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Conferencia

30º período de sesiones

Roma, 12-23 de noviembre de 1999

DISCURSO DEL DIRECTOR GENERAL

 

Señor Presidente de la Conferencia,

Señor Presidente Independiente del Consejo,

Señoras y Señores Ministros,

Excelentísimas Señoras y Señores,

Un período de seis años es muy breve a escala de la historia. Es relativamente corto a escala de una vida humana, incluso para una institución fundada hace exactamente 54 años. Sin embargo, estos seis últimos años han sido importantes para la Organización por razón de los desafíos que ha tenido que afrontar y los numerosos cambios que ha sufrido para mejorar y adaptarse a un nuevo entorno político y económico.

(Estado mundial de la agricultura y la alimentación)

Antes de hacer el balance de este período, desearía evocar brevemente la situación de la agricultura y la alimentación en el mundo.

Las perspectivas para el año en curso en cuanto a la producción mundial de cereales han mejorado recientemente. Sin embargo, se prevé que la producción mundial, calculada en unos 1 870 millones de toneladas, será inferior en cerca del uno por ciento a la de 1998 y, en un 2 por ciento, a la de 1997. Cabe señalar, no obstante, que la producción de este último año fue excepcionalmente buena. El único incremento previsto se refiere al arroz, mientras que disminuirán las cosechas de trigo y otros cereales. Por primera vez desde hace cuatro años, el consumo previsto de cereales será superior a la producción, lo que obligará a recurrir a las existencias disponibles, las cuales disminuirán en nueve millones de toneladas reduciéndose a 331 millones, lo que representa una relación entre las exigencias y la utilización del 17,3 por ciento, que se mantiene en el margen de seguridad establecido entre el 17 y el 18 por ciento.

No es de extrañar, pues, que para la próxima campaña se prevea un incremento del 2 por ciento aproximadamente en el comercio mundial de cereales, cuyo volumen ascendería a 218 millones de toneladas. A pesar de todo, los precios de los cereales en los distintos mercados mundiales son en general más bajos que el año pasado, factor que es positivo para los países de bajos ingresos y déficit de alimentos, lo mismo que el aumento del volumen de la ayuda alimentaria que probablemente se aproximará al récord de 10 millones de toneladas en la campaña de 1998-99.

Otro signo alentador viene del sector pesquero, puesto que se prevé un incremento de la producción pesquera en 1999. Pero el aspecto más positivo es la reducción en 40 millones del número total de personas subalimentadas en los países en desarrollo entre 1990-92 y 1995-97, como lo demuestra el informe de la FAO, "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo". Esta reducción en unos ocho millones de personas por término medio al año es alentadora, pero sigue siendo muy insuficiente en relación con la cifra de 20 millones que sería necesaria para alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

(Situaciones de emergencia)

Por otra parte, la situación de la agricultura y la alimentación se caracteriza por muchos aspectos sombríos. Actualmente 35 países se enfrentan con graves situaciones de escasez de alimentos, causadas principalmente por condiciones meteorológicas adversas y por la emergencia y persistencia de conflictos internos o situaciones de guerra, pero que pueden deberse también a graves problemas económicos. Se registran estas situaciones de escasez en todas las regiones del mundo: en África, son 15 los países afectados, sobre todo en África oriental, mientras que necesitan actualmente ayuda alimentaria de urgencia siete países de Asia y cuatro de América central. Pero estas situaciones no se registran únicamente en los países en desarrollo, ya que se padecen también en cinco países de la Comunidad de Estados Independientes y en cuatro de la región de los Balcanes.

Desgraciadamente, no hay prácticamente ningún período del año en que la naturaleza no desencadene fenómenos climáticos catastróficos. Podrá ser la sequía, como este año en el Cercano Oriente y África oriental o anteriormente en el Pacífico y en Indonesia, donde se sufrieron incendios gigantescos, o tornados, ciclones o lluvias torrenciales, con toda su secuela de inundaciones y destrucciones catastróficas, como ha ocurrido recientemente en India y Viet Nam.

Ante estas situaciones, la función de la FAO es más importante que nunca, en primer lugar para evaluar la situación de la alimentación y la agricultura y las necesidades de ayuda alimentaria, y para informar a la comunidad internacional. En este sector, desde hace casi 25 años, el Centro de Información y Alerta de la FAO ha dado muestras de diligencia y neutralidad, sobre todo gracias a la profesionalidad de su personal que trabaja en colaboración estrecha con los agentes del Programa Mundial de Alimentos.

Por otra parte, se está realizando un amplio esfuerzo para establecer el Sistema de Información y Cartografía sobre la Inseguridad Alimentaria y la Vulnerabilidad, de conformidad con las decisiones de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Este sistema, que constituirá un valioso instrumento especialmente para la gestión de las situaciones de urgencia, funciona a escala internacional, pero sobre todo nacional, con la plena cooperación de los colaboradores del sistema de las Naciones Unidas en el marco de un comité interinstitucional.

En las situaciones de urgencia la FAO tiene que contribuir también a la recuperación de la producción agrícola evaluando las necesidades en cooperación con otras instituciones de las Naciones Unidas, en el marco de los llamamientos consolidados pidiendo ayuda alimentaria y, sobre todo, prestando ayuda directa a los agricultores. Después del último período de sesiones de la Conferencia, el Servicio de Operaciones Especiales de Socorro de la FAO ha debido intervenir en 64 países. EL valor de estas intervenciones se ha duplicado entre 1997 y 1998 pasando de 43 a 86 millones de dólares y podría ascender a 100 millones de dólares en 1999. Entre todas las situaciones de emergencia, destacaría solamente dos ejemplos significativos: el huracán Mitch y la crisis del Kosovo.

El huracán Mitch devastó durante el otoño de 1998 amplios sectores de la economía y la infraestructura de varios países de América central. Las fases habituales de alerta y determinación de las necesidades han permitido formular un programa de asistencia. Además de la ayuda alimentaria de urgencia por valor de más de 58 millones de dólares aprobada conjuntamente con la Directora Ejecutiva del PMA, la FAO ha proporcionado equipo y suministros para la rehabilitación de la agricultura, por valor de 1 920 000 dólares, un tercio de los cuales procede del Programa de Cooperación Técnica y el resto, de fondos fiduciarios.

Respondiendo a la crisis del Kosovo, la FAO ha centrado sus esfuerzos, ante todo, en las comunidades rurales que hospedan a los refugiados en Albania y en la ex República Yugoslava de Macedonia. Se ha movilizado un total de 3,5 millones de dólares para proyectos específicos y 14 funcionarios voluntarios de la FAO han sido destinados a los dos países. Tras la estabilización de la situación en el Kosovo, la FAO ha creado en Prístina una dependencia de coordinación de las operaciones de urgencia que coopera con la administración de las Naciones Unidas y presta apoyo técnico a las organizaciones no gubernamentales. Gracias al generoso apoyo de varios donantes, la ayuda de la Organización al Kosovo asciende actualmente a 6,7 millones de dólares.

(Otras "crisis")

Al mismo tiempo, la FAO se enfrenta cada vez más con otras "crisis". Se trata de problemas relacionados con la calidad y, sobre todo, con la inocuidad de los alimentos o con los efectos de las nuevas técnicas de producción agrícola, derivadas en general de los rápidos progresos de la biotecnología. La crisis de las "vacas locas", la presencia de dioxina en la cadena alimentaria y la difusión a través del intercambio comercial de organismos genéticamente modificados, son ejemplos recientes de los problemas con que se han enfrentado los gobiernos.

Se trata de un sector de la actividad de la FAO que ciertamente está llamado a crecer en el futuro. En efecto, la opinión pública, sensibilizada por los medios de difusión, trata de obtener una información objetiva sobre los riesgos posibles y exige medios de protección eficaces. Además, aunque estas "crisis" se han planteado sobre todo en los países adelantados, comparten la misma inquietud las autoridades y las poblaciones de un gran número de países en desarrollo que no tienen suficiente capacidad de análisis.

La Organización responde a estos desafíos y a estas solicitudes. Sus órganos competentes, como la Comisión de Recursos Genéticos, se ocupan activamente de elaborar códigos de conducta. Se ha emprendido un programa interdepartamental para tratar todos los aspectos técnicos de los problemas. Se están examinando actualmente los programas de la División Mixta FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Agricultura y la Alimentación para fortalecer su contribución en estos sectores. Un comité interno, apoyado por un grupo de expertos, está examinando las cuestiones éticas planteadas al respecto. El Codex Alimentarius sigue siendo el principal instrumento para el establecimiento de normas internacionales, actividad esencial en el contexto de un comercio que crece y se globaliza.

La FAO, manteniéndose sensible a la importancia y urgencia de estos problemas, debe concentrarse en el suministro de una información fundada en bases científicas, establecidas por expertos reconocidos internacionalmente.

(Realizaciones de estos últimos años)

(Impulso de las reformas y seguimiento de la Cumbre)

Hay dos factores que constituyen la clave del análisis de lo que la Organización ha realizado en estos últimos años: por una parte, el impacto de las reformas después de la reunión extraordinaria del Consejo de mayo-junio de 1994 y, por otra, el impulso dado por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de noviembre de 1996.

La preparación de 150 estrategias nacionales de desarrollo agrícola hacia el año 2010 constituyó un punto de partida importante para el seguimiento de la Cumbre. Actualmente, se está tratando de mejorar estos documentos a nivel nacional, sobre todo asociando a la sociedad civil al examen de los mismos. Además, se están preparando estrategias nacionales para tener en cuenta las posibles sinergias, en particular, en el sector del comercio agrícola, y armonizarlas en el marco de la acción de las agrupaciones económicas regionales existentes.

(Los Programas Especiales)

El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria está realizándose en 50 países y se halla en proceso de formulación en otros 25.

Deseo recordar que este Programa tiene por objeto asegurar un incremento sostenible de la producción agrícola en países con déficit de alimentos que no cuentan con recursos suficientes para colmar ese déficit con importaciones. Actualmente, 84 países han solicitado participar, entre ellos, seis que no forman parte del grupo destinatario. La asignación del Programa Ordinario es de sólo 10 millones de dólares en dos años. A petición de los gobiernos interesados, el Programa de Cooperación Técnica ha contribuido hasta ahora con un total de 8 millones de dólares a las actividades del Programa Especial. Estas contribuciones desempeñan una función esencialmente catalizadora, ya que la Organización ha conseguido movilizar a países donantes e instituciones financieras internacionales, cuya aportación asciende ya a 50 millones de dólares. La movilización de recursos adicionales es indispensable para la buena realización del Programa, así como para apoyar la ejecución de la primera fase en un mayor número de países y establecer así los fundamentos para la segunda fase.

Afortunadamente, el Programa Especial se beneficia también del apoyo de la iniciativa de cooperación sur-sur lanzada por la Organización. Hasta el momento, 25 países en desarrollo más adelantados han confirmado su voluntad de participar en esta iniciativa, en muchos casos, en favor de varios países. Se han firmado nueve acuerdos tripartitos, lo que representa un compromiso para la prestación de más de 900 expertos y técnicos. Con todos se necesitan más recursos financieros para ayudar a los países participantes a sufragar parte de sus compromisos y asegurar el relevo de la financiación inicial de la FAO.

El otro programa especial emprendido en 1994, del Sistema de Prevención de Emergencia de Plagas y Enfermedades Transfronterizas de los Animales y las Plantas (EMPRES), está realizando igualmente buenos progresos, también en este caso gracias al apoyo de los donantes. En la lucha contra la langosta del desierto, se ha movilizado para 1998 y 1999 un total de 4,9 millones de dólares, que permite ejecutar plenamente el programa en la zona central en torno al mar Rojo. No obstante, se necesitan recursos adicionales para proseguir las actividades después del 2000, pero también y principalmente para extenderlo a la región occidental y al Asia sudoccidental.

En cuanto al componente de sanidad animal del EMPRES, las actividades se centran fundamentalmente en la coordinación del programa mundial de erradicación de la peste bovina, así como en la elaboración y difusión de estrategias para la prevención, vigilancia y control de las principales epizootias. Los focos de peste bovina se limitan actualmente a algunos países de Asia y África y debería ser posible llegar a una erradicación completa para el 2005.

Por lo que respecta a las estrategias del EMPRES, se han difundido ampliamente, sobre todo en el ámbito de numerosos seminarios regionales, y se han aplicado con éxito en varios países, por ejemplo, para combatir la fiebre aftosa en Filipinas o la peste porcina en Côte d`Ivoire.

El EMPRES es una de las actividades en las que la FAO ha sabido explotar su ventaja comparativa y desempeñar una función directiva para la coordinación de actividades nacionales en la lucha contra las plagas y enfermedades y para la prestación de ayuda directa a los países afectados.

(La descentralización)

La descentralización de las actividades de la FAO fuera de la Sede ha constituido uno de los principales componentes del conjunto de reformas. Se ha desarrollado a lo largo de casi cuatro años, que han sido un período difícil sobre todo en el plano humano, pero que se ha superado, gracias al establecimiento, en colaboración con las asociaciones de personal, de un sistema transparente y objetivo de redistribución del personal y también recurriendo al procedimiento de rescisión del contrato por mutuo acuerdo.

Los equipos técnicos multidisciplinarios y reforzados, que actúan ya en la cinco Oficinas Regionales, y los equipos asociados de las cinco Oficinas Subregionales, permiten un acceso más inmediato de los Estados Miembros a los conocimientos técnicos disponibles en la Organización.

Entre tanto, la red de oficinas de la FAO en los países ha continuado asegurando sus funciones complementarias de enlace y apoyo, pero con unos costos mucho menores que antes. El sistema de corresponsales nacionales para los países donde las limitaciones presupuestarias no permiten establecer una oficina, ha constituido un gran éxito. Actualmente se hallan en funciones 20 corresponsales nacionales y se designarán otros en breve.

La descentralización comienza a dar sus frutos. Baste citar como ejemplo el crecimiento reciente de las aprobaciones de nuevos proyectos, tras un período de latencia provocado por los cambios. Las nuevas aprobaciones podrían alcanzar en 1999 la cifra récord de 430 millones de dólares, es decir, 100 millones más que en 1998. Estas cifras parecen indicar una inversión de la tendencia en el programa de campo, ya que en 1995 el total de las nuevas aprobaciones fue de 250 millones de dólares solamente. Es preciso señalar, no obstante, que los buenos resultados de 1999 se deben en parte al crecimiento excepcional de las operaciones de urgencia y a la aprobación de un gran proyecto de 35 millones de dólares.

Deseo expresar a este respecto mi profunda gratitud a los donantes, tanto de asistencia multilateral y bilateral como de fondos fiduciarios unilaterales, que demuestran así su firme confianza en la Organización. De hecho, tenemos ahora un grupo más diversificado, constituido ciertamente por los donantes tradicionales que se mantienen fieles, pero también por nuevos asociados que nos confían sus recursos.

(La apertura al exterior y los acuerdos de asociación)

La búsqueda de un mayor número de colaboradores es uno de los principios fundamentales de una FAO más moderna y más abierta al exterior. La Conferencia y los demás órganos de la FAO no han dejado de reafirmar este principio.

(Cooperación con la familia de las Naciones Unidas)

La ampliación de los colaboradores comienza con las demás organizaciones y programas de la familia de las Naciones Unidas, en particular, con las instituciones cuya sede se halla en Roma. La cooperación con el PMA y el FIDA se ha fortalecido notablemente gracias a las consultas sistemáticas entre las secretarías a todos los niveles. Estas consultas permiten no sólo coordinar la acción o los procedimientos, o compartir recursos como salas de conferencia, traducción, servicios y tecnologías de información, administración o formación de personal, sino también decidir actividades conjuntas. Además de las actividades tradicionales consistentes principalmente en la preparación de proyectos de inversión por cuenta del FIDA o en la evaluación con el PMA de las necesidades de ayuda alimentaria en los países afectados por situaciones de urgencia, han surgido otros muchos proyectos conjuntos que se exponen en un folleto publicado recientemente. Asimismo, la FAO ha firmado este año con el PMA y el FIDA acuerdos de cooperación para actuar conjuntamente en el sector de la seguridad alimentaria, en particular, en la ejecución del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria.

Otra iniciativa de cooperación para el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación es el establecimiento, bajo la égida del Comité Administrativo de Coordinación de las Naciones Unidas, de una red de desarrollo rural y seguridad alimentaria dirigida conjuntamente por la FAO y el FIDA, en estrecha cooperación con el PMA, en la que participan 20 organizaciones de las Naciones Unidas. En el marco de esta red, se han establecido grupos temáticos a nivel nacional, bajo la égida del Coordinador Residente de las Naciones Unidas y con el apoyo técnico del Representante de la FAO, especialmente para el seguimiento de la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre. Este sistema afecta a casi 80 países.

(Cooperación con instituciones financieras)

Otra forma de asociación es la importante función que desempeña la FAO en la elaboración de proyectos de inversión financiados por el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales. El volumen anual de nuevas inversiones en favor del desarrollo agrícola generadas por el Centro de Inversiones ha aumentado regularmente durante los últimos años, pasando de 2 000 millones de dólares a comienzos de los años noventa a 3 000 millones en 1997 y 1998. Esto representa más de 100 veces el costo del programa para la FAO y las mismas instituciones financieras.

(Los nuevos acuerdos de asociación)

Los nuevos programas de asociaciones se han centrado especialmente en los distintos acuerdos de cooperación técnica entre países en desarrollo y entre países en transición, que han sido firmados por 125 países y, hasta el momento, han permitido utilizar 1 582 expertos y consultores en estos países.

Asimismo, la cooperación con instituciones universitarias y centros de investigación ha permitido a la FAO beneficiarse de los servicios de 342 expertos visitantes, a la vez que ha podido contar con la colaboración de 1 343 expertos jubilados en el marco del Programa que permite su utilización. Por último, el programa de jóvenes profesionales de países en desarrollo ha permitido asegurar la formación sobre el terreno de 26 de ellos y el programa de voluntarios, establecido recientemente, ofrecerá a la Organización otra posibilidad de complementar sus recursos humanos y fortalecer la cooperación internacional. En total, la Organización ha empleado a cerca de 3 300 personas en el marco de estos programas desde la iniciación de los mismos.

(Cooperación con las ONG y el sector privado)

Otras medidas han contribuido también a una mayor apertura de la Organización hacia el exterior. A este respecto, dos de los grupos hacia los que se han dirigido especialmente los esfuerzos son las organizaciones no gubernamentales y el sector privado. Una dependencia de la Sede se dedica exclusivamente a fortalecer la cooperación con estos asociados fundamentales.

(Día Mundial de la Alimentación y TeleFood)

El Día Mundial de la Alimentación y las actividades conexas siguen siendo la punta de lanza de la Organización para movilizar a la opinión pública. Se continúa celebrando este día en todo el mundo. El tema elegido este año era especialmente propicio, ya que acentuaba la función de la juventud en la lucha contra el hambre. La población juvenil asciende a más de un millar de millones, el 50 por ciento de ella vive en las zonas rurales, y su contribución es esencial para asegurar en el futuro una agricultura sana y dinámica.

La operación TeleFood, que recibió el apoyo de ustedes en la Conferencia de 1997, ha contribuido mucho a sensibilizar a la opinión pública en relación con las causas profundas de la inseguridad alimentaria y a movilizar al público en favor de la lucha contra el hambre y la malnutrición en el mundo. En 1997 y 1998, más de 60 países participaron directamente de una forma u otra, lo que ha permitido hacer llegar el mensaje a 500 millones de personas y recaudar cuatro millones de dólares en donativos. Para 1999, se han celebrado ya varias manifestaciones en todo el mundo, pero el acto principal será el concierto previsto para fines de este mes en Jamaica, que será transmitido por las televisiones de varios países el 4 de diciembre.

Los fondos recaudados gracias a TeleFood han permitido hasta ahora emprender en 96 países 457 pequeños proyectos concretos en favor de la seguridad alimentaria, en 96 países, por un valor total de 3,5 millones de dólares.

(Los medios logísticos)

No se debe olvidar la importancia de disponer de medios logísticos modernos y eficientes para una organización que debe actuar en todas las partes del mundo, frecuentemente en condiciones de urgencia.

La descentralización ha exigido inversiones considerables en infraestructura de comunicaciones, que se han realizado ya prácticamente y han permitido unir a todas las oficinas dentro de una red. Casi todos los funcionarios, cualquiera que sea su lugar de trabajo, pueden intercambiar ahora mensajes electrónicos, documentos y datos casi instantáneamente. Además, el acceso generalizado a los inmensos recursos de Internet, y a los de su versión interna que llamamos Intranet, ha duplicado la capacidad de análisis del personal.

Esta "infraestructura" de difusión de la información no solamente se halla al servicio del personal, sino también, y sobre todo, al servicio de los usuarios de todo el mundo. La FAO puede estar particularmente orgullosa del éxito exponencial de su sitio de Internet, que actualmente registra un promedio mensual de casi 6,5 millones de accesos a sus distintas páginas. Se puede valorar así aún más el inmenso patrimonio de información y datos estadísticos acumulado en el Centro de Información Agraria Mundial.

En cuanto a los edificios, no se han descuidado. Nuestra sede posee ahora un conjunto de salas de reuniones, o un club de prensa y centros audiovisuales, de excelente calidad. Prueba de ello es la demanda creciente de organizaciones externas para celebrar en ellas sus reuniones. Todo esto ha sido posible gracias a las generosas contribuciones de numerosos donantes, principalmente del Gobierno del país anfitrión. Deseo reiterar aquí el profundo agradecimiento de la Organización por estas contribuciones.

No puedo menos de dar también las gracias a los gobiernos de los países anfitriones de las oficinas descentralizadas de la FAO en todo el mundo, por los esfuerzos que realizan continuamente a fin de mejorar las instalaciones.

(Sistema de gestión administrativa y financiera)

Una institución como la FAO debe disponer también de un sistema eficiente de gestión administrativa y financiera. Ahora bien, como lo comprobó ya el Auditor, el sistema de gestión financiera FINSIS y, en menor medida, el sistema de gestión de personal PERSIS, desarrollados basándose en los procedimientos administrativos existentes, eran demasiado rígidos y complicados y, sobre todo, no permitían producir todos los tipos de información indispensables para una buena gestión. Un consultor confirmó asimismo que sería demasiado costoso modificar dichos programas y que era preferible sustituirlos. El Comité de Finanzas que examinó esta propuesta y la consideró bien fundada.

Después de la convocación de una licitación, a fines de 1995 se seleccionó el programa comercial ORACLE para que sirva de fundamento del nuevo sistema. La fase de preparación ha durado más de lo previsto, por falta de recursos suficientes. Además, era necesario instalar un sistema adaptado a oficinas en proceso de descentralización, que pudiera integrarse en el sistema central desarrollado para la Sede y las oficinas regionales.

El nuevo sistema financiero ha comenzado a funcionar en mayo de 1999. Sin embargo, su funcionamiento seguirá centralizado dentro de las dependencias de apoyo a la gestión de los departamentos hasta que se resuelvan los últimos problemas técnicos. Pero desde el comienzo del año próximo, todos los directores de las direcciones, los jefes de los servicios y los directores de proyectos tendrán un acceso directo al sistema que les permita administrar el presupuesto y realizar las transacciones más sencillas. De las transacciones más complicadas se encargará un nuevo servicio central de apoyo a la gestión.

La instalación de este sistema debe ir acompañada de la simplificación de los procesos administrativos y de una mayor delegación de autoridad. Con todo, es preciso proceder metódicamente para no poner en peligro las garantías de un buen funcionamiento y aplicar los controles necesarios. Se han revisado, por lo tanto, todos los aspectos de la vida administrativa de la institución. Los correspondientes reajustes de la estructura, tanto en la sede como en las regiones, forman parte de las propuestas que se les han presentado a ustedes en el Programa de Labores y Presupuesto para el próximo bienio.

(El balance de las economías realizadas)

¿Cómo ha sido posible realizar todo esto - la descentralización, la apertura de nuevas oficinas subregionales y de enlace, la modernización de los medios, la iniciación de nuevos programas - manteniendo a la vez un volumen suficientes de actividades en todos los sectores considerados prioritarios por los Órganos Rectores, mientras que el presupuesto bienal de la FAO se ha reducido de 673 millones de dólares EE.UU. en 1994-95 a 650 millones en los dos últimos bienios, es decir, con una pérdida real de poder adquisitivo del orden del 10 al 15 por ciento?

Ha sido necesario buscar sistemáticamente todos los aumentos de eficacia que se podía conseguir:

Las economías totales así realizadas - y que han tenido un efecto permanente en el presupuesto - ascienden a unos 50 millones de dólares al año. Yo creo que no hay respuesta más elocuente a la pregunta que acabo de formular. No obstante, es preciso recordar que las reformas emprendidas han estado determinadas solamente por la necesidad de conseguir economías. No se ha olvidado nunca el aspecto cualitativo.

(Una mirada al futuro)

¿Cuáles son ahora las orientaciones para el futuro?

Ante todo hay que consolidar los logros y, por lo tanto, mantener la lógica:

¿Cuáles son las tendencias y fuerzas principales que influirán en las actividades futuras de la FAO?

Todas estas cuestiones se han tenido en cuenta al elaborar el Marco Estratégico que guiará las actividades de la Organización durante los próximos quince años.

Indudablemente el futuro de la FAO dependerá también de los recursos que se pongan a su disposición. A este respecto, no puedo menos de hacer votos por que el período de restricciones termine pronto para esta Organización, lo mismo que para las demás de la familia de las Naciones Unidas que comparten sus objetivos y sus combates.

(El programa de la Conferencia)

Desearía abordar ahora el programa de este importante período de sesiones de la Conferencia.

(El Marco Estratégico 2000-2015)

Se somete a la aprobación de ustedes el Marco Estratégico que acabo de mencionar. La FAO no es la única institución empeñada en una reflexión de esta envergadura. No obstante, es preciso señalar el carácter plenamente participativo del proceso de elaboración del documento, así como los análisis detallados que se han realizado para darle la necesaria amplitud de miras.

Se ha hecho un esfuerzo extraordinario para consultar a todos los asociados, en especial a otras organizaciones y programas del sistema de las Naciones Unidas. Ciertamente se ha dado prioridad a los miembros de la Organización en este proceso. En la historia de la FAO no hay sino pocos ejemplos de documentos que hayan sido objeto de debates intergubernamentales tan amplios, fundados en varias versiones progresivamente enriquecidas. Las principales instancias de la FAO, desde las conferencias regionales, pasando por los comités técnicos del Consejo, hasta el Consejo mismo y sus órganos auxiliares, pudieron formular sus opiniones y aportar su contribución, en algunos casos, repetidas veces. Por otra parte, era ésta la condición necesaria para crear en todos los miembros un sentimiento de propiedad del contenido del documento.

(El Programa de Labores y Presupuesto)

Otro documento que se presenta a la Conferencia es, como siempre, el Programa de Labores y Presupuesto.

A petición del Consejo, el documento contiene tres opciones principales. La primera corresponde a cierto, si bien mínimo, "crecimiento real", la segunda, a un "crecimiento real cero" y la tercera, a un "crecimiento nominal cero". Todas ellas se basan en un tipo de cambio provisional de 1 800 Liras italianas por un dólar estadounidense.

La opción del crecimiento real implicaría ciertamente un aumento de las cuotas de los Estados Miembros de un 6,5 por ciento aproximadamente. Pero permitiría a la Organización responder de forma mucho más completa a las solicitudes expresadas por las conferencias regionales y los comités técnicos del Consejo, sin olvidar las importantes conferencias celebradas este año en la Sede sobre los sectores forestal y pesquero y sobre los pequeños estados insulares en desarrollo.

"El crecimiento real cero" implicaría un aumento notablemente menor de las cuotas, en torno al tres por ciento. Pese al reducido margen de maniobra, se mantienen en él las actividades económicas y técnicas esenciales de la FAO. Se puede incluso introducir una serie de medidas adicionales para corregir el desequilibrio en la utilización de los idiomas en la Organización, respondiendo así a las expectativas de los países interesados. Es importante subrayar que esta opción incluye también una reforma de las estructuras administrativas en la Sede, que puede realizarse gracias a la introducción de nuevos sistemas informáticos de gestión.

La tercera opción, "crecimiento nominal cero", repite sencillamente la cuantía de 650 millones de dólares aprobada para el bienio 1998-99 y, es preciso recordarlo también, para el bienio precedente 1996-97. Esta opción ha exigido determinar recortes por un valor total de unos 15 millones de dólares. Podrá hacerse esto solamente mediante la aplicación de otras reformas de estructuras en las oficinas regionales. Resultan también afectados los programas técnicos y económicos, pero quedan protegidos unos cuantos sectores prioritarios.

Estos sectores "protegidos", con arreglo a los puntos de vista expresados por ustedes, incluyen en particular:

Corresponde a los representantes de los Estados Miembros reunidos en esta Conferencia hacer la elección acertada con pleno conocimiento de causa. La Secretaría, por su parte, pondrá fielmente en práctica las decisiones que adopte la Conferencia.

(Oros puntos importantes)

Además del Marco estratégico y el Programa de Labores y Presupuesto, la Conferencia tratará otras cuestiones importantes en este período de sesiones.

Dos de ellas afectan a la esencia misma de la labor normativa de la Organización: el Compromiso internacional sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura y las conclusiones de la Conferencia de plenipotenciarios sobre el convenio de Rotterdam para la aplicación del procedimiento de consentimiento fundamentado previo. Ambos temas demuestran que los aspectos normativos siguen siendo prioritarios en la labor de la FAO.

Por último, la Secretaría seguirá con atención los debates sobre los progresos logrados en el seguimiento de la Cumbre Mundial de la Alimentación y la integración de las cuestiones de paridad hombre-mujer en la FAO.

A este propósito, quiero destacar la importancia de la Consulta de alto nivel sobre la mujer rural y la información que tuvo lugar aquí mismo a comienzos del mes pasado. La Consulta reunió a 326 participantes provenientes de 111 países, incluidos 43 miembros del gobiernos, y ha contribuido ciertamente a fomentar el reconocimiento, especialmente por parte de los responsables de las decisiones, de la función de la mujer en el desarrollo. La reunión apoyó una estrategia de acción para la adopción de políticas que armonicen los objetivos de la seguridad alimentaria y los de la paridad hombre-mujer. Esa estrategia quedará incorporada en el nuevo plan de acción de la FAO para la integración de la mujer en el desarrollo, que se les presentará a ustedes en el 2001.

Deseo recordar asimismo los esfuerzos constantes para elevar el porcentaje de mujeres dentro del personal de la FAO, sobre todo en las categorías superiores, y en las representaciones de los países. Estos esfuerzos empiezan a dar fruto ya que, en comparación con enero de 1994, la proporción de mujeres en la categoría de directores ha aumentado del 4 al 11 por ciento y el número de mujeres representantes de la FAO ha pasado de 2 a 10.

(Conclusión)

Señor Presidente, Excelentísimas Señoras y Señores;

Indudablemente, la Organización está hoy bien equipada en lo que respecta a sus estructuras y medios logísticos, y lo estará próximamente en lo relativo a sistemas de gestión. Se ha actualizado totalmente con respecto a los cambios excepcionalmente rápidos en las tecnologías registrados en su sector de actividad, así como con respecto a las técnicas de ofimática y comunicaciones, que caracterizan nuestra época. En el contexto de un mundo tan diversificado en el umbral del tercer milenio, ha sabido mantener y, en caso necesario, reforzar su cooperación con sus asociados naturales, entablando a la vez otros vínculos prometedores con los colaboradores de la sociedad civil.

No obstante, la FAO debe ser capaz de demostrar siempre que merece la confianza de sus miembros, administrando eficazmente los recursos que se le han encomendado. Debe demostrar que sigue siendo el instrumento eficaz al servicio de la cooperación internacional en cualquier sector de la agricultura y la alimentación, tal como sus fundadores lo habían previsto. Por último, y especialmente, debe continuar respondiendo en la medida de sus medios a las expectativas de los más desposeídos, de todos los que padecen en el mundo la pobreza, el hambre y la malnutrición.

Esta es la causa a la que siempre he creído deber servir y a la que, de nuevo, en este día, me comprometo ante ustedes a servir.

Muchas gracias.