El Codex y el comercio

Según las estadísticas comerciales de la FAO, el valor del comercio de alimentos superó los 1,12 billones de USD en 2013 y va en aumento.

Aunque la Comisión del Codex Alimentarius no tiene explícitamente encomendado el mandato de facilitar el comercio, existen ventajas adicionales cuando los países armonizan sus disposiciones nacionales con las normas del Codex.

Cuando se fundó el Codex, se previó que si todos los países armonizaban su reglamentación con las normas internacionalmente acordadas, habría menos barreras al comercio y los productos alimenticios circularían de manera natural más libremente entre los países. Esto beneficiaría a los agricultores y sus hogares y contribuiría a reducir el hambre y la pobreza. Una parte fundamental de la labor del Codex consiste, por consiguiente, en contribuir a garantizar prácticas equitativas en el comercio de alimentos. Si un país armoniza sus normas alimentarias internas con las normas del Codex, los socios comerciales podrán operar en condiciones de igualdad.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha reconocido expresamente las normas, directrices y recomendaciones establecidas por la Comisión del Codex Alimentarius sobre aditivos alimentarios, residuos de medicamentos veterinarios y plaguicidas, contaminantes, métodos de análisis y muestreo, así como códigos y directrices sobre prácticas en materia de higiene. Esto significa que las normas del Codex se consideran científicamente justificadas y son aceptadas como referentes para la evaluación de las medidas y reglamentos nacionales.