Las mujeres constituyen el 36 por ciento de todos los trabajadores en los sistemas agroalimentarios de América Latina y el Caribe, en particular como trabajadoras no agrícolas de AFS, lo que puede aumentar las barreras de acceso a las políticas sociales para los trabajadores rurales. América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde la proporción de mujeres entre todos los trabajadores empleados en la agricultura ha aumentado ligeramente entre 2010 y 2019. Sin embargo, tienen más probabilidades de estar en formas vulnerables de empleo y enfrentar tasas de informalidad más altas que los hombres, lo que genera barreras adicionales para acceder a la protección social, la financiación y los servicios de extensión y los recursos productivos, lo que limita las oportunidades de participar en actividades más rentables en empresas basadas en árboles, por ejemplo.  A estas limitaciones se suma el hecho de que las mujeres rurales enfrentan una sobrecarga de trabajo no remunerado, generado en gran medida por las responsabilidades de cuidado. Estas limitaciones se exacerban en la región para los pueblos indígenas, afrodescendientes y juventudes.

Al mismo tiempo, es preocupante el estado de la biodiversidad en la región y las amenazas que enfrenta. Como resultado de la crisis climática y otros factores, ecosistemas clave como bosques, pastizales, manglares, arrecifes de coral y pastos marinos continúan reduciéndose y degradándose, en donde a pesar del papel vital de las mujeres rurales como guardianas de la biodiversidad, sus contribuciones a menudo  no se reconocen y son consideran limitadas a la esfera doméstica.

Ante este escenario desafiante en relación con la igualdad de género y la sostenibilidad, la FAO y sus socios implementarán el Programa de aceleración del empoderamiento de las mujeres rurales y la sostenibilidad ambiental, iniciativa de carácter regional que desarrollará acciones de pilotaje en Honduras, Jamaica y República Dominicana,  reforzando el compromiso con el logro de los ODS, en especial con la meta de alcanzar la igualdad de género, como evidencia su Marco Estratégico 2021-2030 y en la Política de Igualdad de Género de la Organización.

El programa considera la sensibilización y desarrollo de capacidades de los gobiernos para el abordaje del empoderamiento de las mujeres productoras desde la integración de enfoques género transformadores con la recuperación de los ecosistemas y la biodiversidad, junto con el a  la implementación de un programa de Escuelas de Campo para Agricultoras (ECA), lo que será potenciado por el desarrollo de lineamientos para estándares y herramientas orientados al fortalecimiento y certificación de prácticas productivas sostenibles de las mujeres rurales para el acceso al mercado local, nacional y regional. Finalmente, con el objetivo de escalar los alcances del proyecto y favorecer el desarrollo de alianzas estratégicas para la sostenibilidad de los resultados del programa, se pondrá en marcha una plataforma regional de intercambio de conocimientos sobre prácticas transformadoras de género en el sector agroalimentario para la conservación de la biodiversidad y la restauración de ecosistemas.

Con el fin de dar a conocer esta iniciativa y fortalecer las alianzas existentes, FAO invita a los gobiernos de la región, entidades del sector privado y a organizaciones de productoras y productores rurales a un evento de lanzamiento del Programa.