La sequía histórica, las inundaciones, los elevados precios de los alimentos, el conflicto prolongado y una escasez de alimentos y agua potencialmente mortal han empeorado la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida de millones de personas en Somalia. Las repercusiones de estas perturbaciones combinadas han llevado a las personas al borde de la hambruna, que por ahora se ha podido evitar. 

No obstante, si no se amplía urgentemente la asistencia humanitaria, la vida de las personas que soportan la carga de la emergencia climática mundial seguirá pendiendo de un hilo. La FAO presta asistencia de urgencia en efectivo y brinda un apoyo fundamental a los medios de vida con miras a aumentar el acceso de las personas a los alimentos y el agua, velar por la salud del ganado y satisfacer otras necesidades inmediatas, allanando el camino hacia la resiliencia y la recuperación a largo plazo.