FAO en El Salvador

Huertos comunitarios resilientes como alternativa para mejorar la SAN en el departamento de La Libertad

12/05/2018

Alcanzar condiciones de Seguridad Alimentaria y Nutricional requiere de compromisos e inversiones orientadas a producir alimentos más nutritivos con menos agua, utilizando tecnologías innovadoras que garanticen una producción de alimentos más verde y sostenible, mejorando el rendimiento de los cultivos y reduciendo las pérdidas. Estos cambios innovadores donde las familias participan implementando estrategias de riego eficientes, protegiendo las fuentes de agua, manejo integrado de plagas, protección de suelos, entre otros, las llevan a desarrollar una producción más sostenible.

Con este propósito, la FAO implementa proyectos que generan impacto en grupos de familias vulnerables dependientes de la agricultura y del medio ambiente para producir alimentos; uno de estos son los Fondos Especiales TeleFood que financian proyectos concretos para ayudar a familias pobres en países en desarrollo y en transición, mejorando sus medios de producción, para que ellas obtengan más alimentos y generen ingresos económicos.

Producto de la identificación de las necesidades de las familias y las restricciones de agua y suelo para la producción, FAO y el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA) desarrollan cuatro iniciativas en el departamento de La Libertad, donde se han establecido dos huertos comunitarios y dos escolares, con un enfoque de resiliencia como una alternativa para mejorar las condiciones de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) de la población de esta zona.

Mediante estas cuatro iniciativas, un total de 50 familias del Cantón Taquillo y el cantón San Rafael Abajo participan de este proyecto que se ha implementado de manera conjunta con el CENTA, así como otras instancias con presencia en la zona (ONG, unidades de salud, centros escolares, entre otros), destacándose el liderazgo de las mujeres y la decidida participación de un grupo de jóvenes de la comunidad, sensibilizados en la necesidad de contribuir a generar condiciones de SAN en la localidad.

“Lo que más nos motiva de todo esto es que tenemos a un grupo de jóvenes con nosotros trabajando, que demuestran empeño y que les interesa prepararse para el futuro y, sobre todo, aislarse de las malas compañías (..) Además, esta experiencia nos ha servido para conocernos más como comunidad y para convivir con nuestros vecinos”, explica Mayra Valladares, lideresa del Huerto Comunitario El Taquillo, en el departamento de La Libertad.

Al respecto, don Alonso Hernández, líder de la comunidad El Taquillo, expresó: “A mí me gusta trabajar aquí porque me da la oportunidad de enseñarle a otros más jóvenes a que se pongan al tiro para aprender. Esto me hace sentir bien, tanto por el trabajo que hacemos como por el producto que vamos sacando. Y ellos que son más jóvenes les debería gustar más, por eso les digo a ellos que le metan ganas, porque comienzan a vivir”.

Este trabajo conjunto permite a los jóvenes, a los estudiantes de los centros escolares y sus familias en general, aprender técnicas de agricultura orgánica, manejo integrado de plagas, preparación de suelos, manejo y mantenimiento de sistemas de riego por goteo, selección y producción de semillas criollas, entre otras acciones destacadas, representando un espacio para prevenir el involucramiento de los jóvenes en agrupaciones que contribuyen en el aumento de los índices de violencia en la comunidad.

“Como los jóvenes están trabajando en equipo en los Huertos Escolares, se nos ha reducido los pleitos; de hecho, en este centro escolar ya no tenemos casos relacionados a violencia”, afirmó el Director del Centro Escolar Jicalapa en Chiltiupán.

“Estar en el huerto para nosotros significa dejar las malas compañías porque ahora dedicamos más tiempo a estar aquí, por lo que estamos aprendiendo mucho sobre estas labores”, explicó uno de los jóvenes de la Comunidad El Taquillo.

Por su parte, el Director del Centro Escolar El Majahual, aseguró que un factor determinante para el éxito de estos huertos es el involucramiento también de los padres de familia, ya que en esta institución educativa se cuenta con el espacio del Huerto Escolar y el del Huerto Comunitario, que es manejado por los padres de los estudiantes. “Lo mejor es que los padres se han involucrado también y eso nos ha servido para hacer un trabajo en conjunto y que ellos complementen la labor que realizan sus hijos aquí en el centro escolar”.

Adicionalmente al huerto comunitario, los pobladores de estos sectores han hecho sus pequeñas parcelas dentro del Laboratorio Verde, espacio utilizado como recurso didáctico para los centros escolares de los alrededores, lo que les ha permitido afianzar conocimientos y los ha motivado a hacer sus propios huertos.

La implementación de estos proyectos con sistemas de captación, almacenamiento de agua y sistemas de riego por goteo ha permitido un mejor manejo del agua, producir durante todo el año una amplia variedad de cultivos nativos (mora, chipilín, loroco) y la introducción de otros como pepinos, tomates, chile verde, rábano, berenjena, cilantro, perejil, ejote, etc.

Cabe mencionar que, con la misma producción, las mujeres de la comunidad elaboran tamales y otros alimentos preparados para consumo de sus familias y comercialización en la zona. Además, de mejorar la SAN de las familias, los excedentes de la producción son vendidos en la comunidad, generando ingresos que garantizan la sostenibilidad de las acciones.