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1. Introducción.

La superficie total de agua embalsada (incluyendo lagos y embalses) en América Latina es de unos 15 millones de hectáreas. Esta estimación modifica la realizada por Juárez (1992) particularmente por la inclusión de los paises del cono sur. La distribución por clases de tamaño (Tabla 1) nos indica que los cuerpos de agua naturales con superficies menores a 100 ha cubrirían un 10–15 % de la superficie total (1500000–2200000 ha). De los cuerpos de agua grandes y medianos solo se explotarían extensivamente un millón de hectáreas en el nordeste brasileño, Cuba y México, con un rendimiento pesquero medio de unos 110 kg/ha/año. Estos valores serían bastante superiores a los estimados para el mismo tipo de cuerpos de agua ubicados a mayores latitudes en la Región.

Table 1. Porcentaje de la superficie total de espejo de agua reportada para distintas clases de tamaño (en ha) en algunos países de América Latina y el Caribe.

País> 1000010000-10001000-100100-1010-1
Brasil (a)54201088
México (b)60–7019–228–104–53
Cuba (c)11–1260–6818–20--- 12 ? ---
Venezuela (d)6410–453 ?-- < 20 ? --
Colombia (e)53434 ?-- < 1 ? --

(a), Gurgel 1992;
(b), Rojas 1985, Olmos 1992;
(c), Díaz et al. 1989, Marí 1992;
(d), Novoa 1992;
(e), Valderrama 1985.

En América Latina y el Caribe prácticamente el total de la producción pesquera de los cuerpos de agua continentales depende de la fertilidad natural de los ambientes y las actividades de repoblación. La explotación con fines pesqueros de pequeños cuerpos de agua naturales puede considerarse como incipiente si se consideran las prácticamente inexistentes capturas totales obtenidas de este tipo de ambientes. Por otra parte, las capturas en cuerpos de agua grandes y medianos en Brasil, Cuba y México supera las 100000 tm/año. En éstos últimos se desarrollan pesquerías suplementadas por repoblación periódica u ocasional (Gurgel 1992, Marí 1992, Olmos et al. 1992).

Los pequeños cuerpos de agua ubicados en una región geográfica relativamente homogénea poseen una mayor productividad natural, basada en sus características morfométricas (por ejemplo profundidad media muy reducida) y la dinámica de nutrientes, que los diferencia de los cuerpos de agua de mayores dimensiones. Como ha sido mostrado para conjuntos de cuerpos de agua distribuídos globalmente, la biomasa de peces y el rendimiento pesquero potencial basado en la productividad natural es predeciblemente mayor para cuerpos de agua poco profundos (Rawson 1955, Ryder 1965, Henderson y Welcomme 1974, Marí y Quirós 1986, Quirós 1990, Moreau y De Silva 1991, entre muchos otros).

Sin embargo, la intensificación de la pesca por medio de la aplicación de técnicas de acuicultura incrementa notablemente el rendimiento pesquero. Las técnicas más utilizadas incluyen las siembras periódicas con especies nativás y/o exóticas, la fertilización orgánica e inorgánica, la alimentación externa, y el empleo más intensivo del espacio por medio de la utilización de encerramientos tales como balsas-jaula y corrales.

El aumento del rendimiento pesquero con la intensidad de explotación será el eje de nuestro análisis. No intentaremos aumentar el número de definiciones de “pequeños cuerpos de agua” establecidas en la literatura pesquera reciente (ver por ejemplo Song 1980, Anderson 1987, Palm 1987). De acuerdo con Vallet (1992) consideramos el tamaño como un criterio de distinción insuficiente. Por lo tanto, intentaremos mostrar, para América Latina, como la acción humana a través de la explotación por pesquerías de captura y por técnicas de acuicultura llega a modificar substancialmente la dependencia del rendimiento pesquero con respecto al tamaño de un cuerpo de agua.

El marco teórico utilizado para clasificar los cuerpos de agua es, sustancialmente, el de el aporte externo de materia y energía como determinante de la producción biológica de un cuerpo de agua, y, en particular, de su producción de peces. En la primera parte del trabajo se analizan los factores determinantes del rendimiento pesquero en el continuo de posibilidades productivas que van desde los cuerpos de agua en condiciones naturales hasta los explotados intensivamente por pesquerías de captura y por técnicas de acuicultura. Además, se discuten sintéticamente los tipos de modelos disponibles para la estimación del rendimiento pesquero potencial y el efecto residual del tamaño de un cuerpo de agua sobre dicho rendimiento.

A continuación, con base en datos disponibles en la Región, se analiza el aumento del rendimiento pesquero real con el aumento en la intensidad de uso pesquero, y, en particular, con el aumento de la densidad de esfuerzo pesquero y de la densidad de siembra de peces. Como resultado del análisis, se propone un modelo cualitativo que relaciona la variación del rendimiento pesquero con el tamaño de un cuerpo de agua. El principal objetivo del modelo es el de conceptualizar la relación que existe entre el rendimiento pesquero y la intensidad de uso pesquero. El rendimiento pesquero depende necesariamente de las entradas de nutrientes y alimento para los peces, dentro de los límites de sustentación del sistema. Por otra parte, el aumento del rendimiento pesquero con la disminución del tamaño es sólo contingente, y, principalmente, consecuencia de las mayores posibilidades de controlar los cuerpos de agua más pequeños.

En siguientes secciones del documento se discuten los sistemas de gestión, las principales pesquerías en cuerpos de aguas continentales de América Latina y el Caribe, los factores limitantes para el desarrollo de la pesca en pequeños cuerpos de agua, las estrategias para la intensificación de la pesca en el sector y, finalmente, se realiza un estudio de casos.


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