El cultivo de
Mytilus galloprovincialis es siempre extensivo, en todos los países donde se realiza; en consecuencia, los pasos que se describen en este documento informativo se aplican a todos los casos. Los mejillones jóvenes se recolectan desde el mar y pueden ser cultivados en cuerdas suspendidas; estas cuerdas, que están cubiertas con semillas de mejillón mantenidas en su lugar con redes de nylon, se suspenden ya sea desde balsas, o marcos de madera, o desde longlines con boyas plásticas flotantes. Una porción substancial de la producción de la Unión Europea se cría en cuerdas suspendidas, una técnica que se puede extender más lejos de la costa y que, aunque muy sensible a las floraciones del plancton, es la única que podría permitir mayor aumento de la producción.
Suministro de semilla
El cultivo comienza cuando los mitilicultores recolectan la semilla de mejillón, principalmente desde los bancos naturales (60-70 por ciento) y el resto (30-40 por ciento) desde las cuerdas colectoras que cuelgan desde sus balsas. Los mitilicultores pueden recolectar hasta 1 500 kg de semilla por marea baja en unas 4 horas, desde las costas rocosas expuestas en el lado oceánico de las rías e islas. Ellos usan una pala especial de acero, llamada 'rasqueta', la cual tiene una hoja de unos 10 cm², sujeta a un mango de madera. Los mitilicultores suspenden los mejillones desde sus propias balsas o los venden a otros cultivadores. El precio es alrededor de 60 pesetas/kg (1 EUR = 166,386 pesetas). Los mitilicultores reúnen unas 4 500 toneladas de semilla de mejillón (longitud promedio = 2 cm) desde estas áreas en cada ciclo de cultivo. Ellos llevan las semillas a las balsas, manteniéndolas húmedas y las fijan a las cuerdas dentro de 24 horas desde la recolección. Para recolectar semilla desde las balsas, los mitilicultores usan colectores especiales hechos de restos de redes de pescar y los suspenden durante marzo y abril.
Técnicas de engorda
En Galicia,
Mytilus galloprovincialis se cultiva en balsas. El tamaño de la balsa varía considerablemente desde < 100 m² hasta > 500 m². Estas estructuras son soportadas por flotadores (desde uno a seis), construidos de madera o acero recubierto con fibra de vidrio o poliestireno, o rellenos con poliestireno expandido. Dependiendo del número de flotadores, el área útil para cultivo puede ir desde 80 por ciento, cuando se usa un flotador central, hasta 90 por ciento cuando se usan cuatro a seis flotadores. Los mitilicultores aseguran las balsas con una o dos cadenas de hierro y un ancla de concreto de 20 toneladas. En áreas protegidas con poco tráfico de embarcaciones, ellos usan sólo una cadena de amarre. Dos cadenas son mejores en áreas expuestas o cuando las balsas están cerca de la costa o tráfico intenso de embarcaciones. Las balsas se localizan juntas, pero separadas unas de otras por unos 80-100 m, en grupos llamados parques. Estos varían en el número de balsas y sus localizaciones están reguladas por las autoridades marítimas. Desde el comienzo del cultivo de mejillón en 1946, el número de balsas aumentó moderadamente a 400 en 1956 pero, después de eso, ellas aumentaron rápidamente. El tamaño promedio de las balsas aumentó desde 297 m² en 1977 a 369 m² en 1984. Actualmente, los cultivadores trabajan desde embarcaciones anchas de poco calado (de 9 toneladas de peso), impulsadas por motores diesel de unos 24 hp; equipadas con una cesta y una grúa para levantar las cuerdas y máquinas para separar y ralear los mejillones. Se han desarrollado máquinas especiales para ayudar con las diversas prácticas del cultivo, especialmente para envolver la semilla alrededor de las cuerdas y para seleccionar los tamaños.
Fijación de la semilla
Los mitilicultores fijan la semilla a las cuerdas a mano, o con una máquina que la asegura con una malla especial de algodón o rayón; esta malla se desintegra en unos poco días. Para entonces, los mejillones han secretado nuevo biso y se han fijado ellos mismos a las cuerdas. Los mitilicultores fijan unos 1,5-1,75 kg de semilla/por metro de cuerda y el peso promedio de semilla por cada cuerda es 14 kg. Las cuerdas, usualmente de 3 cm de grosor y hechas de nylon, polietileno, o esparto (
S. tenacissima), varían en longitud de 6-10 m. Sus superficies ásperas facilitan la fijación de los mejillones. Cada cuerda con mejillones fijados tiene un lazo en un extremo, que se amarra a una cuerda de poliéster más fina, llamada 'rabiza' (12-14 mm de grosor), la cual a su vez está amarrada a las vigas de las balsas. La rabiza usualmente sólo dura 3-4 años porque está expuesta al aire y al sol, mientras que las cuerdas principales duran un promedio de 5,8 años. Cada balsa tiene de 200 a 700 cuerdas. Cada 30-40 cm, se insertan clavijas de madera o plástico de 20-30 cm de largo entre las hebras de las cuerdas para evitar que los grupos de mejillones se deslicen hacia abajo. Los mitilicultores fijan de 1-3 cuerdas/m² de balsa. Esta distribución permite un flujo adecuado de agua rica en alimento para los mejillones y evita que las cuerdas con mejillones se toquen entre ellas. Los mitilicultores instalan las cuerdas principalmente desde noviembre a marzo.
Raleo
El tercer paso (después de obtener la semilla y fijarla) es el raleo, que tiene que hacerse para evitar que los mejillones se desprendan y caigan durante el mal tiempo; el raleo también fomenta el crecimiento rápido y uniforme. Los mitilicultores hacen esto cuando los mejillones están medio crecidos (4-5 cm de longitud de la concha) después de 5-6 meses de crecimiento, usualmente desde junio a octubre. Ellos suben las cuerdas a sus embarcaciones usando una grúa y desprenden a mano los grupos de mejillones, que caen sobre una malla de acero que los separa según diferentes tamaños. También se puede usar un cilindro mecánico de malla. Los mejillones de cada cuerda original son repartidos y fijados en dos a cuatro nuevas cuerdas, usando red de algodón o rayón. El peso promedio de las cuerdas es 46 kg. Aquellos mitilicultores que automatizan esta operación emplean 5-15 segundos por metro de cuerda, o menos que 14 horas por 500 cuerdas de 10 m de longitud. Este trabajo se repite otra vez antes de la cosecha si los mejillones crecen rápidamente (en cuyo caso el gran peso y densidad aumenta el riesgo que los racimos de mejillón se desprendan). También es necesario repetir esta operación para asegurar que todos los mejillones alcancen un tamaño similar al momento de la cosecha.
Crianza y engorde
La crianza y engorde de mejillones constituye el cuarto paso del cultivo. En la región de Galicia donde el crecimiento es rápido, los mejillones pueden alcanzar tamaño comercial (8-10 cm) en 8-9 meses, especialmente en las áreas más cercanas al lado oceánico de las rías. El tiempo habitual requerido en algunas bahías es de unos 13 meses. Sin embargo, una alta densidad de balsas puede retardar el crecimiento del mejillón. El crecimiento es mínimo en verano y máximo en invierno. El crecimiento lento del verano se relaciona con la abundancia relativa y disponibilidad de alimento (fitoplancton) en la columna de agua en esa época; ello es más importante que la temperatura alta y causa que la semilla colocada en las cuerdas en primavera y otoño alcance el mismo tamaño al final del primer invierno.
Cada balsa normalmente sostiene tres tipos de cuerdas: aquellas para colectar semilla, las con mejillones en crecimiento y las con mejillones comercializables; de esta manera, los cultivadores mantienen una producción continua. Dado que los mejillones crecen más rápido cerca de la superficie del agua, algunos cultivadores invierten periódicamente las cuerdas para producir mejillones de aproximadamente igual tamaño. En balsas con sólo un flotador central, el equilibrio de la balsa se altera cuando los mitilicultores levantan las cuerdas para el raleo o la cosecha y ellos tienen que poner contenedores llenos con agua sobre el área apropiada de la estructura para evitar inclinarlas. Un gran número de semilla de mejillón y organismos incrustantes se adhieren a los flotadores y, en la medida que crecen, el peso de la balsa aumenta; por lo tanto, los mitilicultores deben limpiar ocasionalmente los flotadores. Este proceso es más fácil cuando la balsa está casi vacía y flota más alto, dejando muchos mejillones y organismos adherentes expuestos al aire donde ellos mueren y son fáciles de remover. Para reparaciones mayores de la estructura o flotadores, los mitilicultores llevan las balsas a astilleros o fábricas. Una balsa de madera de tamaño medio tiene una vida útil de 10-15 años, mientras que las balsas modernas de fibra de vidrio duran considerablemente más tiempo. Las balsas alcanzan en edad hasta 30 años, con un promedio de unos de 8 años.
Técnicas de cosecha
Los mejillones de tamaño comercial están disponibles a través del año y se pueden cosechar en cualquier momento, pero la principal cosecha es desde octubre a marzo, cuando la demanda del mercado es alta y su condición es mejor. Los pesos de la carne pueden alcanzar al 50 por ciento del peso húmedo total cuando los mejillones están en su mejor condición. Cuando un alto porcentaje de mejillones está cerca del desove o recién desovados, la cosecha debiera esperar hasta que ellos estén en una mejor condición. La producción promedio es 130 kg/m² de área de balsa; para una balsa entera esto equivale a 20-100 toneladas, con un promedio de alrededor de 47 toneladas. Tales valores son altamente variables y dependen del tamaño de las balsas. La producción también se puede definir como alrededor de 10 kg de mejillones por metro de cuerda. Las pérdidas anuales (mortalidad natural y manipulación) se han estimado en 15 por ciento. Resultados experimentales recientes muestran que la mortalidad natural en mejillones es alrededor de 5 por ciento.
Para la cosecha, los mitilicultores usan una grúa para izar las cuerdas a sus embarcaciones, donde los mejillones son separados, seleccionados y clasificados frotándolos sobre una rejilla de barras de hierro. Luego ellos son lavados, separándolos de los mejillones pequeños, fango, conchas vacías, ascidias y otros organismos indeseados. Los mejillones demasiado pequeños para el mercado son envueltos y atados sobre nuevas cuerdas para posterior crecimiento.
Manipulación y procesamiento
Los mejillones comercialzables son empacados por mujeres en bolsas de nylon y llevados en embarcaciones directamente a las plantas de depuración o a fábricas enlatadoras. Usualmente todo este trabajo lo hacen mujeres. Cada una manipula unos 200 kg de mejillones cada 8 horas. La mecanización durante todo este proceso es mínima para reducir el daño a las conchas del mejillón y de esa manera la vida útil de los mejillones durante el transporte. En la estación calurosa, se usan camiones refrigerados para transportar los mejillones. A veces, los mejillones para el mercado español son transportados en tren. Los mejillones que van directamente a las enlatadoras son aquellos de la menor calidad y tamaño. Ellos son preparados fritos o hervidos y luego cubiertos con diversas salsas; pueden servirse en una gran variedad de maneras.
Costos de producción
El costo de una balsa flotante está determinado por su tamaño y los materiales usados. En 1948 una sola balsa con todo el equipamiento, incluyendo 800 cuerdas, costaba alrededor de 83 000 pesetas. En 1958 su costo había alcanzado 250 000 pesetas; de esto, 150 000 pesetas eran para carpintería, 21 000 para la cadena y anclaje, 65 000 para las cuerdas de esparto (
S. tenacissima) y 14 000 para la embarcación y gastos varios. En 1976, el costo era de 1 500 000 a 2 000 000 pesetas; en 2000, el costo era alrededor de 15 000 000 pesetas.
El precio de los mejillones frescos en 1951 iba de 2,0 a 2.5 pesetas/kg y en 1958 de 3,5 a 3,75 pesetas/kg. En 1976, el precio directamente desde las balsas era de 7,5 a 9,1 pesetas/kg y a la primera venta el precio alcanzaba 15-20 pesetas/kg. El precio al consumidor era alrededor de 30 pesetas/kg. Para 2000, el precio al consumidor era alrededor de 180 pesetas/kg. Estos precios son muy bajos cuando se comparan con los precios de otros tipos de mariscos o carnes. Los beneficios para una familia se han calculado en alrededor de 25 por ciento del valor total de la producción vendida.
[Nota: los costos y valores se dan en pesetas debido a la diferencia temporal de las tasas de intercambio]
Marteiliasis; Marteiliosis;
Enfermedad de Aber |
Marteilia maurini;
M. refringens |
Protozoos |
Pérdida de pigmentación
de los tejidos viscerales,
haciéndose amarillo pálido;
el manto algunas veces translúcido;
el crecimiento de la concha puede cesar;
la carne contraída y viscosa |
No hay tratamiento disponible;
evitar la transferencia de
individuos desde áreas
infectadas; regulaciones |
Enfermedades del 'gusano' rojo |
Mytilicola intestinalis |
Copépodo |
Organismo comensal;
se pensaba que no afectaba
a los mejillones |
No hay medidas conocidas |
Ninguna de las enfermedades indicadas arriba causa da�os serios al cultivo de
M. galloprovincialis. Las especies asociadas que ocurren en los bancos naturales de mejill�n son aquellas que se encuentran sobre las playas intermareales rocosas, tales como cirripedios (
Balanus sp.) y algas (
Enteromorpha sp). Los depredadores de mejill�n incluyen cangrejos, (
Carcinus maenas, estrellas de mar,
Asterias rubens y aves marinas. Las especies asociadas que colonizan los mejillones (que crecen sobre cuerdas suspendidas desde balsas) lo hacen por medio de larvas planct�nicas o que se arrastran lentamente y corresponden a crust�ceos tales como el dec�podo Pisidia longicornis, anf�podos (
Phtisica marina y
Eurystheus maculates), ascidias (
Ascidiella aspersa y
Ciona intestinalis) y especies incrustantes tales como bal�nidos y gusanos poliquetos (
Elminius modestus y
Pomatoceros sp.). Estos organismos compiten entre ellos por espacio y alimento y algunos pueden invadir las conchas de mejill�n. El da�o por cangrejos y estrellas de mar es leve, pero ocasionalmente
A. rubens y
Nucella lapillus, un gastr�podo, ocurren sobre las cuerdas. Adem�s, algunos peces, tales como el esp�rido
Diplodus sargus y la dorada,
Sparus aurata, ocasionalmente da�an a los mejillones adultos quebr�ndoles sus conchas; ellos tambi�n comen semilla de mejillones.