La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) apoyará al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), a través de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (AGROCALIDAD), en los procesos de sanidad forestal en el país. Es decir a detectar, combatir y controlar plagas y enfermedades forestales.

Como parte del proyecto, que tendrá un año de duración, se desarrollará una Estrategia Nacional de Sanidad Forestal que permitirá orientar las políticas y acciones institucionales en aspectos productivos, fitosanitarios, económicos y comerciales del sector forestal. Además, se diseñará una Guía de Buenas Prácticas de Producción Forestal.

Pedro Pablo Peña, Representante de la FAO en Ecuador, explica que las actividades se enfocarán en mantener un equilibrio adecuado en los sistemas forestales. “Es necesario un enfoque estratégico para garantizar la sanidad y la productividad de los bosques a fin de optimizar su capacidad para ayudar a mitigar el cambio climático, conservar la diversidad biológica, salvaguardar el hábitat de la flora y fauna silvestres, y proteger los suelos y las cuencas hidrográficas”.

El proyecto contempla el diseño y la implementación de talleres de capacitación para los técnicos de AGROCALIDAD. Se prestará una atención especial a los participantes con el fin de asegurar la sostenibilidad de los resultados y la transmisión de la información dentro de la Organización.

Los bosques contribuyen a la Seguridad Alimentaria y Nutricional

Los bosques suponen una contribución vital para la biodiversidad; son fuente de alimentos, medicinas y combustible para más de 1.000 millones de personas. Adicionalmente, tienen el potencial de absorber cantidades significativas de emisiones de carbono, por lo que contribuyen a combatir el cambio climático.

Mientras que los sistemas alimentarios modernos son muy dependientes de los combustibles fósiles, los bosques sostenibles proporcionan una forma renovable de construir, calentar y amueblar. La madera vuelve a crecer y los bosques bien gestionados siguen creciendo siempre. Material natural, reciclable, reutilizable y biodegradable, la madera es una parte vital de cualquier futuro sostenible, una solución para las necesidades de infraestructura y energía.

El uso y manejo sostenible de los ecosistemas terrestres, los bosques, las montañas, la tierra y los suelos y la biodiversidad están articulados dentro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 que impulsa Naciones Unidas.