“El gusto no es una cuestión de apariencia.”
En toda Europa, los agricultores dejan que los productos se pudran en el terreno en que se han cultivado o desechan frutas y hortalizas en perfecto estado para tratar de ajustarse a unos estándares de belleza imposibles de alcanzar. Como a Frederic le encanta decir, “el gusto no es una cuestión de apariencia”. Inspirándose en el documental realizado en 2011 por Valentin Thurn Taste the Waste (Bucear en la basura), Frederic y Querfeld ayudan a agricultores a comercializar sus denominadas frutas y hortalizas “feas”.
Al principio, Frederic simplemente iba a las granjas orgánicas de Brandeburgo a recoger productos con la furgoneta de un amigo para repartirlos a restaurantes de Berlín. La idea de Frederic cuajó y se convirtió en el concepto en que se basa Querfeld, plataforma que hoy en día conecta a agricultores de toda Europa con cocinas de toda Alemania —tanto de pequeños jardines de infancia como de instituciones internacionales, como el Banco Central Europeo—.
Ante el cierre de muchas de estas cocinas durante los sucesivos confinamientos decretados a raíz de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), Querfeld tuvo que cambiar necesariamente su enfoque. Frederic, por ejemplo, colaboró con empresas logísticas de bicicletas de carga para establecer un sistema de distribución basado en puntos de recogida en Berlín y alrededores. Las personas podían suscribirse en línea y comprar frutas y hortalizas directamente de una granja sin tener que desplazarse o hacer cola en un supermercado. Este enfoque fue cambiando los mecanismos de distribución y la percepción de los “estándares de belleza” de los productos con cada envío.
"Lograr resultados en el ámbito del suministro de frutas y hortalizas constituye un reto, y la velocidad es clave", afirma Frederic. En la mayoría de los casos, se deben distribuir con rapidez grandes cantidades de productos no deseados. Cuando Frederic se vio ante 800 kilogramos de sandías “desdeñadas”, decidió aprovechar el alcance de los canales de redes sociales de Querfeld para organizar, desde la comodidad de su oficina, un acto virtual denominado Save the Melon (Salvar el melón), y todos los melones se salvaron en cuestión de días.
Desde su creación, Querfeld ha logrado salvar más de 1 000 toneladas de productos, y Frederic no ceja en su empeño por promover la transición hacia prácticas agrícolas sostenibles. Espera que el actual interés de muchos consumidores por una vida saludable y prácticas alimentarias sostenibles estimule la creación de una cadena de suministro de alimentos más justa y sostenible, que conecte a agricultores con consumidores.