Energía

Energía y pérdidas de alimentos

Cerca de un tercio de los alimentos que producimos no son consumidos. En estas pérdidas se encuentra incorporada una cantidad importante de energía. En los países en desarrollo, la mayor parte de las pérdidas se producen durante la cosecha y el almacenamiento. Por esta razón, mejorar las actividades poscosecha en los países en desarrollo es una forma importante de aumentar los ingresos de los agricultores.

Las pérdidas de alimentos se producen a menudo por una falta de acceso a la energía necesaria para las operaciones poscosecha, tales como el secado, el almacenamiento y la transformación, así como a la falta de transporte y distribución.
La FAO está contribuyendo a aumentar el conocimiento en este ámbito y transfiriendo tecnologías poscosecha adecuadas para el almacenamiento y el secado en los países en desarrollo.  

Como parte de su trabajo en este ámbito, la FAO ha desarrollado una Red de información sobre operaciones poscosecha (INPhO) basada en Internet que facilita información sobre un amplio abanico de temas relacionados con este proceso.

El trabajo llevado a cabo por la FAO y las agencias donantes colaboradoras para reducir las pérdidas poscosecha ha llevado a la instalación o la construcción de más de 60.000 silos metálicos en 16 países. Links to case studies

Más de 1.500 profesionales, técnicos y artesanos han sido formados para la construcción y manejo de estos silos. Además la organización ha puesto en marcha fondos rotatorios para facilitar la difusión de mejores tecnologías de almacenamiento y hacerlas más accesibles a los pequeños agricultores, que no puedan permitírselas.

La FAO está considerando ahora otro aspecto crítico de las operaciones poscosecha: el proceso de secado, enfocado sobre las implicaciones energéticas de las distintas tecnologías de secado. El objetivo es identificar tecnologías de secado energéticamente eficientes y asequibles que puedan funcionar en contextos rurales. 

 

Operaciones de transformación de alimentos a pequeña y media escala

La FAO apoya la investigación y establecimiento de industrias de transformación de alimentos a pequeña y media escala, con un énfasis en industrias de transformación a pequeña escala, intensivas en mano de obra, de zonas rurales y semiurbanas, y que dispongan de materiales a bajo coste.

Las actividades específicamente relacionadas con la energía incluyen un programa en vigor en 35 países africanos para apoyar la construcción local de ahumaderos eficientes en cuanto a consumo de combustible y la introducción de contenedores de almacenamiento aislados que pueden preservar el hielo durante más tiempo.
La FAO facilita información sobre tecnologías de transformación factibles a pequeña escala para la leche y los productos frescos tradicionales de una serie de especies animales en las distintas regiones, y ha llevado a cabo un estudio sobre la utilización de fuentes de energía renovables y tecnologías de ahorro energético en plantas lácteas a pequeña escala y centros de recogida de leche.

Subproductos, residuos y desechos para la producción energética

Otro factor que influye en el desarrollo de la industria agroalimentaria es la necesidad de manejar los subproductos, residuos y desechos industriales de una forma medioambientalmente adecuada. Una opción de gestión es utilizar los residuos industriales para producir bioenergía. La FAO trabaja para desarrollar y adoptar sistemas de producción que resulten productivos, sostenibles y dejen la menor huella medioambiental posible. Las actividades de la Organización en este ámbito incluyen la investigación de la recuperación de energía a partir del tratamiento de los desechos del proceso de las industrias alimentarias.

La FAO ha desarrollado o contribuido a la realización de tres herramientas que ayudan a evaluar el potencial y los impactos del uso de residuos agroalimentarios para la energía.