En el contexto de la crisis generada por la pandemia del Covid-19, nosotras, Organizaciones de Agricultores y Agricultoras Familiares y otras OSCs comprometidas durante décadas en el fortalecimiento y la promoción de la Agricultura Familiar y los Sistemas Alimentarios Sostenibles en diferentes regiones del mundo, queremos hacer el presente llamamiento urgente a Gobiernos, agencias e instituciones de Naciones Unidas, organismos internacionales y bilaterales de cooperación y otros partes interesadas.

Queremos reconocer el impacto sin precedentes de la pandemia en la vida de cada familia, de cada persona en el mundo y expresar nuestra solidaridad con las millones de personas y otros sectores diferentes del agrario que están sufriendo sus terribles efectos.

Los agricultores y agricultoras familiares –incluyendo campesinos, comunidades indígeneas, pescadores y pastores- son sectores especialmente vulnerables y expuestos a los efectos de las pandemias. De hecho la crisis de la Covid-19 ha exacerbado algunos problemas que ya venía afrontando la agricultura familiar. La crisis sanitaria, económica y social generada por la Covid19 ha provocado, además, otros graves problemas para los agricultores y agricultoras familiares en el acceso a insumos para la producción (escasez e incremento de precios), conservación de productos (falta de sistemas de refrigeración y almacenamiento), acceso a mercados (restricciones de movimiento, cierre de mercados y otros canales de comercialización, como los programas de compras públicas), y la reducción de la capitalización interna (incumplimiento en los desembolsos, pérdida de ingresos), entre otros. Estos impactos representan una amenaza muy seria para los sistemas alimentarios locales y recuerdan de modo tangible la urgente necesidad de reforzar los sistemas de la agricultura familiar, de manera que sean resilientes para hacer frente a este y otro tipo de crisis.