelca para el desarrollo de esta actividad económica sitúa el punto de equilibrio, con los precios actuales de venta, en el nivel de las 400 tm anuales de producción, la cual pudiera lograrse con 10 a 15 granjas, siempre y cuando los granjeros alcancen los niveles de eficiencia óptima de sus granjas.

Tabla 5.1. Costos de una granja de 0.6 ha
RUBROSUS$
Materiales: cuerdas de polipropileno, anclajes, flotadores, redes, bambú, etc…3,250
Mano de obra:
Confección e instalación de la estructura, construcción del rancho y accesorios de trabajo.
1,300
Bote y motor3,000
Gastos operativos2,450
TOTAL10,000

Reconocimientos

Gelca, desea expresar sus más sincero agradecimiento a las familias de pescadores de los pueblos del Guamache y Guerito, a nuestros trabajadores, quienes con su abnegada y perseverante dedicación han hecho de los cultivos de gracilarias una gran realidad para su región.

Agradecemos la importante contribución recibida de las siguientes instituciones para el desarrollo de este proyecto: Ministerio del Ambiente y los Recursos Renovables, Alcaldía de Municipio Cuz Salmerón Acosta, Ministerio de Agricultura y Cría, Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente. Gobernación del Estado Sucre, Comando de la Guardia Nacional N°78 y el Consejo Nacional para la Ciencia, Investigación y Tecnología.

5.6 BIBLIOGRAFÍA

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