FAO en El Salvador

Mujeres emprendedoras representan el 56% de participantes en proyecto Apoyo al PDI

17/10/2023

El Proyecto de Apoyo al Plan de Desarrollo Integral, financiado por la Unión Europea y ejecutado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en alianza con el Gobierno de El Salvador, acompaña a 200 emprendimientos, provenientes de 12 municipios de San Miguel, impulsando a mujeres rurales a fortalecer sus medios de vida.

 

San Miguel, El Salvador. 17 de octubre de 2023. Cada 15 de octubre, desde el año 2008, se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales; según la resolución de las Naciones Unidas, este día se reconoce la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural.

FAO se une a la celebración destacando a las mujeres rurales como agentes clave para lograr sistemas agroalimentarios sostenibles y promoviendo el trabajo por garantizar su participación en la toma de decisiones en todas las esferas del desarrollo, y su mayor acceso a capacitación, recursos y servicios. Empoderar a las mujeres rurales es garantizar una vida mejor para todas y todos.

El proyecto “Apoyo al Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica, en el marco de la respuesta global de la Unión Europea al COVID-19”, abreviado como proyecto de Apoyo al PDI, orienta su trabajo garantizando la igualdad de oportunidades de acceso, capacitación y desarrollo entre emprendedoras y emprendedores. Particularmente, el proyecto cuenta con un 56% de participación de mujeres, la gran mayoría de ellas residentes en áreas rurales de 12 municipios de San Miguel. Este porcentaje equivale a 824 emprendedoras. Su participación les permite fortalecer su dinámica económica, obteniendo ingresos que benefician su empoderamiento personal y las oportunidades para sus familias.

Desde la concepción hasta la ejecución y reporte de resultados de este proyecto, se ha considerado la igualdad de condiciones para las mujeres y personas jóvenes en su participación. La ejecución que realiza FAO se basa en su marco estratégico, que busca una mejor producción, nutrición, medio ambiente y calidad de vida para todas y todos, sin dejar a nadie atrás.

El Representante de la FAO en El Salvador, Diego Recalde, comentó: “Para FAO la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son ejes centrales y transversales en el abordaje fundamental y urgente de nuevas políticas de desarrollo y de bienestar con inclusión y equidad social, de gran impacto y poder transformador, para alcanzar sociedades más justas, igualitarias, prósperas, inclusivas y sostenibles. Nos complace la alta participación de mujeres en el proyecto Apoyo al PDI, lo cual significa un compromiso en ejecutar un acompañamiento que les permita aumentar sus habilidades empresariales y el aumento de la sostenibilidad de sus negocios”.

La visibilidad y concientización de las problemáticas a las cuales se enfrentan las mujeres rurales y sus derechos son abordadas por el proyecto Apoyo al PDI, a través del acompañamiento técnico y la formación de extensionistas de los municipios, en el cumplimiento de trabajar por la sostenibilidad de 200 grupos de emprendimientos, buscando mejorar los ingresos de las familias involucradas y dinamizar las economías locales. Con ello, se pretende mitigar el impacto de la crisis del COVID-19 mejorando la resiliencia a largo plazo y la reducción de los flujos migratorios forzosos y/o irregulares.

El proyecto de Apoyo al PDI ha consistido en fortalecer a estos grupos de emprendimientos mediante la entrega de insumos, cuyos montos de inversión promedian los $5,000; el desarrollo de visitas de asistencia técnica productiva y empresarial, y el acompañamiento para la formulación y ejecución de su plan de negocios. El tipo de actividad de los 200 grupos corresponde en un 86% a negocios agropecuarios y en un 14% a negocios no agropecuarios. Entre los rubros priorizados se encuentran: avícola, apicultura, ganadería, cultivos de hortalizas, porcinocultura, acuicultura (tilapia), procesamiento de alimentos (panadería, cacao, vinos), servicios de turismo y reciclaje.

Como participante en el proyecto, Roselia Franco, residente del caserío La Chacara, municipio de Carolina, relata que durante la pandemia su negocio de sastrería redujo significativamente su actividad; luego se asoció con otros jóvenes para iniciar el negocio de vender pollos. “El proyecto Apoyo al PDI nos está apoyando con insumos. Hemos crecido en el área porque nos han traído nuevo material, gallinas para emprender y tener los huevos que se van a incubar, y luego vender los pollitos. Nosotros tenemos un buen objetivo, sabemos que nosotros como emprendimiento podemos generar más empleo, porque lo vemos en grande. Y luego no tener la necesidad de querer emigrar a otro país. Como jóvenes queremos enfocarnos en nuestro emprendimiento para tener sostenibilidad y ayudar a nuestras familias”.

Por su parte, Norma Raquel de Portillo, emprendedora de negocio de panadería en la comunidad El Pilón, cantón La Joya del municipio San Gerardo, señaló: “Estamos participando en este proyecto porque hemos visto como mujeres de ver la manera de buscar un trabajo para ayudar a nuestros hijos a mantenerlos. Este proyecto nos beneficia porque nos ha dado herramientas para el trabajo”.

María Elena Santa María de Sorto, emprendedora de granja de cerdos en el cantón San Sebastián del municipio de Sesori, comentó sobre el proyecto: “Es de gran ayuda para nuestros hogares, ya que con lo que hemos recibido vamos a fortalecer nuestros ingresos. Hemos avanzado, ya tenemos los chanchitos, ya los estamos criando. También el proyecto es de gran ayuda porque nos evita de muchos peligros, dejamos de pensar en emigrar por no tener un trabajo. Vamos generando ingresos y vamos agarrando fuerza para seguir adelante como grupo”.

Entre otros datos de interés sobre la participación de mujeres en el proyecto Apoyo al PDI se destacan: de cada 10 mujeres, cuatro son jóvenes; y de los 200 emprendimientos participantes, 35 son conformados solamente por mujeres. De las 824 mujeres, 710 participan en proyectos agrícolas (302 mujeres jóvenes y 408 mujeres adultas) y 114, en no agrícolas (59 mujeres jóvenes y 55 mujeres adultas).

El trabajo que ejecuta FAO es de la mano del Gobierno de El Salvador, a través del Ministerio de Agricultura, el CENTA, el Ministerio de Gobernación y la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO), entre otras. Además, el proyecto cuenta con sinergias con los 12 municipios que conforman el área de acción: Carolina, Ciudad Barrios, Chapeltique, Lolotique, Moncagua, Nueva Guadalupe, Nuevo Edén de San Juan, San Antonio, San Gerardo, San Jorge, San Miguel y Sesori.

Mujeres Rurales

En el mundo, las mujeres que habitan en zonas rurales asumen gran parte del trabajo agrícola: cultivan, procesan, administran y comercializan gran parte de los alimentos, siendo las principales responsables de la seguridad alimentaria del planeta y, al mismo tiempo, desarrollan una vasta gama de roles en el hogar y la comunidad. Así mismo, las mujeres desarrollan estrategias para evitar que los suelos se degraden o aquellas de sobrevivencia cultivando en suelos ya degradados, participando también de forma activa en proyectos de reforestación. Entre los roles que desempeñan, se encuentra también el abastecimiento de agua y energía en sus hogares; y saben aplicar el conocimiento ancestral al mismo tiempo que inventan nuevas formas de los procesos agrícolas para utilizar los recursos de manera sostenible.

De acuerdo con el estudio publicado recientemente por FAO, “La situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios”, la mayor carga que soportan las mujeres es el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, como limpiar, cocinar y cuidar a otros miembros del hogar, lo que contribuye a las desigualdades en la participación y los resultados en el mercado laboral. Esto se aprecia especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. En las zonas rurales, la carga de trabajo no remunerado de las mujeres es mayor que la de los hombres, en buena parte por el tiempo que dedican a recoger agua. La pandemia del COVID-19 puso de relieve la carga desproporcionada que soportan las mujeres en el cuidado no remunerado de los hijos y otros miembros de la familia y lo que esta carga implica a efectos de tiempo y empleo.

Según la segunda Nota de Política sobre las Mujeres Rurales de la FAO, en algunos países el porcentaje de mujeres rurales mayores de 15 años que no tiene ingresos propios puede alcanzar hasta el 70%. Las trabajadoras agrícolas familiares no remuneradas constituyen un universo invisible y sin apoyo directo, a pesar de que son más numerosas que las trabajadoras remuneradas y al hecho de que su aporte productivo y a la seguridad alimentaria es fundamental.

 

 

En El Salvador, la Unión Europea y la FAO contribuyen a la erradicación de la pobreza desde un enfoque de derechos humanos, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con los objetivos del Plan Maestro de Rescate Agropecuario. El Proyecto Apoyo al PDI tiene un alcance subregional y se implementa en El Salvador, Guatemala y Honduras. En total, el Proyecto atiende a 600 grupos asociativos agropecuarios y de servicios relacionados. La inversión asciende a más de 8.4 millones de dólares (USD) a fin de fomentar el bienestar sostenido de 5,400 hogares.