FAO en El Salvador

Mesoamérica sin Hambre se ha convertido en una columna vertebral para lograr el “Hambre Cero”

31/10/2019

En su última visita a El Salvador, el Sub-Director General y Representante Regional para América Latina y el Caribe de la FAO, Julio Berdegué, hizo un recuento de los principales impactos del programa Mesoamérica sin Hambre y su contribución al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) No.2, como es lograr el Hambre Cero. Entre estos destaca el fortalecimiento de los marcos normativos, de la agricultura familiar, así como el aporte fundamental del Gobierno de México para avanzar en la promoción de la seguridad alimentaria y nutricional y el desarrollo territorial.

¿Qué destacaría de Mesoamérica sin Hambre? ¿Cuál es la principal contribución del Programa en la región?

El programa Mesoamérica sin Hambre que la FAO impulsa en colaboración con el gobierno de México, a través de su agencia de cooperación, la AMEXCID y los países de Mesoamérica es una iniciativa en mi opinión extraordinariamente exitosa. Se ha convertido en una columna vertebral, en torno a la cual se han articulado muchas otras iniciativas en distintos países para avanzar en nuestro objetivo central como FAO y del mundo que es: cero hambre.

Hemos aprendido numerosas cosas en este programa y el programa permite un mecanismo para que las lecciones y los aprendizajes en los distintos países y en las comunidades rurales de esos países circulen, vayan de un lugar a otro. No solo un programa que apoya a tal o cual comunidad a realizar estrategias para mejorar sus condiciones de seguridad alimentaria y nutricional, sino, que también es un vehículo de comunicación de este aprendizaje en toda la región mesoamericana.

Pero, además, Mesoamérica sin Hambre no se ha conformado y yo creo que esta es una característica esencial que explica su éxito, no se ha conformado solo con los impactos a nivel local, sino, se trata de ver cómo estos aprendizajes, que sabiendo los que sí funcionan en la práctica, en la realidad, alimentan las políticas públicas. Tenemos todavía millones de personas en condiciones de inseguridad alimentaria en Mesoamérica y no podemos ir proyectito por proyectito tratando de resolver la situación del hambre.

Necesitamos políticas públicas de alimentación escolar, de protección social, de fomento a la agricultura familiar, que sin esos pilares no vamos a vencer el hambre. Mesoamérica sin Hambre pone a prueba estrategias concretas en las comunidades, pero las transforma también en políticas públicas, en diálogo de políticas porque esa es la manera de lograr el objetivo número 2 de la Agenda 2030: hambre cero.

¿Cómo considera que este trabajo conjunto entre la AMEXCID y la FAO contribuye a temas actuales como la migración, cambio climático, etc?

Nosotros hemos propuesto como Organización que la solución al problema de la migración en la región mesoamericana es el desarrollo. La mitad de la migración de los países por ejemplo como Honduras, Guatemala y El Salvador proviene de zonas rurales. El desarrollo rural es la única solución.

Desarrollo rural. ¿Aquí qué incluye? En primer lugar, seguridad alimentaria y nutricional. Si las personas encuentran que en sus lugares de origen no pueden alimentar a sus familias, a sus niños que están sufriendo hambre, van a buscar otras oportunidades afuera. Pero también, oportunidades económicas, especialmente para los jóvenes. Claro, un joven no se puede conformar con estar en un lugar que no le ofrece futuro, oportunidades. Hay que dar oportunidades de desarrollo económico y de empleo a mujeres y hombres jóvenes en el campo.

Y, en tercer lugar, muy importante, crecientemente importante, los embates del cambio climático, la sequía. Otra vez hemos tenido que declarar situación de sequías en el corredor seco. Es decir, 2.4 millones de personas se han quedado en condiciones de vulnerabilidad y muchos de ellos pueden estar pensando: me tengo que ir porque mis cosechas han fracasado.

Mesoamérica sin Hambre, Nosotros hemos dicho, con todos nuestros socios y el gobierno mexicano, pero también en los países que Mesoamérica sin Hambre es una plataforma que ya existe y que hay que aprovechar para hacer desarrollo rural, que es la única forma de mitigar esta migración obligada y causada por la desesperanza.