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3. RESULTADOS

Por razones prácticas y para satisfacer el interés especifico del lector, los resultados se presentan a escala continental y a escala nacional. Asimismo, se hace una subdivisión desde otras perspectivas: las correspondientes al sistema de cultivo y a las especies criadas. Es decir, los factores importantes para el desarrollo y la operación de la piscicultura a escala comercial y en pequeña escala se evalúan independientemente del rendimiento potencial de cosechas/año de cada especie, basándose en combinaciones de temperatura del agua y tasa de alimentación x peso a la cosecha. Esta evaluación independiente se justificaba porque alguien pudiera estar interesado en examinar los cálculos de la calidad de la tierra para cultivar peces en estanques, sin importar la especie. Por el mismo motivo, se considera en forma independiente el potencial de rendimiento de cada especie. Finalmente, los rendimientos de las especies y los factores se consideran en forma conjunta.

RESEÑA DE LOS FACTORES QUE INCIDEN EN EL DESARROLLO Y LA OPERACIÓN DE LA PISCICULTURA EN EL ÁMBITO CONTINENTAL

Alrededor del 56% del continente está a una distancia razonable de grandes centros urbanos que podrían ser importantes mercados para el fomento de la piscicultura comercial, o puntos de tránsito para las exportaciones (Figura 3.1; Cuadro 3.1). Esto es significativo para la piscicultura comercial, porque el potencial del mercado urbano fue considerado como el factor más importante de los cinco considerados. De todos ellos, las ventas en la granja y los suelos para estanques son los más limitantes desde el punto de vista espacial, ya que sólo el 1,1% y el 5,5% respectivamente de la superficie de América Latina fue clasificada como MA1 (Cuadro 3.1). Las zonas que resultarían favorecidas con las ventas en la granja son ciertas partes de Centroamérica y los bordes costeros del NO, NE y E de Sudamérica, que son zonas altamente pobladas (Figura 3.2). El factor aptitud del terreno y de los suelos tiene una distribución irregular, pero las zonas favorecidas están en América Central y en la parte sur de Sudamérica (Figura 3.3). Por el contrario, alrededor del 22% de la superficie terrestre de América Latina es MA en cuanto a los subproductos agrícolas y el 19% es MA respecto a la pérdida de agua (Cuadro 3.1). Centroamérica tiene ventajas respecto al primero de los factores, pero gran parte del límite occidental de Sudamérica no las tiene (Figura 3.4). La pérdida de agua es relativamente alta en el NO de Centroamérica y en el O, SO y NE de Sudamérica (Figura 3.5).

En general, aproximadamente entre el 72% y el 89% del continente se clasifica entre MDA y MA con respecto a los cinco factores considerados (Cuadro 3.1).

Cuadro 3.1 Aptitud de los factores para el desarrollo y la operación de la piscicultura expresada en porcentaje de la superficie continental de América Latina.

FactorMAAMDATotal
Demanda del mercado urbano56.217.68.482.3
Ventas en la granja1.117.170.788.9
Suelos5.536.330.071.9
Subproductos agrícolas22.338.527.788.5
Pérdida de agua19.443.019.682.0

1. Las categorías usadas y sus abreviaciones son: Muy Apta (MA); Apta (A); Moderadamente Apta (MDA); y No Apta (NA). Los diferentes rendimientos se subdividen en cuatro cuatros iguales: 1er C; 2do C; etc.

Figura 3.1

Figura 3.1
Demanda potencial del mercado: piscicultura comercial

Figura 3.2

Figura 3.2
Potencialidad para ventas en la granja

Figura 3.3

Figura 3.3
Aptitud para estanques del terreno y de los suelos

Figura 3.4

Figura 3.4
Potencialidad para subproductos agrícolas como insumos en alimentos y fertilizantes

Figura 3.5

Figura 3.5 Pérdida neta anual de agua de los estanques provocada por evaporación y filtración

Figura 3.6

Figura 3.6
Aptitud para la explotación piscícola a escala comercial

Figura 3.7

Figura 3.7
Aptitud para la explotación piscícola en pequeña escala

RESEÑA DE LOS MODELOS DE PRODUCCIÓN COMERCIAL Y DE PEQUEÑA ESCALA EN EL ÁMBITO CONTINENTAL

Cuando se combinan los cuatro factores examinados anteriormente para formular el modelo comercial, resulta que un 20% de América Latina califica como MA, alrededor del 38% como A y un 22% como MDA (Figura 3.6). En el caso del modelo de pequeña escala, alrededor del 31% del continente clasifica en la categoría de MA, casi el 44% en la de A y el 15% en la de MDA (Figura 3.7). En zonas como Centroamérica, y las partes NO y SE de Sudamérica, resultan favorecidas tanto la explotación comercial como la de pequeña escala.

RESEÑA DE LOS DISTINTOS FACTORES EN EL ÁMBITO DE LOS PAÍSES

POTENCIALIDAD DEL MERCADO URBANO

El efecto de la proximidad a grandes centros urbanos puede verse claramente como áreas circulares en el mapa (Figura 3.1). El 100% o casi ese porcentaje de la superficie territorial de cinco países, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Uruguay, clasifica como MA en cuanto a este factor (Figura 3.8). Otros once países tienen desde el 50 hasta casi el 90% de su superficie dentro de esta categoría. Sólo Suriname tiene un bajo puntaje global, ya que ligeramente más del 50% de su superficie califica por lo menos en la categoría de MDA

POTENCIALIDAD DE LAS VENTAS EN LA GRANJA

Solamente un país, El Salvador, tiene una extensa zona (alrededor del 60%) que es MA para las ventas en la granja; mientras que en la mayoría de los otros países, el 5% o menos de su territorio tiene esta clasificación (Figuras 3.2 y 3.9). Únicamente un país, Honduras, tiene más de la mitad de su superficie apta para las ventas en la granja. Hay otros seis países donde más del 25% del territorio queda clasificado como apto.

APTITUD DEL SUELO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ESTANQUES

El 25 y el 20% de la superficie de Uruguay y Argentina, respectivamente, clasifican como MA (Figuras 3.3 y 3.10). Hay once países donde el 50% o más de sus superficies de suelos clasifica en conjunto en la categoría de MA o A. En cambio, es notable el caso de la Guyana francesa y de Guyana, países que prácticamente carecen de suelos de buena calidad para estanques.

DISPONIBILIDAD POTENCIAL DE SUBPRODUCTOS AGRÍCOLAS

Casi la mitad de las superficies nacionales de tres países, El Salvador, Suriname y Uruguay, califican como MA en cuanto a la disponibilidad potencial de subproductos agrícolas, pero gran parte de la superficie de la mayoría de los países clasifica ya sea como A o MDA respecto a este factor (Figuras 3.4 y 3.11). Chile es el único país donde menos de la mitad de su superficie nacional no es por lo menos MDA en cuanto a disponibilidad potencial de subproductos agrícolas.

PÉRDIDA DE AGUA

El 50% o más de las superficies de siete países están en la categoría de MA y entre el 25 y el 50% de l territorio de otros ocho también tienen la misma clasificación (Figuras 3.5 y 3.12). México y Argentina sobresalen como países que tienen superficies relativamente pequeñas que califican como MA o A en cuanto a pérdida de agua, lo que sugiere que las necesidades de agua podrían representar una limitación relativamente grave en ellos.

Figura 3.8 Demanda potencial del mercado: piscicultura comercial

Figura 3.8

Figura 3.9 Potencialidad para ventas en la granja

Figura 3.9

Figura 3.10 Aptitud para estanques del terreno y de los suelos

Figura 3.10

Figura 3.11 Potencial para disponer de subproductos agrícolas como alimentos y fertilizantes

Figura 3.11

Figura 3.12 Pérdida neta anual de agua de los estanques por evaporación y filtración

Figura 3.12

Figura 3.13 Aptitud para la piscicultura comercial

Figura 3.13

RESEÑA DE LOS MODELOS DE PRODUCCIÓN COMERCIAL Y DE PEQUEÑA ESCALA EN EL ÁMBITO DE LOS PAÍSES

PISCICULTURA COMERCIAL

En general, los países de América Central y del NO y SE de Sudamérica poseen condiciones aptas para la piscicultura comercial (Figura 3.6). Más del 90% del territorio de tres países, Costa Rica, Belice y Guatemala, se clasifica como MA para la explotación piscícola comercial (Figure 3.13). En otros seis países, más del 50% de su superficie nacional está en la categoría de MA, mientras que en cinco de ellos, casi toda la superficie restante, si no la totalidad de ella, se clasifica como A. La Guyana francesa y Suriname tienen superficies relativamente pequeñas en la categoría de MA o A, aunque en conjunto sobrepasan el 30%. De todos, Brasil es el país con la menor superficie clasificada como MDA o mejor, si bien el total global sobrepasa el 60%.

PISCICULTURA DE PEQUEÑA ESCALA

Guyana francesa y Suriname son los dos países con más del 90% de su superficie MA para la piscicultura de pequeña escala; hay otros ocho países donde más del 50% de la superficie clasifica como MA (Figuras 3.7 y 3.14). Además, en estos mismos países la superficie restante clasifica como A, o casi A. México es el país menos favorecido, si bien alrededor del 60% del país es MDA o mejor para la piscicultura de pequeña escala, y de este porcentaje, un 13% es MA y un 25% es A.

Figura 3.14 Aptitud para la piscicultura en pequeña escala

Figura 3.14

RENDIMIENTOS ÍCTICOS

Los rendimientos en términos de cosechas anuales representan el resultado primordial del modelo de crecimiento para las cuatro especies ícticas. Este resultado se presenta primero desde el punto de vista continental y luego desde la perspectiva de los distintos países y se expresa en términos de la superficie relativa. Para simplificar, los resultados en cosechas/a se han subdividido en cuartas partes de los rangos que se han logrado con cada combinación de tasa de alimentación x peso a la cosecha. Además, también para simplificar, sólo los primeros tres cuartos se presentan como histogramas, pero se han levantado mapas de todos ellos.

PANORAMA CONTINENTAL

América Latina posee zonas relativamente extensas que son aptas para la piscicultura comercial de las cuatro especies consideradas en este estudio. Por ejemplo, las zonas donde es posible obtener un 1er C (es decir, el más alto rendimiento) de cosechas/a abarcan desde el elevado porcentaje del 74% de América Latina para el caso de carpas, hasta un bajo porcentaje de un 36% para tilapia del Nilo, con excepción de un resultado de apenas el 11% para este última especie. Los resultados correspondientes a cada especie varían desde el 67 al 74% para la carpa (Figura 3.15), 11 al 45% para la tilapia del Nilo (Figura 3.16), 57 al 67% para el tambaqui (Figura 3.17) y 49 a 61% para el pacu (Figura 3.18).

Llama la atención que las zonas con rendimiento entre el 2doC y el 3erC de cosechas/a sean pequeñas en comparación con las zonas dentro del 1erC, con excepción de aquellas donde se aplica un índice de saciedad del 50% en la alimentación de la tilapia del Nilo (Figuras 3.15 a 3.18). Por lo tanto, la mayor parte de la zona que es apta para el cultivo de estas cuatro especies es capaz de producir un número relativamente grande de cosechas anuales con cada combinación de índice de alimentación x peso de cosecha.

Respecto a los resultados correspondientes a cada especie, en las zonas dentro del 1erC se observa que se producen relativamente pocas diferencias como resultado de las distintas combinaciones de tasa de alimentación - tamaño de cosecha (Figuras 3.15 a 3.18). En cambio, se producen diferencias significativas en el número de cosechas anuales cuando se simulan los distintos regímenes. Como era de prever, es la combinación de bajo índice de alimentación y alto peso de cosecha la que tiende a producir las menores cosechas anuales y, por el contrario, aquella con altos índices de alimentación y bajo peso de cosecha es la que redunda en el mayor número de cosechas anuales. En general, da buenos resultados combinar un alto índice de alimentación (75%) con zonas de cultivo relativamente extensas y alto número de cosechas/a. Es evidente que la alimentación a una tasa del 50% y la cosecha con pesos altos produce las menores cosechas/a, si esto se combina con las menores superficies. La excepción a este respecto la presenta el tambaqui, ya que el 1erC más bajo se obtiene con un 50% de alimentación y cosechando los peces con un tamaño pequeño.

En el caso de la piscicultura de pequeña escala, los resultados entre las dos especies consideradas varían considerablemente. Respecto a la tilapia del Nilo cosechada a 150g, una zona relativamente pequeña de América Latina (36%) puede rendir entre 1,3 y 1,7 cosechas/a y otro 13% del territorio puede producir de 0.9 a 1.3 cosechas/a (Figura 3.16). Por el contrario, el 72% del continente puede producir entre 1,4 y 1,8 cosechas/a de carpa cosechada a 350g, y otro 12% del territorio puede producir entre 0,9 y 1,4 cosechas/a (Figura 3.15).

Figura 3.15 Superficies relativas y rangos de rendimiento de la carpa con diversas combinaciones de tasas de aliment. - peso de cosecha

Figura 3.15

Figura 3.16 Superficies relativas y porcentajes de rendimiento de la Tilapia del Nilo con diversas combinaciones de tasas de alimentación - peso de cosecha

Figura 3.16

Figura 3.17 Superficies relativas y porcentajes de rendimiento del tambaqui con diversas combinaciones de tasas de alimentación - peso de cosecha

Figura 3.17

Figura 3.18 Superficies relativas y rangos de rendimiento del pacu con diversas combinaciones de tasas de aliment. - peso de cosecha

Figura 3.18

PANORAMA DEL POTENCIAL DE RENDIMIENTO POR ESPECIES EN LOS PAÍSES:
- PISCICULTURA COMERCIAL

En este apartado, se hace una generalización de la distribución de las especies según los países y se ilustra con un histograma cada combinación de índice de alimentación - peso de cosecha. Con todo, como ya se ha señalado, entre las distintas combinaciones de estos factores dentro de cada especie hay una diferencia relativamente pequeña en cuanto a superficie, con la sola excepción de la tilapia del Nilo. Además, resulta dificil discriminar estas diferencias tan pequeñas en superficie en los mapas reducidos al tamaño A4 para esta publicación. Por tales motivos, y también para economizar costos de publicación, se utilizó sólo un mapa para ejemplificar la distribución espacial de cada especie. Como ya se ha demostrado, la combinación de una alimentación al 75% de saciedad con un bajo peso de cosecha es la que rinde el mayor número de cosechas anuales, en superficies relativamente extensas.

Tambaqui

La distribución espacial del tambaqui es similar entre las combinaciones de tasa de alimentación - peso de cosecha: Se pueden obtener cosechas anuales de 1er C en el sur de México y en todos o casi todos los territorios nacionales de los países Centroamericanos al sur de México, en todo el N y NO de Sudamérica (aparte de los Andes), en gran parte de Brasil (aparte del SE) y en ciertas partes de Bolivia, Paraguay y Perú (Figuras 3.19 a 3.23). Están en desventaja todos los demás países, con excepción del N de Argentina, Chile, Centro-Norte de México y Uruguay.

Pacu

La distribución espacial del pacu se asemeja a la del tambaqui, aunque es más restrictiva porque son menores las zonas con rendimiento de 1erC, mientras que son mayores las con rendimientos de 2doC (Figuras 3.24 a 3.28).

Tilapia del Nilo

La distribución espacial de las zonas favorables para el cultivo comercial de esta especie es significativamente más reducida que en el caso de las otras especies; con todo, el mismo grupo de países Centroamericanos y del N y NO de Sudamérica mantienen el potencial correspondiente al 1erC, pero gran parte del potencial relativamente alto de rendimiento se pierde en los países marginales (Figuras 3.29 a 3.33).

Carpa

Como es previsible en una especie que tolera una amplia variedad de temperaturas durante su crecimiento, la distribución espacial del cultivo de carpa es mayor en comparación con las otras especies (Figuras 3.34 a 3.38). Por ejemplo, se pueden obtener rendimientos de cosechas/a dentro del 1erC y 2doC en gran parte de México y en el norte de Argentina, mientras que sólo pequeñas zonas de estas regiones son aptas para las otras tres especies.

PANORAMA DEL POTENCIAL DE RENDIMIENTO POR ESPECIES EN LOS PAÍSES: - PISCICULTURA DE PEQUEÑA ESCALA

La carpa y la tilapia del Nilo tienen grandes diferencias en la distribución espacial de su potencial de cultivo en pequeña escala. La tilapia del Nilo es apta para este tipo de cultivo en los mismos países donde lo es la carpa, y las cosechas anuales de 1erC y 2doC son similares a los de la carpa, pero el potencial para el cultivo de la tilapia abarca una zona más pequeña (Figuras 3.41 y 3.42). Con todo, se pueden obtener cosechas anuales dentro del 1erC (1,3 a 1,7) en el 50% o más de 11 países, y solamente Uruguay y Chile no tienen posibilidades de rendimientos dentro del 1erC y 2doC. Son muchas las oportunidades para el cultivo de carpa en pequeña escala. De hecho, se pueden obtener rendimientos dentro del 1erC, que fluctúan entre 1,4 y 1,8 cosechas/a en más del 50% de los territorios de todos los países, con excepción de tres, y de éstos sólo Chile exhibe condiciones muy desfavorables.

Figura 3.19

Figura 3.19
Rendimiento potencial (cosechas/año) del tambaqui alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 600 g

Figura 3.20 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el tambaqui alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 600g

Figura 3.20

Figura 3.21 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el tambaqui alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 1000g

Figura 3.21

Figura 3.22 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el tambaqui alimentado al 50% de saciedad y cosechado con 600g

Figura 3.22

Figura 3.23 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el tambaqui alimentado al 50% de saciedad y cosechado con 1000g

Figura 3.23

Figura 3.24

Figura 3.24
Rendimiento potencial (cosechas/año) del pacu alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 600 g

Figura 3.25 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el pacu alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 600g

Figura 3.25

Figura 3.26 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el pacu alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 1000g

Figura 3.26

Figura 3.27 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el pacu alimentado al 50% de saciedad y cosechado con 600g

Figura 3.27

Figura 3.28 Combinación de superficie relativa - rendimiento para el pacu alimentado al 50% de saciedad y cosechado con 1000g

Figura 3.28

Figura 3.29

Figura 3.29
Rendimiento potencial (cosechas/año) de la tilapia del Nilo alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 300 g

Figura 3.30 Combinación superficie relativa - rendimiento para tilapia del Nilo alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 300g

Figura 3.30

Figura 3.31 Combinación de superficie relativa - rendimiento para tilapia del Nilo alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 600g

Figura 3.31

Figura 3.32 Combinación superficie relativa - rendimiento para la tilapia del Nilo alimentada al 50% de saciedad y cosechada con 300g

Figura 3.32

Figura 3.33 Combinación superficie relativa - rendimiento para tilapia del Nilo alimentada al 50% de saciedad y cosechada con 600g

Figura 3.33

Figura 3.34

Figura 3.34
Rendimiento potencial (cosechas/año) de la carpa alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 600 g

Figura 3.35 Combinación superficie relativa - rendimiento para carpa alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 600g

Figura 3.35

Figura 3.36 Combinación superficie relativa - rendimiento para carpa alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 1500g

Figura 3.36

Figura 3.37 Combinación superficie relativa - rendimiento para carpa alimentada al 50% de saciedad y cosechada con 600g

Figura 3.37

Figura 3.38 Combinación superficie relativa - rendimiento para carpa alimentada al 50% de saciedad y cosechada con 1500g

Figura 3.38

Figura 3.39

Figura 3.39
Rendimiento potencial (cosechas/año) de la tilapia del Nilo con una BIC de 0,075 kg/m3 y cosechada con 150 g

Figura 3.40

Figura 3.40
Rendimiento potencial (cosechas/año) de la carpa con una BIC de 0,075 kg/m3 y cosechada con 350 g

Figura 3.41 Combinación de superficie relativa - rendimiento de la tilapia del Nilo con una BIC de 0,075 kg/m3 cosechada con 150g

Figura 3.41

Figura 3.42 Combinación de superficie relativa - rendimiento de la carpa con una BIC de 0,075 kg/m3 y cosechada con 350g

Figura 3.42

LAS POTENCIALIDADES SEGÚN LA COMBINACIÓN DE LOS MODELOS DE RENDIMIENTO DE LAS ESPECIES CON LOS DE PRODUCCIÓN COMERCIAL Y EN PEQUEÑA ESCALA

En esta sección examinamos el rendimiento potencial de las especies de acuerdo a la influencia que ejercen los cinco factores que afectan el desarrollo y la operación de la piscicultura en estanques luego de haberlos combinado en el modelo comercial, así como la ejercida por cuatro de estos mismos factores que se han combinado en el modelo de producción en pequeña escala. Para poner de relieve las zonas de América Latina que tienen las condiciones más favorables para la piscicultura continental, como también para que el texto resulte sencillo y claro, se examinan los aspectos espaciales solamente de aquellas combinaciones que arrojan los mejores resultados: las zonas que califican como MA o A en el modelo comercial y aquellas con rendimientos de cosechas/a dentro del rango del 1erC y 2doC. Sin embargo, en los mapas se han indicado efectivamente todas las combinaciones de los resultados de los modelos, desde MA a MDA, así como los rendimientos de cosechas/a para las categorías de los cuartos 1ro, 2do y 3ro.

PANORAMA CONTINENTAL - PISCICULTURA COMERCIAL

A pesar de las limitaciones que entrañó la satisfacción de las exigencias impuestas por los factores del modelo comercial, además de las relativas a temperaturas favorables del agua, hay extensas zonas de América Latina que son aptas para la piscicultura comercial de las cuatro especies consideradas en este estudio. En cuanto a las zonas aptas, el patrón mostró que hay escasa diferencia entre las combinaciones de tasa de alimentación x peso de cosecha dentro de las especies (Figuras 3.43 a 3.46). Entre las especies, las zonas que califican desde A-2doC a MA-1erC fluctúan entre los bajos porcentajes de 19 y 25% para tilapia del Nilo, entre 25 y 35% para pacu, entre 33 y 36% para tambaqui, y hasta del 40 al 44% para carpa. De esto se desprende que, en cuanto a zonas aptas, las oportunidades para la cría de carpa son considerablemente mejores que las que se ofrecen para la tilapia del Nilo, mientras que las relativas a tambaqui y pacu están en un nivel intermedio.

Como era de prever, el patrón identificado anteriormente - indicando que la alta tasa de alimentación combinada con el menor peso de cosecha es el que se adapta a la zona más extensa y también el que rinde el máximo número de cosechas/a - también resulta válido cuando se combina el modelo comercial. Con todo, tal como ya se señaló, las diversas combinaciones de tasa de alimentación × peso de cosecha no arrojan grandes diferencias en cuanto a superficies.

PANORAMA CONTINENTAL-PISCICULTURA EN PEQUEÑA ESCALA

Aplicando el modelo de pequeña escala, el 60% del continente Latinoamericano es muy apto para la cría de carpa, con un rendimiento de 0,9 a 1,8 cosechas/a (Figura 3.46). Alrededor del 24% de esa superficie clasifica como MA y podría rendir de 1,4 a 1,8 cosechas/a.

Por el contrario, las zonas que son muy aptas para el cultivo de tilapia del Nilo en pequeña escala y que rendirían entre 0,9 y 1,7 cosechas/a abarcan un 38%. Alrededor del 16% de esta zona se clasifica como MA y podría rendir entre 1,3 y 1,7 cosechas/a (Figura 3.43).

PANORAMA POR PAÍSES-PISCICULTURA COMERCIAL

Como ya se ha indicado, hay escasa diferencia espacial entre una estrategia de tasa de alimentación × peso de cosecha y otra dentro de una especie. Así pues, la distribución espacial puede quedar bien ilustrada mediante un solo mapa para cada especie. Hemos seleccionado el mapa de la combinación de alta tasa de alimentación × bajo peso de cosecha para cada especie puesto que, como ya se ha demostrado, esta estrategia es la que arroja el mayor número de cosechas anuales y en las mayores extensiones de tierras. Sin embargo, se presentan los histogramas de la distribución espacial de cada combinación de tasa de alimentación × peso de cosecha.

Tambaqui

Los países más favorecidos con la explotación comercial de esta especie están todos situados en Centroamérica (Figuras 3.47 a 3.51). Más del 50% de la superficie de seis países clasifica como MA-1erC (1,1 a 1,4 cosechas/a) en la combinación de 75%-600g. Otros once países poseen por lo menos el 30% de sus territorios con posibilidades de clasificarse al menos como A-2doC.

Pacu

Los resultados de esta especie son casi idénticas a las del tambaqui en cuanto a la distribución espacial y a la clasificación jerárquica de los países con respecto a la superficie (Figuras 3.52 a 3.56), pero en el caso de la combinación 75%-600g, los rendimientos más altos, o sea de 1.5 a 2 cosechas/a, se sitúan en la lra C.

Carpa

Tal como sucede con el tambaqui y el pacu, los países centroamericanos tienen una elevada calificación, ya que más del 40% de sus territorios nacionales cae en la categoría de MA-1er C (1,7 a 2,.3 cosechas/a) con la combinación 75%-600g. Sin embargo, hay otros países con zonas relativamente extensas que podrían clasificar por lo menos como A-2doC, entre ellos México y Uruguay (Figuras 3.57 a 3.61).

Tilapia del Nilo

Si bien predominan los países centroamericanos, las zonas con la calificación más alta son considerablemente menores que en relación con las otras especies (Figuras 3.62 a 3.66). En sólo tres países, Belice, Costa Rica y El Salvador, más del 50% de sus territorios está clasificado como MA-1erC (1,8 a 2,4 cosechas/a en la combinación de 75%-300g) y tan sólo otro, Panamá, tiene más del 40% de su superficie dentro de esta misma categoría. Con todo, hay otros 11 países donde más del 30% de sus territorios nacionales igualan o sobrepasan las posibilidades de clasificarse como A-2doC.

PANORAMA POR PAÍSES - PISCICULTURA EN PEQUEÑA ESCALA

A diferencia de la piscicultura comercial, dos de los países del norte de Sudamérica - Guayana francesa y Suriname - ocuparon el más alto lugar tanto para el cultivo de tilapia del Nilo como de carpa, y las clasificaciones del resto de los países son bastante similares entre estas dos especies (Figuras 3.67 a 3.70). Hay ocho países que tienen más del 50% de su superficie clasificada como MA-1erC (1,4 a 1,8 cosechas/a) para la cría de carpa cosechada con 350g, mientras que hay sólo cuatro países así clasificados (1,3 a 1,7 cosechas/a) para la cría de tilapia del Nilo, cosechada con 150 g. En total, 20 países cumplen estricta u holgadamente con los requisitos para clasificarse como A-2doC para cultivar carpa en el 20% o más de su territorio nacional y 18 para cultivar tilapia del Nilo. De estos países, ocho tienen más del 80% de las zonas evaluadas clasificada en esta categoría para la cría de carpa y 5 de ellos para la cría de tilapia del Nilo.

Figura 3.43 Superficies relativas con aptitud para la piscicultura comercial y de pequeña escala de la tilapia del N. en diversas combinaciones de tasa de alimentación - peso de cosecha

Figura 3.43

Figura 3.44 Superficies relativas con aptitud para la piscicultura comercial y rangos de rendimiento del pacu en diversas combinaciones de tasa de alimentación - peso de cosecha

Figura 3.44

Figura 3.45 Superficies relativas con aptitud para la piscicultura comercial y rangos de rendimiento del tambaqui en diversas combinaciones de tasa de alimentación - peso de cosecha

Figura 3.45

Figura 3.46 Superficies relativas con aptitud para la piscicultura comercial y de pequeña escala y rangos de rendimiento de la carpa en diversas combinaciones de tasa de alimentación - peso de cosecha

Figura 3.46

Figura 3.47

Figura 3.47
Aptitud para la explotación comercial y rendimiento potencial del tambaqui alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 600 g

Figura 3.48 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del tambaqui en una combinación de alimentación al 75% de saciedad y cosecha con 600g

Figura 3.48

Figura 3.49 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del tambaqui en una combinación de aliment. al 75% de saciedad y cosecha con 1000g

Figura 3.49

Figura 3.50 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del tambaqui en una combinación de alimentación al 75% de saciedad y cosecha con 600g

Figura 3.50

Figura 3.51 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del tambaqui en una combinación de alim. al 50% de saciedad y cosecha con 1000g

Figura 3.51

Figura 3.52

Figura 3.52
Aptitud para la explotación comercial y rendimiento potencial (cosechas/año) del pacu, alimentado al 75% de saciedad y cosechado con 600 g

Figura 3.53 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del pacu en una combinación de alimentación al 75% de saciedad y cosecha con 600g

Figura 3.53

Figura 3.54 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del pacu en una combinación de alimentación al 75% de saciedad y cosecha con 1000g

Figura 3.54

Figura 3.55 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del pacu en una combinación de alimentación al 50% de saciedad y cosecha con 600g

Figura 3.55

Figura 3.56 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento del pacu en una combinación de alimentación al 50% de saciedad y cosecha con 1000g

Figura 3.56

Figura 3.57

Figura 3.57
Aptitud para la explotación comercial y rendimiento potencial (cosechas/año) de la carpa, alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 600 g

Figura 3.58 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de la carpa en una combinac. de aliment. al 75% de saciedad y cosechada con 600g

Figura 3.58

Figura 3.59 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de la carpa en una combinac. de aliment. al 75% de saciedad y cosecha con 1500g

Figura 3.59

Figura 3.60 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de carpa en una combinación de alimentación al 50% de saciedad y cosecha con 600g

Figura 3.60

Figura 3.61 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de carpa en una combinación de alimentación al 50% de saciedad y cosecha con 1500g

Figura 3.61

Figura 3.62

Figura 3.62
Aptitud para la explotación comercial y rendimiento potencial (cosechas/año) de la tilapia del Nilo, alimentada al 75% de saciedad y cosechada con 300 g

Figura 3.63 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de la tilapia del Nilo en una combinación de aliment. al 75% de saciedad y cosecha con 300g

Figura 3.63

Figura 3.64 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de la tilapia del Nilo en una combinación de aliment. al 75% de saciedad y cosechada con 600g

Figura 3.64

Figura 3.65 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de la tilapia del Nilo en una combinación de alimentación al 50% de saciedad y cosecha con 300g

Figura 3.65

Figura 3.66 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura comercial y rango de rendimiento de la tilapia del Nilo en una combinación de alimentación al 50% de saciedad y cosecha con 600g

Figura 3.66

Figura 3.67

Figura 3.67
Aptitud para la explotación en pequeña escala y rendimiento potencial (cosechas/año) de la tilapia del Nilo con una BIC de 0,075 kg/m3 y cosechada con 150 g

Figura 3.68

Figura 3.68
Aptitud para la explotación en pequeña escala y rendimiento potencial (cosechas/año) de la carpa, con una BIC de 0,075 kg/m3 y cosechada con 350 g

Figura 3.69 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura en pequeña escala y rango de rendimiento para tilapia del Nilo en una combinación de BIC de 0.075 kg/m3 y cosechada con 150g

Figura 3.69

Figura 3.70 Superficie relativa con aptitud para la piscicultura en pequeña escala y rango de rendimiento de la carpa en una combinación de BIC de 0,075 kg/m3 y cosechada con 350g

Figura 3.70

VERIFICACIÓN

Esta sección compara los pronósticos sobre la aptitud para la piscicultura comercial y sobre el rendimiento potencial con observaciones efectuadas en 34 granjas comerciales de Colombia.

La totalidad de las 34 granjas criaban tilapia roja sola o como especie predominante (Cuadro 3.2). Casi todas las granjas estaban aplicando sistemas semi-intensivos o intensivos (Cuadro 3.3).

Cuadro 3.2 Granjas con cultivos de tilapia roja, cachama y otras especies entre aquellas estudiadas

No. de granjasMezcla de especies
10Tilapia roja sola
20Tilapia roja sólo con cachama, o con otras
3Tilapia roja con otras, pero sin cachama
1Sin datos
34Total

En 32 granjas comerciales, el peso de la tilapia roja alcanzaba un promedio de 405 g y la media era de 378 g (Cuadro 3.4)

Cuadro 3.3 Intensidad del cultivo entre 32 granjas

No.de granjasIntensidad del cultivo
1Extensivo
23Semi-intensivo
8Intensivo
2Sin datos
34Total

Así pues, considerando la especie cultivada, la intensidad de la explotación y el peso de cosecha, la comparación más apropiada de los “sitios” de las celdas de cuadrículas con las granjas observadas correspondía al potencial pronosticado para la explotación comercial de la tilapia del Nilo alimentada a un 75% de saciedad y cosechada con un peso de 300 g.

Como resultado de esta comparación, 20 de las granjas estaban situadas en las celdas pronosticadas como MA por el modelo comercial, y de éstas, 13 estaban en las celdas con rendimientos pronosticados en el 1erC, cuatro en el 2do C y tres en el 3erC. Catorce granjas se situaban en celdas ya sea de las NA desde el punto de vista del modelo comercial o con rendimientos dentro del 4toC (Cuadro 3.5).

Cuadro 3.4 Pesos de cosecha de la tilapia roja en 32 granjas comerciales de Colombia

Pesos de cosecha de la tilapia roja
(g)
Número de granjas
201–2504
251–3005
301–3504
151–2001
351–4005
401–4502
451–5007
501–5501
551–6002
>6001
Sin datos2

Cuadro 3.5. Pronóstico de la aptitud de los sitios en celdas de cuadrículas que contenían 34 granjas piscícolas de explotación comercial de la tilapia del Nilo, alimentada al 75% de saciedad y cosechada con un peso de 300 g

Clasificación del modelo comercialClasificación del rendimiento en cosechas/a
(en cuartos)
Número de granjas
MA1er C13
MA2do C4
MA3er C3
   
       NA (es decir, NA para el modelo comercial, o sea, con cosechas/a en el 4o C)14

Para fines de verificación, es sumamente importante conocer la razón por la cual los pronósticos de la aptitud comercial y del rendimiento potencial no correspondieron a las localidades donde se encuentran las granjas piscícolas comerciales en producción, a objeto de poder perfeccionar las futuras versiones de los modelos. Por consiguiente, las 14 localidades con granjas NA para la tilapia del Nilo fueron el objeto de investigaciones ulteriores.

Con el fin de identificar mejor las causas de la disparidad en los 14 sitios de las celdas NA, se compararon las ubicaciones de las 34 granjas con los pronósticos de la aptitud efectuados exclusivamente con el modelo comercial. Como resultado, todos los sitios clasificados como NA (Cuadro 3.5) eran, de hecho, MA para el modelo comercial. Por consiguiente, aparentemente el problema de las localidades con granjas comerciales no estaba en ninguno de los factores en que se basaba el modelo comercial, sino en el modelo de crecimiento que pronostica los rendimientos en cosechas/a. Dado que el factor que tiene mayor incidencia sobre el modelo de rendimiento es el régimen de temperatura media mensual, se investigaron posibles anomalías en la temperatura en las 14 localidades con granjas.

Para comprobar la hipótesis de las anomalías en la temperatura, se compararon los 34 sitios con el potencial pronosticado para la carpa alimentada a una saciedad del 75% y cosechada con 600 g. La lógica de este raciocinio era que, si el problema fuera ciertamente la temperatura, entonces más localidades con granjas deberían ser aptas para la carpa que para la tilapia del Nilo, porque la primera especie es más tolerante a las bajas temperaturas que la segunda.

Como resultado de esta comparación, se comprobó que, en el caso de la carpa, todos menos un sitio clasificaban en la categoría del 1erC de cosechas/a y que el sitio restante clasificaba en el 2doC. Esto sugiere que, sin lugar a dudas, el problema se relaciona con la temperatura en las 14 localidades con granjas piscícolas calificadas como NA para tilapia del Nilo. Con respecto a los pronósticos del rendimiento de tilapia, los problemas pueden deberse a lo siguiente:

Temperaturas pronosticadas vs temperaturas reales

Una de las causas de que las temperaturas pronosticadas para las celdas de cuadrículas sean inferiores a las reales en los sitios con granjas se refiere al terreno y al tamaño de la celda, en relación con el tamaño de la granja. Las dimensiones nominales de una celda son de 9 × 9 km, o sea 81 km2, mientras que las granjas tiene una fracción de esa superficie (Cuadro 3.6), ya que la mitad de las 34 granjas comerciales tenían menos de 5 ha.

Cuadro 3.6 Tamaños de las granjas comerciales en una muestra de 34 en 8 departamentos de Colombia

Intervalos de tamaño
(ha)
Número de granjas
1–517
6–107
11–153
16–203
21–251
26–301
>302
Total34

La temperatura del agua pronosticada para una celda de cuadrícula caracteriza la totalidad de su superficie sobre la base de la temperatura del aire, la que, a su vez, se basa parcialmente en la altitud. Otra forma de expresar la misma idea consiste en decir que las granjas “habitan” en un microclima comparado con el “macroclima” de la celda donde están situadas. Esta hipótesis fue sometida a comprobación examinando el terreno en las cercanías de las granjas piscícolas que no eran aptas para el cultivo de tilapia del Nilo, utilizando principalmente mapas a una escala de 1:25 000, o en su defecto, mapas a escalas de 1:100 000.

Como era previsible, en las zonas de colinas y montañas al O de Colombia, casi todas las granjas estaban situadas en los terrenos relativamente planos de los valles. Para generalizar, de las que eran NA, muchas están en el tramo de 600–1 000 m de altura y de hecho a distancias relativamente cortas de esos lugares, de unos 4 a 10 km, se encuentran alturas que van de 1 300 m hasta 3 000 m. Dos de las granjas que se clasificaron como NA están entre unos 1 350 a 1 500 m. Así pues, es sumamente probable que, debido a los terrenos colindantes, las temperaturas estimadas para las celdas donde quedan clasificadas las granjas sean inferiores a las temperaturas reales de los sitios donde están de hecho situadas las granjas.

Con el fin de poner a prueba la correspondencia general entre las temperaturas del agua pronosticadas y las observadas, se cuestionaron las cuadrículas con la temperatura media mensual para compararlas con las celdas de cuadrículas con las temperaturas observadas y también con aquellas correspondientes a las localidades de las tres granjas piscícolas (designadas como F1, F2 y F3, respectivamente) que clasificaban como NA para tilapia y que a la vez estaban a la mayor altura. Las temperaturas del agua consignadas para las granjas 1, 2 y 3 oscilaban entre 21–30°, 20–27° y 23–25°C, respectivamente. Al efectuar la comparación, las temperaturas pronosticas para las mismas localidades variaban de 22,2 a 23,4°, de 19,8 a 21,4° y de 22,4 a 23,7°C, datos que sugieren la tendencia tanto a valores más bajos como a intervalos más estrechos en las temperaturas pronosticadas, lo que puede, por lo menos en parte, explicar los pronósticos de bajo rendimiento de tilapia del Nilo en los celdas donde existen granjas en producción.

Otro aspecto del mismo problema consiste en que las temperaturas del agua pronosticadas se basaron sólo en datos de la temperatura real del aire; los otros insumos del modelo provinieron de nuestro generador meteorológico, que a lo sumo proporciona suposiciones “razonables”.

Diferentes clases de tilapia cultivadas en las granjas

Es posible que las clases principalmente de tilapia roja que se cultivan en esas localidades sean más tolerantes al frío que la “típica tilapia del Nilo” o que se hayan adaptado a las condiciones ambientales de las granjas. Por ejemplo, las variedades de tilapia del Nilo provenientes de Egipto se cultivaron fructíferamente en Rwanda, donde predominan grandes alturas y bajas temperaturas (Nathanael y Moehl, 1989).

Parámetros del modelo

El umbral más bajo de temperatura en el modelo de crecimiento es de unos 18,6°C para la tilapia del Nilo. Los parámetros del modelo se basaron en datos de crecimiento provenientes de Honduras (ver Anexo 2). Este umbral más bajo puede ser un tanto demasiado alto, puesto que la tilapia del Nilo es capaz de sobrevivir, si no crecer, a temperaturas tan bajas como a unos 16°C. Con todo, convinimos en establecer el umbral más bajo de 18,6°C porque permitía pronósticos razonables de los rendimientos en localidades tan diversas como El Carao (Honduras) y Bangkok (Tailandia), durante la fase de validación del modelo (ver Anexo 2).


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