FAO en El Salvador

Familias producen en medio de la pandemia por COVID-19

27/07/2020

Ante los efectos generados por la pandemia del virus COVID-19 sobre los sistemas alimentarios y el incremento del hambre y la pobreza, gobiernos locales al oriente de El Salvador impulsan acciones para enfrentar la inminente inseguridad alimentaria y nutricional, dada las limitantes que las familias productoras deben enfrentar para producir y acceder a sus alimentos, producto de medidas de seguridad sanitaria para evitar el contagio del virus. 

Con los apoyos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), en el marco del programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” y del Ministerio de Agricultura y Ganadería a través del CENTA, al menos once municipalidades están destinando recursos financieros para la provisión de insumos agrícolas y brindar asistencia técnica.

Estos son aprovechados por más de 1,300 mil familias que están produciendo hortalizas y están siendo apoyadas en la reproducción de aves de doble propósito lo cual les permitirá acceder a proteína para garantizar que haya alimentos en sus hogares; estas familias han sido afectadas en su productividad por la pandemia del COVID-19.

Las municipalidades que han activado las acciones de apoyo en seguridad alimentaria y nutricional, en el marco de “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO”  son Nueva Granada, Ciudad El Triunfo, Berlín, Alegría, Jucuarán, San Buenaventura y Mercedes Umaña, en el departamento de Usulután; Yamabal, en Morazán; San Miguel, Nueva Guadalupe y Chinameca en San Miguel.

Como resultado de la sinergia entre los gobiernos locales, “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” y bajo la coordinación del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), las familias han trabajado en: la preparación de suelo, elaboración de semilleros, construcción de invernaderos artesanales para la producción de plantines, huertos familiares, huertos urbanos, Escuelas de Campo, crianza de gallinas, producción de chile en invernadero y parcelas de hortalizas, entre otras.

De acuerdo con el alcalde municipal de Yamabal, Adonay Gómez, la situación por COVID-19 implicará la reorientación del presupuesto municipal para incentivar más la productividad local y palear la inseguridad alimentaria que se prevé en los próximos meses.

“Nosotros (Yamabal) vamos a suspender la construcción de alguna infraestructura y vamos a destinar más recursos para el impulso de iniciativas productivas para la SAN. Los apoyos de la AMEXCID y la FAO a través de Mesoamérica sin Hambre nos han ayudado a ordenar estas acciones, a organizar a las familias, a fomentar la productividad y todo esto nos ha preparado para afrontar la situación que estamos viviendo hoy día”, indicó Gómez. 

Cabe destacar que paralelo a la entrega de insumos, los municipios implementan medidas alternas para garantizar la SAN de sus habitantes, tal es el caso de Yamabal, en Morazán, donde está funcionando el granero municipal, que ha sido fortalecido por el Programa. 

A través del granero, los productores retribuyen una parte de su cosecha para almacenar maíz y frijol, generando en conjunto alrededor de 2,000 quintales de granos. Dicha reserva municipal está siendo utilizada actualmente en apoyo a las familias afectadas directa o indirectamente por Covid-19.