Fuegos forestales y de otra vegetación

La estimación de la superficie mundial afectada por el fuego en el año 2000 fue de 350 millones de hectáreas, muchas de las cuales eran bosques. La mayor parte de la superficie quemada estaba en el África subsahariana, seguida a distancia por Australia (Evaluación mundial 2006).

El papel del fuego en la vegetación es ambivalente. En algunos ecosistemas, los incendios naturales son esenciales para mantener la dinámica de los ecosistemas, la biodiversidad y la productividad. El fuego es también una herramienta importante y muy utilizada para alcanzar los objetivos de manejo de tierras. Sin embargo, cada año, los incendios destruyen millones de hectáreas de bosques y otros tipos de vegetación, provocando la pérdida de muchas vidas humanas y animales y causando un inmenso daño económico, tanto en términos de recursos destruidos como en costos de la extinción. También hay impactos en la sociedad y en el medio ambiente, por ejemplo, daños a la salud humana por el humo, la pérdida de la diversidad biológica, la emisión de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, los daños a los valores recreativos y otros.

La mayoría de los incendios son causados por el hombre. Las causas de origen humano incluyen el cambio del uso de la tierra, el desmonte de tierras y otras actividades agrícolas, el mantenimiento de los pastizales para la ganadería, la extracción de productos forestales no madereros, el desarrollo industrial, el reasentamiento, la caza, la negligencia y los incendios intencionales. El rayo sólo es una de las principales causas de los incendios en zonas muy remotas de Canadá y de la Federación de Rusia.

Existe evidencia en algunas regiones de un incremento de incendios que además afectan áreas más grandes y con más intensidad. El riesgo de incendio parece aumentar por el cambio climático en asociación con los cambios de uso del suelo y con las limitaciones institucionales para un manejo sostenible forestal y para el manejo del fuego.

Una mejor gestión del paisaje es necesaria para prevenir los incendios

 
De una reciente evaluación de megafires (en ingles), se concluyó que los principales elementos que contribuyen a estos incendios forestales son la sequía, la meteorología del fuego, la acumulación de combustible y los paisajes homogéneos o propensos a incendios,  a menudo causados por la falta del manejo adecuado de la tierra.

La gestión preventiva del paisaje  es necesaria y debe incluir aspectos políticos,  culturales, técnicos, sociales, financieros, organizativos, económicos y de mercado.

Por ejemplo, los grandes bosques homogéneos y las áreas de vivienda no deben ser establecidos en regiones con vegetación propensa al fuego y los diferentes usos de la tierra deben ser combinados para mantener las características de mosaico en el paisaje con cortafuegos naturales.

Se debe prestar especial atención a planificar determinadas actividades agrícolas, por ejemplo, las quemas agrícolas deben tener lugar antes de la estación seca y antes de que los paisajes que rodean a su vez sean propensos al fuego. Las quemas también se deben evitar durante los fuertes vientos y la época más calurosa del día. Al mismo tiempo, se podrían desarrollar alternativas para quemas en la agricultura.

Las poblaciones locales deben participar a través de enfoques basados en participación de la población, ya que a menudo son los actores principales en la gestión del paisaje, se ven directamente afectados por los incendios que amenazan sus medios de vida y también pueden estar implicados en algunas de las causas del incendio.

Manejo integrada de los incendios

La FAO ha coordinado el desarrollo de las Directrices de carácter voluntario para el manejo del fuego destinadas a ayudar a los países a desarrollar un enfoque integrado de manejo de incendios, de prevención y preparación para la supresión y la restauración.

Las Directrices de la FAO sugieren a las autoridades y otros grupos interesados que la lucha contra incendios debe ser una parte integral de una política coherente y equilibrada a aplicarse no sólo a los bosques sino también a través de otros usos de la tierra en el paisaje.

última actualización:  viernes 1 de octubre de 2021