FAO en El Salvador

Captación de agua lluvia: una alternativa para sobrevivir a la sequía

15/01/2020

En el municipio de Sensembra, al sur de Morazán, en El Salvador, los habitantes pasaron de tener tres fuentes naturales de agua a contar con solo una, situación que ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional de las familias.  

Año con año los inviernos son cada vez menos copiosos en esa zona como en el resto de territorios de El Salvador y, esto se complementa con otras expresiones del cambio climático, tales como desastres provocados por inundaciones y deslizamientos que acarrean pérdidas de cultivos y dificultades para abastecerse de agua potable.

El alargamiento de la época seca, ha generado que el recurso hídrico sea cada vez más escaso en Sensembra, sobre todo en los últimos cinco años, como atestiguan los pobladores locales.

“Aquí en el caserío El Guarumal las vertientes que tenemos a los costados: la quebrada El Goasquín y la quebrada El Zunganal, que van a caer al río La Montaña, en marzo se secan, eso ha venido afectando a las familias que ya no tienen agua, la sequía en la parte alta está afectando bastante fuerte porque nosotros somos los que nos quedamos sin agua” aseguró Santos Henríquez, productor y líder de la comunidad.

“Estamos ubicados a una altura entre 700 y 900 metros sobre el nivel del mar, la escasez de agua año con año nos viene limitando a producir”, afirmó Guillermo Gómez de la municipalidad de Sensembra, quien brinda asistencia técnica a las familias del municipio.   

Los embates del cambio climático están alcanzado además a los niños y las niñas de esta comunidad. En el centro escolar no hay agua suficiente para abastecer a los cien estudiantes y cinco profesores, por lo que los niños se han visto en la necesidad de interrumpir sus clases para abastecerse en los nacimientos de agua ubicados a veinte o treinta minutos de su centro de estudios.

Ante esta realidad, el gobierno local de Sensembra, de la mano con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco del programa Mesoamérica sin Hambre, han implementado un proyecto piloto para cosechar y purificar el agua, denominado Sistema de Captación de Agua Lluvia (SCALL).  

El SCALL ha sido desarrollado con base a la tecnología de la Escuela de Chapingo, México, en el marco del mecanismo de Cooperación Sur-Sur, el sistema permite captar el agua, almacenarla y purificarla; esto gracias a una contrapartida del gobierno local de Sensembra, del financiamiento de la AMEXCID y el acompañamiento técnico de la FAO.          

La captación se hace desde el techo del centro escolar a través de 44 metros de tubería hacia una cisterna; de la cisterna pasa por dos filtros que eliminan desechos, malos olores y dos lámparas de luz ultravioleta, purificando el agua y volviéndola apta para el consumo humano.  

El sistema posee la capacidad de producir entre 8 y 12 galones por minuto; los tanques pueden almacenar hasta 110 metros cúbicos, que son depositados por un período de cinco meses, con un consumo promedio de dos litros por persona al día. 

Este proyecto piloto está beneficiando a 675 personas de la comunidad y 5 docentes del centro escolar, facilitando el acceso de agua para consumo en época de sequía, mejorar la salud de estudiantes y las familias, así como reducir tiempo en la obtención del agua.

Ahora, las familias cuentan con una nueva alternativa real y en tiempos de sequía para consumir. Mientras, los niños se alimentan mejor y se dedican exclusivamente a estudiar.  

“Como comunidad educativa estamos altamente agradecidos con los cooperantes que nos dieron este proyecto, para los niños ha sido de gran beneficio y la utilizamos para la preparación de alimentos, para tomar, para preparación de bebidas y la utilizamos para regar las plantas ya que si nosotros no cuidamos el medio ambiente vamos a decaer”, Angélica María Posada, directora del centro escolar El Guarumal.

“Con el agua se nos hace más fácil a nosotras como madres preparar los alimentos y a ellos (estudiantes), que ya no tienen que andar acarreando agua, ya la tienen ahí, ya es una facilidad para ellos y para nosotros como madres también”, consideró Julia Díaz de Henríquez.  

“Le damos las gracias a la FAO, a la alcaldía y a la cooperación mexicana…nos sentimos muy agradecidos, muy contentos en toda la comunidad por ayudar a hacernos llegar el agua. Estamos impresionados con este sistema…tenemos nuevas esperanzas”, indicó Nieves Domínguez. 

Asimismo, las capacidades organizativas de la comunidad se han fortalecido y se ha promovido la participación de las familias en la utilización y el mantenimiento del SCALL. 

A nivel territorial, mediante la articulación y sinergia con la municipalidad de Sensembra se ha contribuido en garantizar la sostenibilidad del proyecto, gracias a la co inversión del gobierno local en la construcción e instalación del SCALL, la capacitación y el seguimiento a las familias.

“Esto debería de ser una política de Estado, por el cambio climático y la sequía que estamos viviendo. Cuántos milímetros de agua nos caen en el invierno y no retenemos nada, será un modelo que se seguirá replicando en otras comunidades”, consideró el alcalde municipal de Sensembra, Oscar Elvidio Vásquez.

Tras la implementación del proyecto piloto se busca incidir en la territorialización de las políticas en Seguridad Alimentaria y Nutricional en la zona de corredor seco con medidas de adaptabilidad a cambio climático, que permitan la producción de alimento y la diversificación del mismo. En general, se está construyendo un modelo de intervención del corredor seco, incidiendo en la sensibilización de los tomadores de decisión para convertir esta acción en una política pública.