A mediados de mayo de 2015, el Gobierno de Bolivia retiró el subsidio a la harina de trigo. El subsidio había estado en vigor durante 4 años, con el objetivo de estabilizar el precio del pan básico (pan de batalla) en Bs 0,40 (hoy 0,06 USD). Bolivia importa normalmente cerca de dos tercios de su consumo de trigo y la baja disponibilidad a nivel regional, junto con una reducida producción interna en los últimos años, ejercieron presión sobre los precios de la harina y en consecuencia los de pan. Con una fuerte recuperación de la producción -tanto en el ámbito nacional como el regional- en particular en Argentina -la principal fuente de las importaciones del país-, y disponibilidad suficiente en el mercado local, los precios del trigo y la harina de trigo se han reducido en los últimos dos años a partir de sus niveles récord de 2013, lo que justifica la eliminación de la subvención, según el Gobierno.