La Política Forestal de El Salvador 2016-2036 fue presentada oficialmente por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, elaborada con el apoyo de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en este país.

La Política Forestal de El Salvador es el resultado de un proceso nacional de concertación abierto y participativo, dirigido a orientar los destinos del sector para los próximos 20 años, indicó el Ministro de Agricultura y Ganadería, Orestes Ortez en la presentación del documento.

“Se hace imprescindible la necesidad de proteger y recuperar la cobertura boscosa del país, puesto que el sector forestal contribuye a reducir los riesgos y vulnerabilidades debido a que no solo es proveedor de madera y leña; sino también, contribuye a la recuperación de los suelos y a la protección del recurso hídrico, mejora el clima, genera oxígeno, es hábitat de muchas especies de plantas y animales y provee energía, entre los aspectos relevantes”, indicó el Ministro.

El documento presenta un conjunto de aspiraciones, principios orientadores, objetivos, lineamientos, estrategias y acciones prioritarias para revertir la situación actual, que en su conjunto constituyen el marco orientador de la gestión forestal afectada por la alta vulnerabilidad que presenta el país frente a los efectos de fenómenos naturales asociados a la variabilidad y cambio climático.

El Representante de la FAO, Alan González indicó que la Política incluye “los aportes y la participación de los principales actores sociales relacionados al sector forestal nacional, mediante la facilitación de espacios de diálogo y de concertación para determinar los principios orientadores, los principales objetivos, lineamientos, estrategias y acciones prioritarias para revertir la situación actual, que en su conjunto constituyen el marco orientador de la gestión forestal”.

A nivel mundial las cuencas hidrográficas y los humedales boscosos proporcionan hasta el 75 por ciento de los recursos de agua dulce; los árboles filtran el agua, aumentan los niveles de humedad en el aire y la incorporan más profundamente en el suelo, evitando su evaporación y convirtiéndose en recursos estratégicos para la seguridad alimentaria y la generación de servicios eco-sistémicos.

La FAO se encuentra implementando tres iniciativas regionales, dos de ellas directamente relacionadas al tema: una de ellas, que trabaja con los gobiernos para apoyarlos a cuidar sus recursos naturales, enfrentar el cambio climático y gestionar los riesgos de desastres (IR3). Y otra en apoyo a la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre, que pretende prestar asistencia a la formulación y aplicación de políticas públicas multisectoriales y programas nacionales coordinados que contribuyan a la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional y la erradicación del hambre.

De acuerdo a estadísticas de FAO (2005), la tasa bruta de deforestación en El Salvador se estima entre 4 y 7 mil hectáreas anuales. Al respecto, los gremios forestales e instituciones financieras, estiman que el país necesita recuperar la cobertura forestal en por lo menos un 45% de su territorio (MAG, 2001).

FAO brinda el apoyo técnico y financiero para el proceso de construcción de la Política Forestal en el año 2012, y se ha proyectado para el 2036 la recuperación de un 15% de la cobertura forestal del territorio nacional, así como alcanzar una gestión forestal eficiente, participativa e incluyente que contribuye significativamente a la sostenibilidad ambiental del país.