La problemática ambiental aparece en el campo profesional de los ingenieros agrónomos en los últimos años como una nueva demanda social que está exigiendo nuevas formas de relación entre la sociedad y la naturaleza.

El escenario donde tuvieron que desarrollar su actividad profesional en los últimos 30- 40 años estuvo caracterizado por un acelerado desarrollo tecnológico con una masiva incorporación de maquinarias e insumos en los sistemas de producción agropecuarios, sumado al desplazamiento de la ganadería. En este proceso de modernización, los profesionales cumplieron un rol activo, promoviendo con su accionar la difusión de sistemas simplificados y de manejos productivos muy similares aún en condiciones agroecológicas diferentes.

Se incorpora así un nuevo término para definir la producción como “modelo”, término que hace referencia a algo que sirve como pauta para ser imitada, reproducida o copiada. Según Cervio, V. (2007), “La mentalidad predominante en las prácticas profesionales agrarias ha estado durante mucho tiempo orientada exclusivamente a la producción y su mejoramiento como objetivo principal y único”. Las instituciones público-privadas de ciencia y técnica promovieron este proceso, volcándose fundamentalmente al desarrollo de tecnologías de insumo y dedicando menos esfuerzos y recursos al desarrollo de tecnologías de proceso.