En 2022, el mundo se vio asolado por una severa crisis de seguridad alimentaria. A lo largo de 2021, los precios de los alimentos aumentaron de manera constante, como resultado de la pandemia de COVID-19 y las interrupciones en la cadena de suministro. En enero de 2022, los precios de los alimentos habían alcanzado los picos registrados durante la crisis de los precios de los alimentos de 2008. Entre marzo y abril del mismo año, tras la invasión rusa de Ucrania y la interrupción de las exportaciones de cereales de la región del Mar Negro1, los precios de los alimentos se dispararon a escala mundial, alcanzando máximos históricos.