Se estima que la inseguridad alimentaria aguda persistirá en Somalia en 2024, con millones de personas en situación de necesidad de ayuda humanitaria. La sequía histórica, las inundaciones, los elevados precios de los alimentos, el conflicto prolongado y una escasez de agua y alimentos potencialmente mortal han deteriorado la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida de millones de personas. Las repercusiones de estas perturbaciones combinadas han llevado a las personas al borde de la hambruna, que por ahora se ha podido evitar.

No obstante, si no se amplía urgentemente la asistencia humanitaria, la vida de las personas que soportan la carga de la emergencia climática mundial seguirá pendiendo de un hilo. La FAO realiza transferencias monetarias (cash+) y brinda apoyo de emergencia fundamental de otro tipo a los medios de vida con miras a aumentar el acceso de las personas a los alimentos y el agua, velar por la salud del ganado y ayudar a satisfacer otras necesidades inmediatas, con lo que facilita una vía hacia la resiliencia y la recuperación a largo plazo.