El proceso de erosión hídrica (EH) consiste en el desprendimiento, transporte y deposición de partículas del suelo por la acción de la energía cinética de la lluvia y escorrentía en movimiento. Es un fenómeno complejo, originado por múltiples causas y principalmente influenciado por clima, topografía y factores propios del suelo como su erodabilidad (Cisneros et al., 2012).

A nivel mundial, la erosión hídrica de los suelos, es una de las más importantes amenazas para la sostenibilidad y la productividad de la agricultura. Durante los últimos 50 años, casi un tercio de la tierra cultivable del mundo se ha perdido por la erosión y se sigue perdiendo a un ritmo demás de 10 millones de hectáreas por año (Pimentel et al., 1995; ESDAC, 2022).

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