Los sistemas nos rodean. Los sistemas consisten en un grupo de diferentes elementos que interactúan o son interdependientes y que juntos forman un todo. Los ecosistemas son un buen ejemplo de un sistema natural donde las plantas, los animales y las cosas inanimadas son los elementos que se encuentran conectados. No siempre vemos las conexiones sino hasta que uno de los elementos cambia, y es entonces cuando podemos ver que, en respuesta, otros elementos cambian también.

La pesca de captura también es un sistema. Relaciona a los peces y al ambiente acuático, ya sea el mar, un río o un lago, con los seres humanos, ya que el pescado se captura, se procesa, se vende y se come. Esta secuencia de interacciones en el sistema comienza con el pez y el ecosistema y pasa a través de muchos pasos diferentes hasta que llega al consumidor. Esta cadena se llama cadena de suministro del pescado. Es importante comprender el impacto que tiene una acción o cambio sobre el sistema completo. Cada elemento tiene un valor y un papel en el sistema, y el sistema puede no funcionar correctamente cuando un elemento falta o cambia. Como los ecosistemas se encuentran en constante cambio debido a las condiciones variables, estos tienen una duración limitada. Por eso, la salud del ecosistema está estrechamente relacionada con la idea de sostenibilidad. Un ecosistema sostenible es aquel en el que todos los elementos viven de manera balanceada y son capaces de sobrevivir, funcionar y renovarse a sí mismos a través del tiempo.

Tenemos muchas necesidades humanas que necesitan ser satisfechas, por ejemplo, comida muy nutritiva y un empleo que proporcione un ingreso. La pesca es una forma de satisfacer estas necesidades ya que pescamos para comer y pescamos para vender. Entonces, ¿cómo logramos un balance entre guardar pescado para mañana y tener suficiente comida e ingresos para hoy? Este es un interrogante que existe en todo el mundo y las soluciones no son fáciles ni a corto plazo. Necesitamos ampliar nuestro proceso de reflexión al largo plazo. Este no es un cambio fácil y requiere cambios en el comportamiento con respecto al ambiente, con respecto al cuidado de los recursos y con respecto al cuidado de nosotros mismos y de los demás.

Este módulo contiene ejercicios de ejemplo para cada una de las actividades de aprendizaje, además de una serie de dinámicas de grupo y actividades culturales de ejemplo que pueden utilizarse para mantener a los participantes involucrados y reforzar su aprendizaje. Las actividades que se proporcionan deberán servir como ejemplos para ser modificadas de acuerdo al contexto local y aplicadas según sea apropiado. Lo importante es que se incluyan todos los bloques de construcción principales de una sesión típica de una Escuela de Campo y de Vida para Jóvenes Agricultores (JFFLS) en cada una de las sesiones de aprendizaje.

Al final de este módulo los participantes:

1. comprenderán cuáles son los elementos y las interdependencias en un ecosistema de pesca;

2. comenzarán a reflexionar acerca del impacto de la conducta humana sobre los recursos de la pesca y el ecosistema en su conjunto;

3. apreciarán los beneficios de una conducta responsable y segura;

4. comprenderán los beneficios de la acción colectiva.

El propósito de este módulo es proporcionar una guía, proveyendo distintos ejercicios que los facilitadores pueden utilizar según sea apropiado y adaptar si es necesario, al contexto socioeconómico y cultural específico y a las necesidades de cada grupo y país en el que se utilizará este módulo. Este módulo de las JFFLS es complementario a otros módulos de las JFFLS, en particular al de Acuicultura y al de Actividades posteriores a la captura en la pesca y la acuicultura, y puede combinarse con estos módulos para incrementar las oportunidades económicas.