Más de 100 funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Ministerio de Economía (MINEC), de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE) y del Centro Nacional de Transferencia de Tecnología (CENTA) participaron en el proceso de apropiación y construcción de la Metodología de Coordinación Interministerial para el desarrollo Integral, con enfoque territorial-sectorial propuesto por la FAO en El Salvador, en los últimos dos años.

El Modelo Metodológico, que este día fue entregado oficialmente a las autoridades de estas carteras del Estado, se formuló con el objetivo de coordinar el trabajo interinstitucional para el abordaje integral de las problemáticas de los sectores más vulnerables al hambre y la pobreza.

La primera experiencia de implementación de este nuevo enfoque de trabajo se desarrolló en 5 rubros productivos: café, camarón, hortalizas, lácteos y apícola, beneficiando con ello a más de 500 productores y productoras de 12 iniciativas productivas distribuidas en el territorio nacional.

“Esta lógica de participación comprometida y articulada de los diferentes actores ha constituido un elemento estratégico para potenciar y fomentar su propio desarrollo. Mediante esta metodología, los actores locales se vuelven protagonistas de las acciones que buscan la transformación económica y social de los contextos en que se encuentran”, explicó el Dr. Alan González, Representante de la FAO en El Salvador.

Por su parte, las autoridades de Gobierno reiteraron el compromiso de continuar trabajando bajo esta lógica en futuras iniciativas. 

El enfoque territorial-sectorial del Modelo Metodológico

Con el propósito de concretizar enfoques inclusivos (como el de agrocadenas en los territorios), y como resultado de una reflexión sobre la articulación efectiva de los procesos de decisión territorial (local) con los procesos de decisión institucional (nacional), este modelo metodológico propone en la práctica una combinación de elementos tanto del enfoque de cadenas de valor, como elementos operativos y conceptuales del enfoque de desarrollo territorial.

Desde este enfoque se busca conseguir, en la brevedad posible, el máximo aprovechamiento de las ventajas competitivas de un sector (rubro) y de las ventajas comparativas que posee un determinado territorio.

Desde esta perspectiva, la práctica o vida cotidiana a nivel local alimenta el proceso de toma de decisiones en el ámbito político y viceversa.

A partir de esta visión, la heterogeneidad existente en los territorios (en cuanto a sus aspectos sociales, productivos, organizativos, entre otros) debe considerarse como un capital endógeno que posibilite mejorar la calidad de vida de la población, teniendo en cuenta el manejo sostenible y sustentable de los recursos naturales.