América Latina y el Caribe es una de las regiones que más ha avanzado en la lucha contra el hambre en los últimos años y la primera en comprometerse a erradicarla al 2025, cinco años antes de la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Aun así, el hambre afecta a más de 34 millones de personas en la región, siendo las áreas rurales una de las más afectadas. En los países latinoamericanos, los agricultores y agricultoras familiares producen hasta el 70% de los alimentos de la canasta básica y su actividad es la principal fuente de empleo agrícola y rural. Sin embargo, el sector aún enfrenta serias limitaciones en términos de acceso a recursos productivos, infraestructura básica, servicios financieros, de seguro y extensión, así como a esquemas de protección social. Los parlamentarios miembros del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO), reconociendo la necesidad de contar con marcos normativos y políticas públicas diferenciadas que permitan a la agricultura familiar aprovechar sus potencialidades, y contribuyan a garantizar el derecho a la alimentación de la población y a la erradicación del hambre y la malnutrición, adoptaron por unanimidad la Ley Modelo de Agricultura Familiar, votada en su XXXII Asamblea General del 3 de diciembre de 2016.