Este 15 de octubre se celebra el Día de la Mujer Rural. Según la resolución de las Naciones Unidas este día se reconoce «la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural».

En el mundo, una cuarta parte del conjunto de la población mundial, la mayoría de ellas se dedica al trabajo agrícola, lo que significa que en gran parte, en sus manos recae la responsabilidad de asegurar la subsistencia y en consecuencia el desarrollo sostenible. Además son las responsables del cuidado y crianza de los hijos, de la casa, de la preservación de la biodiversidad, la seguridad alimentaria, ente otros, constituyendo una pieza clave en el desarrollo de los hogares y las comunidades.

La ardua labor de estas mujeres muchas veces pasa desapercibida; sobre todo, en los países latinoamericanos, en los que el papel de la mujer, debido a los estereotipos, tiende a minimizarse. Estas mujeres suelen carecer de acceso a los servicios esenciales como: derechos de propiedad sobre la tierra, acceso a un crédito, a insumos agrícolas, salud materna, capacitación y educación.