El compromiso político es crucial para el cambio, pero no es suficiente por sí solo. El compromiso debe reflejarse en las políticas, leyes y planes de inversión en diversos campos para que los sectores más vulnerables de la población vean una mejora en sus vidas.

Por lo tanto, para que un país pueda enfrentarse y terminar con la malnutrición y el hambre de manera efectiva, sus políticas deben tener en cuenta los resultados de la seguridad alimentaria y la nutrición.

Cada vez más, los países reconocen la necesidad de tener apoyo para guiarlos a través de este proceso. La FAO les ayuda a evaluar cómo las políticas de desarrollo existentes abordan las tendencias actuales y futuras de seguridad alimentaria y nutrición del país.

Una vez que los países han hecho un balance preciso de sus necesidades en materia de políticas, la FAO ayuda a rediseñar otras nuevas de mayor alcance e inclusivas para que todos puedan disfrutar de los beneficios, incluidos las personas más pobres y vulnerables.