Los huertos tradicionales de Qazvin, denominados bāghestān-e sonnatī o simplemente bāghestān, son un sistema de protección contra las inundaciones con miles de años de antigüedad, en el período en que se creó la ciudad de Qazvin. Situados en las estribaciones de la cordillera de Alborz, la creación de los huertos que rodean la ciudad ha protegido a sus habitantes de las inundaciones adaptándose a la cuenca hidrográfica y aprovechándola para producir nueces y otras exquisiteces locales.

Capturando, redirigiendo y compartiendo las aguas de las crecidas, las comunidades locales han podido desarrollar sus cultivos alrededor de Qazvin. Hoy, el sistema proporciona alimentos y oportunidades de empleo a la población, pero también baja la temperatura de la ciudad y sirve para reabastecer la capa freática, entre otros servicios ecosistémicos esenciales.

Los bāghestān ofrecen un ejemplo excelente de este tipo de mecanismo de distribución de las aguas de las crecidas, gracias a una red de diques y canales gestionados mediante una gobernanza eficaz que armoniza los recursos compartidos de acuerdo con los intereses de las diferentes partes. Como resultado, han surgido una gestión tradicional, una cultura oral y unas leyes y derechos consuetudinarios. La naturaleza sin límites de estos huertos ha dado lugar a rasgos culturales y sociales que ahora forman parte del paisaje cultural que conforman los bāghestān.