Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM)

La Chakra amazónica, un sistema agroforestal tradicional gestionado por comunidades indígenas en la provincia de Napo, Ecuador

SIPAM desde 2023
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Importancia mundial

Durante mucho tiempo, la Amazonía fue definida como una región inexplorada y subutilizada en términos de agricultura, debido a la composición de los suelos y los altos niveles de lluvia y temperatura, presentando suelos frágiles o pobres para la agricultura convencional. Sin embargo, las propias comunidades nómadas, es decir, aquellas especializadas en la caza, la pesca y la recolección, han logrado adaptarse a este contexto y desarrollar la agricultura.

Así, se ha estimado que la agricultura en la región amazónica se desarrolla desde hace al menos 5.300 años, apoyándose en un asombroso proceso de domesticación y aprovechamiento de innumerables especies de la selva amazónica como: chile, frijol, yuca, camote, maíz y cacao o cacao de monte.

Esto convierte a las comunidades kichwas en verdaderos guardianes de la selva amazónica a través de sus prácticas sostenibles y su forma de vida en armonía con los ecosistemas. Es ampliamente reconocido que los pueblos indígenas tienen un papel importante que desempeñar en la salvaguarda de la biodiversidad, los idiomas, el conocimiento tradicional y en la adaptación al cambio climático. La producción de chakras es fundamental no solo para la economía, sino también para la sociedad y la cultura.

Seguridad alimentaria y de los medios de vida

En términos de producción sostenible, la Chakra Amazónica combina el cultivo de alimentos básicos, árboles maderables, frutales y plantas ornamentales y medicinales, que son esenciales tanto para la seguridad alimentaria como para el bienestar de los pueblos indígenas. Los principales alimentos básicos están representados por la yuca, el plátano y la chonta, entre otros.

Con el tiempo, otras especies agrícolas con valor comercial se han integrado a este sistema agroforestal tradicional, como el cacao fino de aroma, el café robusta y en los últimos años la guayua (Ilex guayusa Loes). Las parcelas de cultivo de cacao generalmente se ubican en áreas adyacentes a bosques primarios, secundarios y barbechos, formando un paisaje productivo y ecológicamente amigable con la biodiversidad de la zona. De esta manera contribuyen a la seguridad y soberanía alimentaria, y al mismo tiempo generan recursos económicos para los hogares rurales asentados en esta zona.

El suministro de alimentos en las Chakras también se sustenta en actividades forestales como la recolección, la caza y la pesca. Todos los productos de las chacras y los bosques se refinan utilizando el conocimiento tradicional sobre la transformación de los alimentos y las cocinas locales. Además, la particularidad del ecosistema y sus atractivos naturales y culturales han estimulado el desarrollo de emprendimientos turísticos enfocados al eco y agroturismo.

Agrobiodiversidad

La Chakra Amazónica es un sistema de cultivo de policultivos con un alto nivel de biodiversidad presente en sus diferentes elementos, uno de los cuales es la existencia de una gran cantidad de árboles maderables y frutales tanto dentro de las fincas como muchas veces fuera del área boscosa. Se han identificado más de 100 especies de plantas de uso regular por parte de los agricultores caracterizadas por su estado de conservación y vinculación a los mercados.

Más allá de los cultivos agrícolas, un aspecto central que subyace a la importancia del cultivo de Chakra amazónica es la oportunidad para la conservación de la biodiversidad, en particular las especies endémicas, vulnerables y amenazadas, así como las huellas dactilares ecológicas y genéticas básicas. Además, la dinámica intrínseca de las Chakras amazónicas puede tener impactos en diversos atributos ecológicos asociados con el recambio de especies. Es bien sabido que los Sistemas Agroforestales y otras áreas boscosas generan diferentes servicios ecosistémicos, como prevenir la erosión de los suelos por el viento y el agua y retener los nutrientes y los niveles freáticos.

Sistemas de conocimiento local y tradicional

La Chakra es un espacio familiar o comunitario productivo, manteniendo patrones en su diseño espacial y fases bien definidas en su ciclo de manejo temporal, que mimetiza los procesos naturales de sucesión o restauración de los bosques, conocidos localmente como: Chakra-ushun-purun-realce. El ciclo se inicia con la apertura del dosel del bosque, luego se establecen cultivos perennes, seguidos de cultivos interrelacionados de ciclo corto, que se rotan para manejar la fertilidad del suelo y evitar la presencia de plagas y enfermedades. El ciclo se completa con períodos de descanso y regeneración natural (mejora). Los agricultores prestan especial atención al cuidado del suelo para regenerar su fertilidad y nutrirlo a lo largo del tiempo, incluso en parcelas permanentes.

La estructura de las chacras se basa en al menos tres niveles o estratos verticales, los cuales se establecen en diseños agroforestales para la generación de cobertura y sombra, siempre haciéndose eco de la estructura del bosque circundante. En el nivel superior, las copas de los árboles y las anchas hojas de los árboles maderables y frutales, palmas, plátanos, papayas, etc., forman una barrera inicial contra la acción destructiva de la lluvia y el sol, mientras que en el nivel intermedio, la yuca, naranjos, y ciertos arbustos proporcionan una cubierta vegetal relativamente densa y casi uniforme que ayuda a proteger el suelo contra la lixiviación. Finalmente, a nivel del suelo, la alfombra enredada de vegetación de taro, calabaza, ñame y batatas se despliega en parches. Las plantas compañeras se manejan bien para orquestar de manera efectiva los períodos de cosecha y las necesidades ecológicas de las plantas. Una de las características de las Chakras amazónicas es la diversidad de cultivos, tanto dentro de la Chakra, como entre Chakras. Si bien existen patrones de configuración, manejo y composición, las Chakras tienen características que los diferencian o complementan para brindar bienes familiares.

Cultura, sistemas de valores y organizaciones sociales

La Chakra Amazónica es un espacio de recreación, transmisión de conocimientos y valores culturales, generando reciprocidad y seguridad para las familias, así como estableciendo roles y visibilizando la complementariedad entre los miembros de la familia. Generalmente, toda la familia participa en el establecimiento y manejo de la Chakra Amazónica.

Los cultivos, manejo y desarrollo de las Chakras llevan la impronta del conocimiento de la cultura humana Kichwa: las habilidades técnicas relacionadas con las tareas agrícolas tienen un amplio repertorio; las estrellas son indicadores agrícolas; la agricultura es el núcleo de la organización social; las artes tienen un profundo contenido agrícola; y el lenguaje es rico en expresiones agrícolas. Las deidades y sus rituales están relacionados con las circunstancias especiales de la vida agrícola.

Características del paisaje

El sistema SIPAM está compuesto por bosques lluviosos primarios, secundarios y degradados, así como matorrales y vegetación herbácea. La resiliencia y conectividad entre las áreas protegidas y la Chakra Amazónica es muy reconocida e importante, así como la relación con el recurso humano que representan las comunidades locales asentadas en la zona de influencia de la Chakra Amazónica.

Una de las principales características del sistema ‘Chakra Amazónico’ es su impacto en la conectividad ecológica y cultural, principalmente en la provincia de Napo. Esta conectividad se expresa a través de redes ecológicas en las que el reconocimiento de las dimensiones socioeconómicas y culturales en ecosistemas sensibles es fundamental. También es importante recordar que la conectividad, como función, también es propia de los sistemas sociales, que basan su existencia en redes complejas que engloban flujos de materia, energía e información. Por otro lado, los sistemas de Chakras amazónicos, basados en la interrelación entre prácticas culturales y un medio natural específico, dependen y crean numerosos servicios ambientales que dependen de la continuidad funcional de los ecosistemas que los componen.