El Gobierno de Irán ha impuesto un derecho a las importaciones de trigo durante un año, así como las importaciones de cebada hasta septiembre de 2015. El impuesto para el trigo se ha fijado en 1,5 millones de riales (USD 51) por tonelada, haciendo que el trigo importado sea más caro que el ofertado por el programa estatal de compras a los agricultores iranís. La medida tiene como objetivo proteger a los agricultores iranís de las importaciones baratas e impedir que el cereal importado vuelva a ser vendido al Gobierno a precios más elevados, en virtud del sistema nacional de compras estatales a los productores a precios garantizados.