FAO en El Salvador

Pequeños productores de café le apuestan a una agricultura orgánica para reducir costos y contribuir al cuidado del medio ambiente

17/01/2020

En seguimiento a la aplicación de acciones de fortalecimiento de la innovación agrícola en El Salvador, que está implementando FAO y CENTA, con el apoyo financiero de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), pequeños productores de café del oriente y occidente del país se encuentran elaborando sus propios abonos y fertilizantes orgánicos, con el propósito de reducir los costos de producción y contribuir al cuidado de sus recursos naturales y particularmente de los suelos donde tienen sus cultivos.

Esta iniciativa es parte de un esfuerzo interinstitucional que busca contribuir a crear un Sistema Nacional de Innovación Agrícola (SIA) más eficiente, sostenible y coherente con las necesidades de los productores, quienes están conscientes que, el uso inadecuado de agroquímicos sintéticos, puede ser perjudicial para su salud y para el medio ambiente, además de presentar precios más altos e inaccesibles para algunos de ellos.

En este sentido, después de conocer la experiencia de los caficultores de Guatemala apoyados por la FAO, en una gira de colaboración enmarcada en la Iniciativa Mano a Mano, propuesta por el Director General, Qu Dongyu, que busca que los países se unan para apoyar sus esfuerzos de desarrollo, las familias cafetaleras salvadoreñas de los municipios de Ciudad Barrios, San Simón y Candelaria de la Frontera han optado por implementar prácticas encaminadas a una agricultura orgánica, lo que representa una oportunidad innovadora para mejorar su calidad de vida y la de sus comunidades.

Los productores de café de estas zonas están siendo capacitadas para cambiar algunas de las limitaciones encontradas en la producción convencional, mediante la agricultura orgánica, bajo el entendido que se trata de una estrategia de desarrollo que se fundamenta no solamente en un mejor manejo del suelo y un fomento al uso de insumos locales, sino también un mayor valor agregado y una cadena de comercialización más justa.

“Normalmente un litro de multi mineral vale aproximadamente US$21, pero ahora con estos productos que estamos desarrollando, estaríamos invirtiendo US$2.50, máximo US$3.00; adicionalmente estamos favoreciendo el medio ambiente porque no usamos tanto químico, sino que es algo que nutre la tierra, por eso estamos siguiendo adelante con esta iniciativa”, explicó Marvin Velásquez, productor de café de Ciudad Barrios.

De acuerdo con la FAO, la agricultura orgánica rescata las prácticas tradicionales de producción, pero no descarta los avances tecnológicos no contaminantes, sino más bien los incorpora, adaptándolos a cada situación particular, utilizando prácticas ancestrales vinculadas a nuevas tecnologías apropiadas.

El Sistema de Innovación Agrícola cuenta con el apoyo de la Secretaría de Innovación creada recientemente por la Presidencia de la República, generando un impulso a los pequeños productores de café, ya que cuenta con la participación de diversas institución con presencia en las zonas de intervención, entre ellas la Alcaldía de Candelaria de la Frontera, CENTA, Alcaldía de San Simón, UNICAES, CONAMYPE y otros socios claves para este rubro.

Zonia Monteagudo, técnica de la Unidad Agropecuaria de la Alcaldía de San Simón, explicó que esta municipalidad de la zona de oriente tiene interés en apoyar a los cafetaleros con el propósito de reducir aquellas prácticas que son contraproducentes con los recursos naturales, ya que al impulsar una agricultura más verde el beneficio es para toda la comunidad, principalmente para los consumidores.

Sobre esto, el Representante de la FAO, Diego Recalde, explicó: “El rol que juegan los consumidores en el desarrollo y establecimiento de la agricultura orgánica en los mercados debe ser resaltado, dado que, por primera vez, los consumidores reconocen que a través de la selección de sus productos, ellos pueden tener un  impacto positivo sobre su entorno ambiental y el bienestar de los pequeños productores, donde al introducirse buenas prácticas agrícolas con innovación, también mejoran sus ingresos y condiciones de vida los pequeños productores”.