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Escrito por por Eve Crowley, Representante a.i. para FAO en Ecuador

El Día de la Educación Ambiental es una fecha que va más allá de reconocer la importancia de los ecosistemas o la biodiversidad. Al contrario, debe transformarse en un llamado a la acción y en una invitación a repensar nuestra relación con el planeta. En cualquier momento de nuestras vidas, la educación ambiental también nos puede invitar a reflexionar sobre cómo vivimos, cómo nos alimentamos, qué extraemos y qué devolvemos a nuestro entorno, y por ejemplo, qué estamos haciendo para reducir el desperdicio alimentario. De eso quisiera hablarles en esta ocasión.

La forma en la que producimos, consumimos y gestionamos los alimentos tiene un impacto directo en el medio ambiente y en nuestra propia salud. La agricultura intensiva y el uso excesivo de los recursos naturales guardan relación con lo que llevamos a nuestra mesa. ¿Qué ves en tu plato? ¿Sabes de dónde vienen tus alimentos? ¿Sabes cuánto se necesitó para producirlos?

Fechas como estas, vuelven imperativo también hablar sobre la necesidad de educarnos, prepararnos y comprometernos para transformar nuestros sistemas agroalimentarios y propiciar ambientes alimentarios saludables y sostenibles. Debemos trabajar juntos para garantizar que nadie pase hambre, que todas las personas tengan acceso a alimentos saludables y nutritivos y que la agricultura sea una actividad productiva que brinde oportunidades de desarrollo y bienestar a las comunidades rurales. Esto implica repensar la producción de alimentos de manera más sostenible, promoviendo la agricultura regenerativa y apoyando a los pequeños productores, agricultores de la agricultura familiar campesina, pescadores artesanales, entre otros.

En este Día de la Educación Ambiental, instamos a todas y todos a tomar acción. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar frente a la sostenibilidad de nuestro futuro. Desde la FAO, reafirmamos nuestro compromiso con apoyar los esfuerzos y programas del Gobierno nacional que trabajen por garantizar el Derecho a la alimentación y a un Ambiente Sano . Así también, redoblaremos los esfuerzos necesarios para seguir promoviendo una mejor nutrición, una mejor producción, un mejor medioambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás