En Guatemala, la AF campesina está compuesta según la tipología: agricultura de infrasubsistencia, agricultura de subsistencia, agricultura excedentaria y agricultura comercial (agricultores comerciantes de micro, pequeña y mediana escala). Estas familias están conformadas en mayor medida por campesinos del área rural (se encuentran en menor medida en el área urbana) y la mayor parte de ellos pertenecen a pueblos indígenas.

Asimismo, la AF tiene un conjunto de activos que incorpora a su sistema de producción que son: conocimiento tradicional respecto a usos y propiedades de especies, diversidad de recursos genéticos, diversidad en las técnicas de manejo; capacidad de adaptación tecnológica; asociatividad, redes familiares y comunitarias; un espacio físico para vivienda y patio, y generalmente, derechos comunitarios sobre bosques o tejidos comunes; parcelas, instalaciones, equipo y herramientas; ahorro, capacidad de pago de créditos por trabajo familiar y algunos reciben remesas familiares.

Esta proporción de la población que practica AF ha sido priorizada por el Estado, al definir la Política Nacional de Desarrollo Rural Integral (PNDRI), la cual integra diversas políticas y tiene por objetivo “lograr un avance progresivo y permanente en la calidad de vida de las familias rurales guatemaltecas y, en general, de los habitantes de los territorios rurales, a través del acceso equitativo y uso sostenible de los recursos productivos, medios de producción, bienes naturales y servicios ambientales, para alcanzar el desarrollo humano integral sostenible en el área rural”.

Para activar y adecuar esta Política, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) impulsa El Programa de Agricultura Familiar para el Fortalecimiento de la Economía Campesina (PAFFEC), el cual está dirigido a la población más vulnerable en términos de inseguridad alimentaria y nutricional y pobreza (extrema y no extrema), cuyo objetivo es que las familias produzcan alimentos suficientes a través de la estabilización de sus sistemas productivos y apoyar a los productores en la vinculación a mercados para la comercialización de alimentos provenientes de la AF.  

Los desafíos de la AF en Guatemala son integrar la visión de todos los actores de gobierno, sector privado y la sociedad civil para generar políticas públicas diferenciadas que faciliten mecanismos articulados de protección social, servicios de extensión rural, acceso a recursos naturales y mercados en las zonas marginadas del área rural, para avanzar así hacia sistemas alimentarios más productivos y sostenibles.

Este texto ha sido proporcionado gentilmente por las autoridades de este país.