FAO en El Salvador

Familias del corredor seco de zona oriental mejoran seguridad alimentaria con producción de hortalizas

09/12/2016

La producción de hortalizas ha mejorado la seguridad alimentaria de las familias participantes en el proyecto "Respuesta a la Emergencia por la Sequía y la Resiliencia en el Corredor Seco Centroamericano" (Proyecto SFERA), financiado por la Cooperación Belga para el Desarrollo, ejecutado por los gobiernos municipales, CENTA, MicSur y con el apoyo técnico de FAO.

Dos mil familias vulnerables de los municipios de Guatajiagua, Semsembra y Yamabal han recibido acompañamiento técnico e insumos para mejorar sus medios de vida gracias a esta iniciativa.

El apoyo consiste en proveer insumos agrícolas para restablecer la producción de alimentos y estabilizar los medios de vida; rehabilitar y diversificar la producción agrícola y reforzar los activos financieros y sociales, así como el fomento de capacidades de las familias e instituciones involucradas a través de la promoción de enfoques innovadores para prepararse y responder a emergencias, mejorando la seguridad alimentaria y la resiliencia.

Elmer Antonio Amaya, de 16 años, es un ejemplo de la dedicación de las familias a la siembra de hortalizas y la agricultura.

Su huerto es muy preciado y se dedica al cuido de él cada día; gracias a su esfuerzo han logrado producir chile, tomate, pepino, ejote, repollo y rábano en un espacio de 100 m².

"La gente me dice que a él no lo ven en la calle ni con teléfonos sino que se encuentra siempre sembrando y cuidando del huerto" asegura su madre, Silvia Amaya, quien destaca el sentido de responsabilidad que ha generado en el joven el cuido del huerto.

El proyecto utiliza un enfoque de medios de vida sostenibles con el fin de fortalecer los diferentes activos de los hogares rurales vulnerables, proporcionando insumos y equipos que contribuyen al capital físico de los hogares y les permite diversificar sus fuentes de alimentos e ingresos; se promocionan prácticas de agricultura sostenible permitiendo a los pequeños agricultores una mejor gestión de los activos físicos, como el suelo y el agua.

Las familias participantes fueron seleccionadas por un equipo técnico que incluye a los socios para la implementación, de acuerdo a los siguientes criterios: familias o grupos donde la agricultura es la principal fuente de sustento, hogares vulnerables con riesgo de malnutrición, con niños pequeños, los hogares encabezados por personas con discapacidad y grupos reconocidos por participación de la comunidad.

En la primera fase, se proporcionaron 2,000 paquetes de semillas de maíz y fertilizante a familias afectadas por la sequía.

Actualmente se están promocionando prácticas de producción sostenible de alimentos, mejorando la gestión de agua y suelo, fortaleciendo los conocimientos sobre Resiliencia y medidas de adaptación al cambio climático para 250 familias.