Este informe refleja la actividad de la Unidad para el Cambio Rural desde su creación hasta el presente. 

Al reflexionar sobre estos cinco primeros años, es fácil advertir que los cambios esenciales han sido provocados por la acumulación de capacidades que, al consolidarse en un cierto nivel crítico, transformaron a la UCAR una y otra vez.

Aunque sin duda más ambiciosos, los propósitos que guíen la etapa que está empezando - articulando redes, recursos humanos y capacidades - no serán muy diferentes de los que orientaron años anteriores. En lo sustancial, se tratará de impulsar la inversión pública en el sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial, y promover la inversión privada destinada a plasmar o ensanchar el impacto de aquélla en la reducción de brechas (de ingreso, de información, de género, tecnológicas, sociales, territoriales). El cambio de esta etapa incidirá en la profundidad y el alcance de dichos propósitos, lo que traerá consigo ampliación, diversificación, renovación en sus instrumentos y también innovación. En todo caso, la UCAR ya no será una mera Unidad Ejecutora Central de varios y variados proyectos sino una entidad que promueva – con eficiencia, en alianza con múltiples actores, estratégicamente - la integración territorial y el desarrollo sustentable en las áreas rurales del país; una entidad que impulse un generoso cambio rural con justicia social.