La salud es la máxima prioridad de los países en la lucha contra la pandemia de COVID-19, pero también deben hacer todo lo posible para mantener en funcionamiento las cadenas de suministro de alimentos.

5 formas en que los países pueden responder

1. Ampliar y mejorar la asistencia alimentaria de emergencia y los programas de protección social Esto ayuda a las personas más vulnerables a cumplir con las normas de permanencia en el hogar.

2. Proteger la producción de alimentos de la agricultura familiar Se debe minimizar el impacto del distanciamiento físico en la producción agrícola, e impulsar el comercio electrónico de alimentos.

3. Mantener viva la cadena de valor de los alimentos Hay suficientes existencias de productos básicos, pero los países exportadores deben minimizar las interrupciones logísticas.

4. Abordar las políticas comerciales y fiscales para mantener en marcha el comercio mundial Los países deben crear un entorno favorable para el comercio de alimentos.

5. Gestionar las consecuencias macroeconómicas. A medida que los países enfrentan la crisis sanitaria y económica con un gran gasto público, deben adoptar medidas para reducir el riesgo de la inflación alimentaria. Garantizando el funcionamiento las cadenas de suministro y buscando la cooperación internacional para que el comercio siga en marcha, los países pueden prevenir la escasez de alimentos y proteger a las poblaciones más vulnerables.