El PFN como un marco general de gobernanza forestal

Cuando en 1996 los países participantes en el GIB acordaron inicialmente el concepto de PFN, concibieron estos programas como “marcos generales de política forestal”. Al definirlos, destacaron que:

“los programas forestales nacionales se debían abordar con un criterio intersectorial amplio en todas las etapas, incluida la de formulación de políticas, estrategias y planes de acción, así como las de ejecución, supervisión y evaluación.”

En este concepto, el término “generales” tiene un doble alcance, que indica lo siguiente:

  • los PFN no deben abarcar solamente la planificación en determinadas esferas como, por ejemplo, las políticas forestales o los programas plurianuales de acción, sino que también deben abarcar su aplicación sobre el terreno, evaluación y mejora a lo largo del tiempo en el marco de un proceso iterativo; y
  • los PFN deben integrarse sistemáticamente en programas más amplios para el uso sostenible de la tierra y tener en cuenta las actividades de otros sectores, como la agricultura, la energía y el desarrollo industrial.

Por tanto, como marcos generales de política forestal, los PFN contienen, en particular, la política forestal (y las políticas relacionadas con los bosques) que, a su vez, determina y guía:

  • la legislación forestal (y las leyes relacionadas con los bosques);
  • el marco institucional o el mecanismo de gobernanza para la aplicación; y
  • las estrategias, los programas y los planes de acción para la aplicación de la política forestal.

Para funcionar adecuadamente, también deben existir ciertos arreglos institucionales. Por ejemplo, estos arreglos pueden incluir, y a menudo lo hacen, plataformas para el intercambio de información, el debate y la participación y órganos de diversas partes interesadas que orientan y apoyan los procesos.


@FAO/Giulio Napolitano

Los PFN tienen por objeto proporcionar un marco de gobernanza global o un marco de carácter general bajo el cual diversas iniciativas pueden operar y contribuir sistemáticamente a la OFS. En efecto, uno de los puntos fuertes del concepto de PFN es su flexibilidad, que le permite adaptarse a las necesidades específicas de los distintos países y reconocer e incorporar nuevas cuestiones. Estas cuestiones, como por ejemplo la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, y la aplicación de la legislación forestal reciben apoyo a nivel nacional mediante una serie de iniciativas. La adopción generalizada por los países de los PFN ofrece una oportunidad para mejorar la integración y la coordinación de estas iniciativas, con lo que se refuerza la coherencia de los marcos nacionales de gobernanza forestal.

Basándose en los resultados de un estudio realizado por la FAO y el Mecanismo para los PFN en 2010, la mayoría de los países han establecido estructuras y obtenido resultados a través de sus PFN. Sin embargo, son pocos los PFN que han logrado coordinar a nivel nacional las iniciativas relacionadas con los bosques, como la REDD+ y el programa de apoyo para la aplicación de las leyes, la gobernanza y el comercio forestales (FLEGT). Con frecuencia, esto se debe a que los PFN se han elaborado y ejecutado con un alcance limitado o con una dotación inadecuada de recursos y capacidades. Como consecuencia de ello, los países a menudo tienen estructuras y procesos paralelos para las diferentes iniciativas, carecen de una coordinación eficaz y no aprovechan plenamente las posibles sinergias.

A fin de destacar la función de los PFN como marco de gobernanza global para las varias iniciativas relacionadas con los bosques, la FAO está llevando a cabo proyectos sobre los vínculos del cambio climático, la REDD+ y la FLEGT con los PFN.
última actualización:  martes 7 de agosto de 2012