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E/12
ENSAYO DE INTERPRETACION DE LAS TALLAS COMERCIALES DE CAMARON EN LOS LITORALES DE SONORA, MEXICO

por

H. CHAPA SALDAÑA, C. GUILBOT TADDEI y
H. ROMERO RODRIGUEZ
Instituto Nacional de Investigaciones Biológico-Pesqueras, México

Extracto

Después de analizar las tallas de las dos especies principales que se desembarcan en las plantas de maquila en Guaymas (Sonora), los autores hacen un análisis preliminar de las vedas establecidas por la Dirección General de Pesca e Industrias Conexas.

A PROVISIONAL INTERPRETATION OF THE COMMERCIAL SIZE GROUPS OF SHRIMP ON THE COAST OF SONORA, MEXICO

Abstract

After analyzing the size groups of the two principal species of shrimp landed at the packing plants of Guaymas (State of Sonora), the authors make a preliminary examination of the closed seasons established by the Mexican Department of Fisheries.

ESSAI D'INTERPRETATION CONCERNANT LES CALIBRES COMMERCIAUX DE CREVETTES DANS LES EAUX COTIERES DE SONORA, MEXIQUE

Résumé

Après avoir analysé les calibres des deux espèces principales de crevettes débarquées dans les usines de Guaymas (Etat de Sonora), les auteurs examinent les interdictions de pêche imposées par la Direction générale des pêches.

1 INTRODUCCION

Mucho es lo que se ha discutido en los medios pesqueros de los litorales mexicanos del Pacífico y aun fuera de ellos sobre la vigencia de las vedas que el Gobierno aplica a la explotación camaronera. En especial, a partir de 1962, en que la producción sufrió una baja considerable, han venido a la capital del país diferentes comisiones con el objeto de solicitar la revisión de las reglamentaciones, esperando aumentar la captura de camarón como consecuencia de los cambios que pudieran introducirse.

2 REGLAMENTACIONES EMANADAS DE LAS AUTORIDADES DE PESCA

Los acuerdos emanados de las autoridades de pesca a partir de 1939, para reglamentar las pesquerías de camarón del Pacífico, son los siguientes (Diario Oficial de la Federación, 1939, 1947, 1951, Dirección General de Pesca e Industrias Conexas, 1946):

En un acuerdo fechado el 15 de abril de 1939, el Departamento Forestal y de Caza y Pesca, a través de la Sección de Pesca Marítima, fijó la reglamentación para la pesca de camarón en aguas protegidas y en mar abierto, como consecuencia de la introducción en el país de las redes de arrastre. La reglamentación era la siguiente:

  1. Para aguas marítimas, veda del 16 de abril al 30 de septiembre:
  2. Para las aguas salobres o “protegidas”, veda del 1 de febrero al 31 de julio.

Mediante esta reglamentación se trató de proteger la reproducción y el crecimiento de las especies de camarón que para aquel entonces estaban involucradas dentro de la pesca comercial, a saber: el camarón azul (Penaeus stylirostris) y el camarón blanco (P. vannamei), ya que la pesca se realizaba principalmente en la zona sur de Sinaloa y al norte de Nayarit con el sistema de trampas estuarinas o “tapos”, mientras que las embarcaciones de mar abierto pescaban únicamente en el cordón litoral que no va más allá de diez brazas (18 m) de profundidad, capturando las especies mencionadas una vez que habían salido de las aguas protegidas para completar su desarrollo y reproducirse. En particular, la reglamentación para las aguas salobres trataba de proteger el crecimiento de las especies dentro de sus viveros naturales.

A pesar del aparente empirismo en la formulación de esta reglamentación, las investigaciones continuadas durante más de 20 años han demostrado que los períodos vedados se aproximaban con bastante precisión a las épocas en las que suele haber mayor abundancia de camarón pequeño.

Un acuerdo posterior de la Dirección General de Pesca, ya dentro de la Secretaría de Marina, publicado el 18 de abril de 1947, cambió la reglamentación anterior, estableciendo una nueva veda para las aguas protegidas de Mazatlán hacia el norte, del modo siguiente:

  1. Aguas protegidas: De Mazatlán hacia el sur, veda del 1 de febrero al 31 de de julio. De Mazatlán hacia el norte, incluyendo los litorales de Sonora y el oriental de ambos territorios de Baja California, un primer período de veda del 1 de marzo al 15 de abril y un segundo período del 1 de junio al 31 de julio.

  2. Aguas marítimas: Comprendidos los litorales de Nayarit, Sinaloa, Sonora y los orientales de ambos territorios de Baja California, veda del 1 de agosto al 30 de septiembre.

Este nuevo acuerdo trató, al parecer, de separar las aguas protegidas en dos zonas, tomando como punto de partida el Puerto de Mazatlán, tal vez atendiendo a la distribución geográfica aparente de las dos especies involucradas en la pesca de aguas protegidas, o sea, el camarón azul de Mazatlán hacia el norte, y el blanco hacia el sur. En todo caso, el objeto, como en el caso anterior, era el de proteger el crecimiento y desarrollo de las poblaciones mientras permanecían en la zona estuarina.

Por otro lado la veda de aguas marítimas sufrió un cambio interesante, ya que fue puesta del 1 de agosto al 30 de septiembre. Aparentemente las autoridades ya habían adoptado el criterio de que, por tratarse de especies de alto potencial reproductivo, no era el caso, como se pensaba antes, de proporcionar una protección especial a las hembras en desove, pero sí se mantuvo en pie la política de dejar el recurso sin explotar durante el período inmediatamente después, cuando se suponía que era necesario dejarlo crecer a tamaños más comerciales.

Téngase en cuenta que hasta entonces la pesquería comercial de camarón se basaba en las especies azul y blanco.

Otro acuerdo, fechado el 16 de julio de 1951, fijó nuevamente cambios a la veda en mar abierto, reduciéndola únicamente para el mes de agosto.

Para estas fechas, los estudios realizados en el Instituto de Pesca del Pacífico, establecido en Guaymas, Sonora, y sostenido por los armadores y camaroneros, estaban bastante avanzados (Inst. Pesca del Pacífico, 1949, 1950; Núñez y Chapa 1950, 1951, 1951a). También para entonces una tercera especie de camarón comercial, el café (Penaeus californiensis), era pescada en masa por la flota en profundidades mayores (Chapa, 1956).

La reducción de la veda al mes de agosto, trajo por consecuencia que los pescadores arrojaran al mar gran cantidad de camarón de tallas pequeñas, debido tal vez a la falta de precio en el mercado de exportación para estas tallas.

En 1954, la Dirección General de Pesca, basándose en los estudios de desove y madurez sexual, fijó un nuevo período de veda en la primavera (entre marzo y abril), aparte de los meses de veda de verano (16 de julio a 15 de septiembre) que protege el crecimiento de las poblaciones que salen desde las aguas protegidas. Estas medidas no contaron con la aprobación de la industria, que se opuso terminantemente a su aplicación en la temporada siguiente.

No ha sido posible conseguir los antecedentes relacionados con la reglamentación que desde entonces se ha venido aplicando al camarón en el Pacífico, estableciendo las vedas siguientes:

  1. Para aguas marítimas, veda del 16 de julio al 15 de septiembre;
  2. Para aguas protegidas, veda del 16 de abril al 31 de julio.

En la práctica, el inicio de las actividades de pesca es determinado por la Dirección General de Pesca tomando como base el resultado de los muestreos que se efectúan tanto en mar abierto como en las aguas protegidas, aunque a decir verdad, la presión que sobre las autoridades ejercen los intereses creados por una industria tan valiosa, ha sido determinante en la fijación de estas fechas.

Sin embargo, se ha creído pertinente atender las demandas de los pescadores cooperativistas en el sentido de efectuar una revisión a las reglamentaciones, ya que ellos, por tener las especies de camarón comercial reservadas por Decreto Gubernamental, por su larga experiencia en la pesca del crustáceo y por ser autores y testigos de la destrucción de aquellos ejemplares que por su pequeñez son arrojados ya muertos al mar mientras no exista mercado para los mismos, conocen los hechos reales de la pesca.

Para la elaboración de este trabajo nos hemos servido de parte de los datos de la producción de camarón maquilada en el Puerto de Guaymas, Sonora, considerando que aproximadamente el 80 por ciento de la producción de camarón de ese Estado es descargado allí. La información ha sido conseguida por el personal de la Estación de Biología Pesquera establecida por el Instituto Nacional de Investigaciones Biológico-Pesqueras en aquel puerto, de datos provenientes de la planta conocida como Congeladora Cooperativa de Guaymas en Copropiedad.

El área de pesca de la flota de Guaymas se extiende desde el litoral oriental de Baja California Norte, entre San Felipe y la desembocadura del Río Colorado, hasta las costas de Sonora y del norte de Sinaloa. Ocasionalmente las embarcaciones pescan en pequeñas áreas situadas al sur de San Felipe hasta la altura de Bahía Concepción, Baja California.

La desembocadura del Río Colorado y una zona cercana, limitada por una línea que se extiende desde Bahía Ometepec, Baja California, hasta la desembocadura del Arroyo de Santa Clara en Sonora, está permanentemente vedada a todo tipo de explotaciones pesqueras, por considerarse como el criadero de la valiosa especie de escama conocido con el nombre de totuaba (Cynoscion macdonaldi), así como del camarón azul y de otras especies comerciales, aunque a decir verdad se ignora si esta veda produce efectos económicos positivos, y la disposición es violada constantemente por falta de vigilancia.

En este ensayo se han tratado de resumir, de manera preliminar, los datos de las últimas cinco temporadas de pesca, a saber: 1962/63, 1963/64, 1964/65, 1965/66 y 1966/67 hasta el momento de la elaboración, o sea, desde que la industria pesquera se declaró en crisis entre las temporadas de 1962/63 y 1963/64.

No se discuten aquí las razones que dieron origen a la crisis, pues es sabido que el éxito de la pesca como negocio está sujeto a multitud de factores, entre los que no hay que olvidar el factor precio y la importancia de la demanda en el mercado de los Estados Unidos de América. Además, téngase en cuenta que en la pesquería comercial de Sonora se encuentran involucradas dos especies principales que son el camarón café y el azul, y otras dos secundarias y ocasionales: el blanco y el rojo. Naturalmente, existen diferencias muy importantes en la biología y comportamiento de cada una de ellas, que afectarían a la aplicación de medidas proteccionistas. Además, el camarón azul soporta en los litorales de Sonora desde hace más de treinta años una pesca organizada en aguas protegidas (Ferreira, 1965).

Con objeto de que se tenga una idea de las variaciones que la producción descargada en Guaymas ha sufrido en las temporadas aquí consideradas, en el Cuadro I se han sumarizado los datos correspondientes a la producción descargada en el puerto, el número de viajes realizados por la flota y el promedio del rendimiento por viaje.

CUADRO I

Producción de camarón descargada en Guaymas en las últimas cuatro temporadas, viajes realizados por la flota y rendimiento

TemporadaProducción descargada
kg
No. de viajesRendimiento por viaje
kg
1962/636.974.1803.1072.244
1963/646.320.9843.6901.713
1964/655.252.9963.7511.400
1965/665.765.7403.4771.658

En cuanto a las variaciones en los rendimientos mensuales de los viajes realizados, estos detalles se darán a conocer en publicaciones posteriores, pero en resumen se puede considerar que en el mes de septiembre, al comenzar la temporada, los viajes dan un alto rendimiento en virtud de que las poblaciones de camarón estuvieron en reposo durante los dos meses de veda, aunque no es posible, por falta de pesca en aquellos meses, saber si el efecto integral de la veda es económicamente positivo en comparación con una pesca ininterrumpida.

Además de productivos, los viajes son cortos debido a la poca vida del hielo de las bodegas, originada por el calor. En cambio, durante el invierno los viajes rinden menos y al mismo tiempo son más largos, situación que se prolonga hasta la primavera siguiente.

Como en este trabajo se manejan datos de camarón descabezado, la clasificación adoptada es la que se ha generalizado en el mercado extranjero, donde la mayor talla comercial se conoce como U-10 (diez colas o menos por libra americana, o sea, 22 por kg), mientras que el menor tamaño que se reconoce corresponde al peso de 71 a 80 colas por libra (156 a 176 por kg).

La cabeza del camarón (cefalotórax) representa aproximadamente el 35 por ciento de la talla total del camarón café y el 25,3 por ciento del camarón azul, mientras que esta parte constituye aproximadamente el 40 por ciento del peso en ambas especies.

En el Cuadro II se especifican las tallas comerciales y sus correspondientes tamaños del animal entero y de su abdomen (cola).

CUADRO II

Tallas comerciales de camarón y sus correspondiencias en milímetros del ejemplar entero y del abdomen

Tallas comercialesTamaño promedio total
mm
Tamaño promedio del abdomen
mm
GRANDE  U-10171,0132,0
   U-12161,0124,6
   U-15152,0116,7
 16–20140,0108,1
 21–25130,0100,9
 26–30123,0  94,5
CHICO31–40116,0  89,3
 41–50106,0  81,8
 51–60  91,0  70,0
 o más  

3 ANALISIS

Para el manejo de los datos, hemos considerado en primer termino (Cuadro II), que en el comercio se toman como “tallas chicas” de camarón aquellas que no van más allá de 31 a 35 ejemplares por libra (68 a 77 por kg, descabezado), que corresponden a 116 mm de longitud total o menos; y como “tallas grandes” las de 26 a 30 camarones por libra (57 a 66 por kg, descabezado), o menos, que corresponden a 123 mm de longitud total o más. En otras palabras, basándonos en la terminología empírica de la industria constituida por las cooperativas, se supone en este primer ejemplo que la talla mínima comercial sea en la línea divisoria entre “camarón chico” (31 colas o más por libra) y “camarón grande” (30 colas o menos), y luego se compara la situación si este parámetro se establece al nivel de 50 y 70 colas, respectivamente.

Del análisis de los Cuadros III, IV.y V, así como de las Figuras 1, 2, 3 y 4, se pueden sacar tamporalmente algunas conclusiones sobre la biología y comportamiento de las dos especies de camarón comercial que pesca la flota de Guaymas, a saber:

CUADRO III

Porcentaje de dominancia de las especies en la pesca comercial de la flota de Guaymas, Sonora

 Sept.Oct.Nov.Dic.EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulio
 P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.P.s.P.c.
1962 a 196387,3212,6547,0852,8933,2366,758,6191,360,9499,037,6592,3313,9786,009,6890,3013,0486,945,1794,813,2596,68
1963 a 196475,4924,5040,5659,4215,6684,275,9694,024,7495,243,8896,109,6690,335,8394,156,0793,910,5099,482,6797,31
1964 a 196563,7036,2854,2945,6913,8986,054,1595,825,599,395,4694,5213,7386,266,9793,013,6596,310,4699,512,2297,76
1965 a 196640,8159,1721,7278,2612,7787,168,5491,376,9093,094,3495,647,7092,288,5691,414,8695,101,1498,800,0999,88
1966 a 196726,9373,0412,0087,998,8791,1010,7089,27              

P.s. = P. stylirostris
P.c. = P. californiensis

CUADRO IV

P. stylirostris. Porcentajes de tallas “grandes” y “chicas” en desembarques de Guaymas, asumiendo en 30 colas/libra

 Sept.Oct.Nov.Dic.EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulio
1962 a 1963G.
71,9
Ch.
28,0
G.
87,1
Ch.
12,9
G.
90,2
Ch.
9,8
G.
91,2
Ch.
8,7
G.
98,3
Ch.
1,7
G.
99,8
Ch.
0,1
G.
100,0
Ch.G.
100,0
Ch.G.
100,0
Ch.G.
100,0
Ch.G.
100,0
Ch.
1963 a 196480,719,381,418,687,312,681,418,686,113,9100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 
1964 a 196571,428,688,411,687,312,681,418,686,113,998,61,4100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 
1965 a 196683,616,489,910,184,016,080,119,998,11,997,92,1100,0 100,0 100,0 97,32,743,856,2
1966 a 196771,328,757,442,655,244,889,410,6              

CUADRO V

P. californiensis. Porcentajes de tallas “grandes” y “chicas” en desembarques de Guaymas, asumiendo en 30 colas/libra

 Sept.Oct.Nov.Dic.EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulio
1962 a 1963G.
37,2
Ch.
62,8
G.
46,6
Ch.
53,3
G.
37,3
Ch.
62,7
G.
50,6
Ch.
49,3
G.
50,6
Ch.
49,3
G.
15,7
Ch.
86,4
G.
51,9
Ch.
48,1
G.
78,4
Ch.
21,6
G.
71,3
Ch.
28,7
G.
66,1
Ch.
33,9
G.
69,2
Ch.
30,8
1963 a 196440,259,827,272,833,866,150,949,163,936,169,430,570,929,174,225,865,834,154,745,246,253,8
1964 a 196539,061,042,157,841,558,542,457,556,743,348,052,649,750,352,547,549,250,745,554,539,560,4
1965 a 196628,271,734,665,335,864,241,158,956,143,959,740,369,130,974,925,152,547,435,065,026,373,8
1966 a 196714,685,322,877,226,373,737,662,3              

G = Camarón grande: 30 camarones por libra o menos
Ch = Camarón chico: 31 camarones por libra o más

  1. Se comprueba que la pesca comercial de mar abierto se realiza sobre poblaciones de camarón azul que comparten dos ambientes físicos: las aguas salobres litorales y el mar abierto (Fig. 1).

  2. Que al comienzo de la temporada hábil de captura (septiembre a diciembre), la flota captura camarón azul que está reclutándose desde las aguas protegidas, aunque los porcentajes de estas poblaciones de talla chica son menores que los de tallas grandes (Cuadro IV).

  3. Que a partir de enero, la pesca comercial de camarón azul se realiza sobre poblaciones casi en su totalidad adultas, aunque existe un pequeño remanente de poblaciones de talla menor (Fig. 3).

  4. Que el crecimiento del camarón azul es extraordinariamente rápido en mar abierto entre septiembre y octubre. Aparentemente se detiene entre noviembre y diciembre para comenzar nuevamente en enero. Sería interesante relacionar estos hechos con las temperaturas marinas.

  5. Que existen poblaciones de camarón café, de todas las tallas, disponibles en la pesca comercial durante toda la temporada (Fig. 2).

  6. Que puede considerarse al camarón café como una especie oceánica.

  7. Que las poblaciones de camarón café de tallas “chicas” dominan desde septiembre a diciembre y vuelven a dominar al finalizar la temporada hábil entre junio y julio (Cuadro V).

  8. El camarón café está en íntima relación con los cambios en las condiciones oceánicas, experimentando diferencias muy marcadas en su comportamiento durante las temporadas de estudio (Fig. 3).

  9. El crecimiento del camarón café se detiene también, de manera aparente, entre diciembre y enero.

Tomando en cuenta que la separación de “camarón chico” y “camarón grande” al nivel de 30/31 colas por libra es arbitraria y que existen mercados (aunque a precios descendentes) para las tallas menores, se presenta en los Cuadros VI, VII, VIII y IX un análisis de los porcentajes de “camarón chico” para ambas especies, en la suposición de que el tamaño mínimo comercial promedio (tρ de Kutkuhn, 1962) sea: (a) de 50 colas por libra (110 por kg), cifra adoptada por Ingle (1961) e incorporada en la reglamentación pesquera del Estado de Florida, Estados Unidos de América; y (b) de 70 colas por libra (154 por kg), tamaño mínimo comercial que establece Kutkuhn (1962) para todas las situaciones reinantes en el mercado de los Estados Unidos de América excepto cuando la mortalidad natural sea extremadamente leve.

4 CONCLUSIONES

En vista de que los estudios sobre los aspectos biológicos (reclutamiento y mortalidad, tanto natural como de pesca); económicos (investigación del mercado en cuanto a aceptabilidad de tallas); y tecnológicos (posible reglamentación de las mallas) quedan por hacer, aún no es posible llegar a conclusiones firmes en cuanto a los verdaderos efectos de la veda actual y sus posibles modificaciones. Se espera que se puedan aclarar estos aspectos en publicaciones futuras.

Fig. 1Fig. 2

FIG. 1 Datos de maquila de la flota de Guaymas, Sonora-
Penaeus styllrostris
.

FIG.2 Datos de maquila flota de Guaymas, Sonora-
Penaeus californiensis
.


FIG. 3

FIG.3 DATOS DE MAQUILA PROCEDENTES DEL CAMARON CAPTURADO POR LA FLOTA DE GUAYMAS, SONORA.

FIG. 4

FIG.4 Dominancia de especies en la maquila de camarón de alta mar, puerto de Guaymas, Sonora.

4.1 Camarón azul

Se supone que la veda actual, que la Dirección General de Pesca e Industrias Conexas fija entre el 16 de julio y el 15 de septiembre de cada año para la pesca en mar abierto, pretende proteger el crecimiento de las poblaciones que salen durante el verano desde las aguas protegidas, ya que en las temporadas consideradas en este trabajo, el porcentaje de tallas “pequeñas”* raras veces pasó de 25 por ciento y nunca de 50 por ciento (Cuadro IV), existiendo claro dominio de tallas “grandes” en todos los meses de pesca hábil.

Aun si se considera que en ocasiones, al comenzar la temporada (mes de septiembre), son devueltas al mar cantidades importantes de camarón cuyo tamaño no permite siquiera su descabezamiento, esto no fue más allá del 10 por ciento de la captura de la especie.

Es necesario recordar que la especie está sometida a intensa pesca en las aguas protegidas donde las post-larvas han penetrado para desarrollarse. Esta pesca, que comienza generalmente a fines de agosto, se efectúa totalmente sobre poblaciones en franco desarrollo y crecimiento, con excepción de casos aislados de migración inversa formada por poblaciones adultas que penetran en aguas profundas como Guaymas en Sonora y Topolobampo y Altata en Sinaloa.

Hasta que no se realicen estudios de mortalidad la Dirección General de Pesca no estará en condiciones de poder dictaminar, sobre bases racionales, una disminución en la pesquería de aguas protegidas, ya que el tomar una medida radical ahora sin existir pruebas que demuestren que la mortalidad natural y por predación dentro de las aguas protegidas sea menor a la ocasionada por la pesca comercial, podría tener efectos socio-económicos poco deseables.

Por lo tanto, se cree sea razonable la veda actual en aguas salobres para proteger el crecimiento del camarón azul, aunque no sea definitiva en virtud de que la otra especie (el camarón café) domina en las descargas totales con más de un 85 por ciento y como se verá a continuación, existen algunas aparentes anomalías que se deben tomar en cuenta para cualquier cambio en la reglamentación (Cuadro III).

* es decir, de 31 colas o más por libra.

4.2 Camarón café

El análisis de los datos nos muestra que las poblaciones de talla “chica” (31 a 35 o más camarones por libra), dominan en la captura comercial en los meses de septiembre, octubre, noviembre, y en ocasiones hasta en parte del mes de diciembre, existiendo dominio de tallas “grandes” en los meses restantes de pesca hábil. A partir del mes de junio, aparecen nuevamente las poblaciones de talla “chica” en proporciones que tienden a ser mayores del 50 por ciento. Es en esta época cuando los pescadores, suponiendo que están capturando ejemplares en franco crecimiento, llaman la atención de la Dirección General de Pesca (Cuadro V). Como se ve en los Cuadros VII y IX, esta supuesta situación cambia radicalmente si el criterio en cuanto a tallas “chicas” se establece en 50 ó 70 colas por libra en vez de 30.

4.3 Especie dominante en las capturas

Al comenzar la temporada hábil de pesca, el 16 de septiembre de cada año, la mayor parte de las descargas son a base de la especie azul, pues en las primeras de las tres temporadas aquí estudiadas, el dominio de la azul sobre la café es clara (Cuadro III): 87, 32, 75, 49 y 63, 70 por ciento. Es notable sin embargo que en las últimas temporadas la especie café dominó sobre la azul, aun en el inicio de la pesca. Esto, que podría entenderse como una consecuencia de sobrepesca de camarón azul, puede quizá deberse a éxitos tardíos en el desove del camarón café, originados tal vez por cambios oceanográficos que será interesante estudiar antes de sacar conclusiones definitivas. Por lo tanto, en la práctica, el crecimiento del camarón café en los primeros viajes está asegurado por la pesca preferencial que se hace sobre el camarón azul en profundidades menores. Así, pues, queda la disyuntiva de si se debe buscar protección al crecimiento del camarón café, nacido en primavera y que ya está desarrollado pero aún de tallas “chicas” a fines de junio y principios de julio, así como a poblaciones en crecimiento en los primeros viajes de la temporada.

CUADRO VI

P. stylirostris. Porcentajes de tallas “grandes” y “chicas” en desembarques de Guaymas, asumiendo en 50 colas/libra

 Sept.Oct.Nov.Dic.EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulioAgosto
1962 a 1963G.
93,8
Ch.
5,2
G.
96,0
Ch.
4,0
G.
99,7
Ch.
0,3
G.
99,6
Ch.
0,3
G.
100,0
Ch.
0,0
G.
100,0
Ch.
0,0
G.
100,0
Ch.
0,0
G.
100,0
Ch.
0,0
G.
100,0
Ch.
0,0
G.
100,0
Ch.
0,0
G.
100,0
Ch.
0,0
G.Ch.
1963 a 196494,35,295,34,797,03,0100,00,1100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,099,01,0  
1964 a 196596,13,997,82,298,21,895,84,2100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0  
1965 a 196698,02,098,71,3100,00,197,32,7100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,098,51,5100,00,082,617,4
1966 a 196793,96,178,821,279,320,797,22,8                

CUADRO VII

P. californiensis. Porcentaje de tallas “grandes” y “chicas” en desembarques de Guaymas, asumiendo en 50 colas/libra

 Sept.Oct.Nov.Dic.EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulioAgosto
1962 a 1963G..
75,9
Ch..
24,1
G..
96,1
Ch..
3,9
G..
90,8
Ch..
9,2
G..
95,7
Ch..
4,2
G..
95,9
Ch..
4,1
G..
91,8
Ch..
8,2
G..
91,1
Ch..
8,8
G..
95,0
Ch..
4,9
G..
89,1
Ch..
10,9
G..
89,9
Ch..
10,1
G..
96,7
Ch..
3,3
G.Ch.
1963 a 196492,67,485,114,988,411,696,63,499,10,998,21,896,63,494,65,490,89,384,715,282,417,6  
1964 a 196584,115,987,512,590,010,089,111,090,19,985,414,682,717,382,37,780,919,077,322,783,016,9  
1965 a 196675,524,585,314,791,18,992,37,794,45,694,75,396,33,797,32,788,611,473,526,578,221,881,318,7
1966 a 196770,030,169,031,073,626,4                  

G = Camarón grande: 50 camarones por libra o menos
Ch = Camarón chico: 51 camarones por libra o más

CUADRO VIII

P. stylirostris. Porcentajes de tallas “grandes” y “chicas” en desembarques de Guaymas, asumiendo en 70 colas/libra

 Sept.Oct.Nov.Dic.EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulioAgosto
1962 a 1963G.
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G.Ch.
1963 a 196494,65,494,55,598,81,2100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,099,30,7  
1964 a 1965100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0    
1965 a 1966100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,0100,00,099,50,5100,00,077,322,7
1966 a 1967100,00,0100,00,099,60,4100,00,0                

CUADRO IX

P. californiensis. Porcentaje de tallas “grandes” y “chicas” en desembarques de Guaymas, asumiendo en 70 colas/libra

 Sept.Oct.Nov.Dic.EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulioAgosto
1962 a 1963G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
100,0
Ch..
0,0
G..
99,4
Ch..
0,6
G..
98,9
Ch..
1,1
G..
97,6
Ch..
2,4
G..
100,0
Ch..
0,0
G.Ch.G.Ch.
1963 a 1964100,00,0100,00,099,50,5100,00,0100,00,0100,00,0100,00,099,90,198,51,596,83,295,54,5  
1964 a 196599,10,999,70,399,60,499,70,399,70,398,21,896,83,296,73,396,83,294,15,598,41,6  
1965 a 196699,50,599,80,2100,00,099,90,1100,00,0100,00,0100,00,099,90,197,32,793,26,894,95,195,84,2
1966 a 196799,30,796,33,797,03,099,30,7                

G = Camarón grande: 70 camarones por libra o menos
Ch = Camarón chico: 71 camarones por libra o más

De acuerdo con lo anterior, se recomienda la continuación de los muestreos actuales y el comienzo de estudios formales sobre mortalidad y reclutamiento, con el fin de llegar a conclusiones viables en cuanto a si las vedas actuales en el Pacífico mexicano se justifican, o si debe haber un aumento o una disminución en las referidas restricciones, tomando en cuenta las grandes diferencias entre las condiciones reinantes en aguas protegidas y en mar abierto.

En el caso de que la experiencia de Kutkuhn (1962) resultase aplicable en todas sus partes a las circunstancias reinantes en el Pacífico mexicano, no sería posible justificar biológicamente la veda actual de dos meses en alta mar, y mucho menos la extensión de ésta a tres meses como se propone con alguna insistencia.

Es necesario tener en cuenta, sin embargo, que el citado trabajo se refiere específicamente a otra especie (P. duorarum) y a otras aguas (el Golfo de México), y que además la estructura de precios es muy distinta tratándose del régimen cooperativista de México comparado con la venta directa en el mercado de los Estados Unidos de América.

5 REFERENCIAS

Chapa, H., 1956 La distribución geográfica de los camarones del noroeste de México y el problema de los artes fijos de pesca. México, Dirección General de Pesca e Industrias Conexas, 87 p.

Ferreira, H., 1965 Notas sobre la historia de la pesquería comercial de camarón en el Pacífico de México. Trab.Divulg.Dir.gen.Pesca, Méx., 10(99): 1–14

Ingle, R.M., 1961 Synoptic rationale of existing Florida shrimp regulacions. Proc.Gulf Caribb.Fish.Inst., 13:22–7 issued also as Contr.mar.Lab.Fla.St.Bd Conserv., (48)

Instituto de Pesca del Pacífico, 1949 Reporte biol.Inst.Pesca Pacif., 1(1):1–48

Instituto de Pesca del Pacífico, 1950 Reporte biol.Inst.Pesca Pacif., 1(2):1–64

Kutkuhn, J.H., 1966 Dynamics of a penaeid shrimp population and management implications. Bureau of Commercial Fisheries. Fishery Bull.Fish.Wildl.Serv.U.S., 65(2):313–338.

Núñez S. R. y H. Chapa S., 1950 La pesca del camarón por medio de artes fijos en los Estados de Sinaloa y Nayarit. 1. Principales especies y sus movimientos de salida al mar abierto. Contrnes téc.Inst.Pesca Pacif., (1): 1–24

Núñez S. R., 1951 La pesca del camarón por medio de artes fijos en los Estados de Sinaloa y Nayarit. 2. Descripción de un tapo, localización relativa de los artes fijos en la región, método de pesca, proceso de apastillado y consideraciones generales. Contrnes téc.Inst.Pesca Pacif., (2):1–29

Núñez S. R., 1951a La pesca del camarón por medio de artes fijos en los Estados de Sinaloa y Nayarit. 3.Datos sobre la producción, estudio comparativo de especies y tamanos de camarón que integran la producción de aguas interiores y oceánicas. Contrnes téc.Inst.Pesca Pacif., (3):1–30


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