Los durazneros necesitan cumplir un requerimiento invernal de horas de frío para superar la dormición impuesta durante el período de reposo. En la localidad de Zavalla, en el sudeste de la provincia de Santa Fe, la acumulación media de frío es de alrededor de 600 horas, registrándose una gran variación entre años (García et al., 2014). Debido a esto, no es posible cultivar durazneros con mayores exigencias en frío en esta zona. En función de ello, solo se cultivan variedades precoces (Gariglio et al., 2014). El inconveniente es que, al igual que lo señalan Kader et al. (1982) y Topp et al. (2008), estas variedades dan frutos con atributos de menor calidad como bajo peso, pulpa con baja consistencia y escaso contenido en azúcares, además de falta de coloración rojiza en la piel y poca acidez. En contrapunto, al ser las primeras en producir en la temporada en todo el territorio argentino, pueden comercializarse a valores altos, constituyéndose en una “producción primicia” en los mercados a nivel nacional (Topp et al., 2008)

En el artículo, se analiza este tema para la producción comercial del fruto.