A principios de marzo, el Gobierno mexicano anunció la concesión de permisos para la importación, exentos de derechos de aduana, de un máximo de 150 000 toneladas de arroz de cualquier origen. Los aranceles de importación que tiene fijados el país son un 20 por ciento para el arroz descascarillado, molido y roto, y en un 9 por ciento para el arroz cáscara. Los permisos se concederán para un máximo de 10 000 toneladas por empresa y serán válidos hasta el 31 de diciembre de 2017. El país depende en gran medida de las importaciones de arroz para satisfacer sus necesidades de consumo y la disposición tiene por objeto garantizar un nivel adecuado de suministros internos. El Gobierno autorizó también la importación exenta de derechos de 200 000 toneladas de carne de vacuno fresca, refrigerada y congelada de cualquier origen, con una cuota máxima asignada de 30 000 toneladas. Los aranceles, vigentes desde junio del año pasado, están fijados en un 20 por ciento para la carne de vacuno fresca o refrigerada y un 25 por ciento para la carne de vacuno congelada.